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Tribuna
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Kioto, imposible sin autogeneración

Ahora que la negativa de Rusia a ratificarlo pone de nuevo el Protocolo de Kioto en el ojo del huracán, no viene mal una reflexión sobre el papel fundamental que la cogeneración desempeña en la reducción de las emisiones.

Kioto se nos echa encima y la situación española empeora gradualmente. Pero no es mi propósito echar más leña al fuego, sino acercar a la opinión pública el beneficio de un sistema que nos ayuda a cumplir ese difícil reto. Al Gobierno le urgen soluciones para cumplir con Kioto, aquí tiene una.

La aportación positiva que supone la cogeneración en el ahorro de emisiones es evidente. Y lo es también la difícil situación en la que se verá gran parte de la industria española que cogenera si el Gobierno no reconoce estos ahorros en el Plan Nacional de Asignación de Emisiones.

Por ello, siete grandes sectores industriales, representados por Aspapel (fabricantes de pasta, papel y cartón), Feique (industria química), Ascer (fabricantes de azulejos y pavimentos cerámicos), Hispalyt (fabricantes de ladrillos y tejas de arcilla cocida), AOP (Asociación de Operadores de Petróleo), CIE (Consejo Intertextil Español) y AAEE (Autogeneradores de Energía Eléctrica), han presentado un documento común al Ejecutivo en el que requieren que -al igual que en otros países europeos- la cogeneración tenga un tratamiento diferenciado en el Plan Nacional de Asignación, como una actividad independiente incluida en el esquema de derechos de emisión. La asignación de derechos de emisión a la cogeneración debe fundamentarse en la asignación separada a dos productos diferenciados: asignación a la producción de calor útil y asignación a la producción de electricidad.

De cumplirse las previsiones del Gobierno sobre potencia instalada de cogeneración para 2011, el esfuerzo nacional para cumplir con Kioto (reducción neta de 46 millones de toneladas de CO2, en 2001-2011) estaría conseguido en un 20% sólo con la contribución de la cogeneración ¿Me han entendido bien? Un 20% logrado ya sólo con la cogeneración.

Nuestras industrias denuncian que un esquema de comercio de derechos de emisión que añada costes adicionales condicionará la viabilidad futura de la cogeneración y, como resultado, provocará un aumento evidente de las emisiones de CO2 a escala nacional. La cogeneración contribuye extraordinariamente a reducir emisiones de CO2, por eso es fundamental para cumplir con Kioto, en la UE y, en mucha mayor medida, en España.

Las plantas de cogeneración no están a plena potencia por la ausencia de un marco legal que promueva su desarrollo. Sólo con que en 2002 se hubiesen arbitrado políticas y medidas para favorecer la producción de electricidad en cogeneración, lo que hubiese llevado a una utilización de las plantas a plena potencia, las emisiones de CO2 habrían disminuido un 2%. Por contra, si hoy mismo las plantas de cogeneración parasen, las emisiones de CO2 crecerían automáticamente más de un 3%.

La cogeneración es tecnología clave para el medio ambiente y el sistema térmico más eficiente de generar electricidad y calor para satisfacer las necesidades de las industrias donde se aplica, ahorrando energía primaria y emisiones contaminantes. Además, disminuye las pérdidas por transporte de electricidad y mejora la calidad del suministro ¿Qué más se le puede pedir a un sistema?

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