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Crecimiento

Bayer renuncia a la globalización y descarta crecer en el mercado americano

La decisión de Bayer de segregar la división química en una nueva compañía independiente (cotizará en Bolsa en 2005) ha escondido una realidad más preocupante. En primer lugar, el grupo alemán ha reconocido que no ha encontrado un socio que valore su división de farmacia, especialmente porque aún tiene pendientes 11.459 casos por el medicamento anticolesterol Baycol.

En segundo término y como consecuencia, la multinacional ha optado por seguir sola en este negocio. Y por último, ha llegado a la conclusión de que no tiene los suficientes recursos financieros para mantener el ritmo de crecimiento de las grandes corporaciones del sector (Pfizer y Glaxosmithkline), que han trasladado progresivamente sus centros de decisión e investigación a Estados Unidos, el principal mercado mundial, con más del 30% de la demanda.

De esta forma, Bayer ha sido la primera compañía con presencia en el sector farmacéutico que ha roto la tendencia globalizadora, imperante en los últimos 15 años. Al contrario, el presidente del grupo, Werner Wenning, anunció la semana desde la sede alemana de Leverkusen el repliegue del negocio farmacéutico en Europa, su mercado doméstico.

Por si fuera poco, la nueva estrategia reorienta el interés hacia los medicamentos de mostrador (OTC), es decir, en potenciar productos como la aspirina y el alka seltzer, dejando en segundo término los fármacos con receta. Otra decisión sorprendente, que rompe por segunda vez con los planes de crecimiento del resto de grupos europeos, que focalizan su interés en el descubrimiento de nuevos medicamentos con mayor valor añadido.

Fuentes del sector apuntan que la paleta de productos en fase de investigación no han aportado los éxitos esperados, aunque aún aportan el 40% de los ingresos de la división. En cualquier caso, Bayer se centrará por el momento en el desarrollo de medicamentos para enfermedades infecciosas, cardiovasculares y de urología.

Algunas de estas medidas contrastan con el éxito del medicamento contra la disfunción eréctil Levitra, rival del Viagra de Pfizer, que ha experimentado un gran crecimiento en Estados Unidos, acaparando el 14% de la prescripción de nuevas recetas.

El ocaso de las corporaciones alemanas

La estrategia iniciada por Jürgen Dormann al frente de Hoechst ha resultado la más acertada. El último presidente de este grupo alemán se ganó en la década pasada la incredulidad de todo el sector, especialmente la de los otros dos gigantes europeos Bayer y Basf.El negocio farmacéutico de Hoechst se transformó en Aventis, tras fusionarse con Rhône Poulenc, mientras el resto de áreas químicas y textiles se segregaron en empresas independientes y se integraron en otros grupos de mayor tamaño (el productor Dystar es un buen ejemplo).Basf optó por la estrategia contraria y se desprendió del negocio farmacéutico, concentrándose en las áreas de química integrada. Finalmente, el grupo Bayer optó por mantener su organización tradicional, hasta que hace dos años decidió identificar las cuatro áreas de crecimiento e iniciar el proceso que culminó la semana pasada con la segregación del negocio químico. El resto de corporaciones de tradición germana también se han desprendido de parte de sus negocios.

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