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Deuda

EE UU pide al Fondo Monetario que sea "flexible" con Argentina

Un día después de que el presidente Néstor Kirchner se mostrara renuente a aceptar las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI), un alto cargo del Gobierno de George Bush pidió públicamente al FMI que fuera 'flexible' en sus negociaciones para un acuerdo financiero con Argentina.

'Estamos muy interesados en los esfuerzos para alcanzar un acuerdo (...), y éste es el momento para que el FMI sea flexible y razonable para ayudar a llevar ese proceso adelante', afirmó en Washington el secretario de Estado asistente para el hemisferio occidental, Roger Noriega.

El respaldo de EE UU a Argentina se produjo pocas horas después de que el Gobierno de Kirchner admitiera que hay conflicto con el Fondo sobre los tres puntos centrales en discusión.

En primer lugar, porque Argentina se niega a concretar fechas y porcentajes de aumentos para las tarifas de los servicios públicos privatizados, congeladas desde el 1 de enero de 2002. Por otro lado, Buenos Aires se niega a otorgar más ayudas a los bancos para compensar las pérdidas sufridas por el sistema financiero con la devaluación y la pesificación. Y en último término, aunque no de importancia, el Gobierno argentino sólo se compromete a garantizar un superávit fiscal primario del 3% del PIB en 2004, dejando de lado las metas para 2005 y 2006. El acuerdo que se discute tiene una duración de tres años.

Ayer, casi a la misma hora en la que Noriega respaldaba a Argentina, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguraba que su país 'no le pagará al FMI con las reservas' si el organismo de crédito no acepta su posición. Los negociadores del Fondo reclaman un superávit mínimo del 4%, un inmediato incremento de las tarifas de los servicios públicos y una nueva compensación a la banca.

El respaldo de EE UU no parece suficiente para que el FMI flexibilice su posición, pues los representantes de los países europeos en el Fondo insisten en un mayor compromiso argentino, ya que sus empresas son ampliamente mayoritarias entre las privatizadas. Es el caso de España, Francia, Italia y Reino Unido. Asimismo, Italia y Alemania deben atender también los intereses de sus inversores particulares que son acreedores de la deuda argentina, cuyo pago al sector privado está suspendido desde enero de 2002.

Sin embargo, el presidente del Banco Mundial, Mames Wolfensohn, declaró ayer que 'tendremos algo completamente claro' en las próximas 48 horas, tanto sobre el acuerdo con el FMI como respecto al plan para reestructurar la deuda de 95.000 millones de dólares con los tenedores de bonos privados. Wolfensohn podría estar preanunciando una solución al conflicto.

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