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Sucesión

La apuesta de los empresarios: un hipotético Gobierno de Rajoy que incluya a Rato

Algunos todavía no se han recuperado del susto. Otros se preguntan atónitos cómo pudieron errar el tiro de manera tan torpe teniendo, como tienen, tanta información privilegiada. La mayoría se apresura a buscar elogios con los que engalanar la figura de Mariano Rajoy, candidato in péctore del Partido Popular para las próximas elecciones y, tal como están hoy los sondeos, próximo presidente del Gobierno.

'El mundo empresarial ha estado apostando de manera unívoca por Rodrigo (Rato)', y 'ahora hay un descoloque general', señala un alto ejecutivo de una de las empresas privatizadas por el Gobierno de Aznar. Como muchos otros, cree que 'ahora va a haber un corrimiento general a favor de Rajoy'.

Conforme avance la campaña, el político gallego recibirá crecientes presiones para que identifique a los pilares de su equipo económico. Los empresarios tienen clara su preferencia: un cartel electoral que aúne el peso político de Rajoy con la solidez de Rato en materia económica. Pero reconocen que es una opción que tiene pocos visos de materializarse.

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'A algunos no nos gustaba Rato a nivel personal, pero hay que reconocer que ha hecho una labor excelente'

De aquí a las elecciones, Rato probablemente seguirá siendo el interlocutor para cualquier operación empresarial de calado que necesite el visto bueno oficial u oficioso del Gobierno. Un tipo de situaciones como la reciente (y fallida) opa de Gas Natural sobre Iberdrola, en las que los empresarios necesitan tener un interlocutor claro y sólido en las filas del Ejecutivo. Sin embargo, el vicepresidente económico se verá obligado a consensuar sus respuestas con Rajoy.

Mucho más preocupa la percepción generalizada de que el candidato popular no tiene equipo económico. Algo que preocupa, incluso, a ejecutivos que no se consideran especialmente ratistas: 'A algunos no nos gustaba la manera de ser de Rato', señalaba ayer el presidente de una importante consultora. 'Pero hay que reconocer que ha hecho una labor excelente, y España necesita al menos otros cuatro años con una política similar'.

El político gallego no tiene detractores acérrimos en el mundo de la banca y las empresas. Pero tampoco cuenta con la experiencia y la extensísima red de contactos en el tejido económico y financiero labrada por el actual ministro de Economía a lo largo de sus años de gobierno.

Los hombres de Rato

Los llamados hombres de Rato ocupan puestos relevantes tanto en la Administración del Estado, como en las patronales, las empresas privatizadas y algunos de los mayores bancos y cajas.

Los hombres de Rajoy todavía no tienen rostro. Si consigue heredar parte del equipo de Rato (algo que algunos califican como 'un último servicio a la patria' por parte del vicepresidente segundo), Rajoy lanzará un mensaje continuista que tranquilizará a los agentes económicos.

Y es que, España va (relativamente) bien en materia económica, sobre todo si se compara con Alemania, Italia o Francia. Pero los economistas no ocultan su preocupación por los efectos que la crisis europea pueda tener en nuestra coyuntura.

La política de rigor presupuestario, adelgazamiento progresivo del tamaño del Estado y rebajas fiscales que impulsen el consumo es vista con buenos ojos por las empresas.

Gonzalo Garnica, de CEOE, reconocía ayer que esperan 'continuidad en la política económica y social del Gobierno' y verían con enorme agrado 'que el vicepresidente Rodrigo Rato y su equipo tuvieran un encaje en el nuevo Gobierno'.

Otros creen que lo ideal sería 'un binomio con Rajoy como cabeza política y Rato como vicepresidente único responsable de Economía'. O con Rato al frente de un Ministerio de Exteriores con más atribuciones en economía y cultura.

El presidente de una empresa pública propone una fórmula según la cual Rato permanezca en el Gobierno 'con fecha de caducidad' para dentro de un par de años. La mayoría opina que un cartel electoral que aúne a ambos políticos sería imbatible en las urnas.

Rajoy también tiene activos importantes que el mundo empresarial sabe valorar, como un talante menos confrontacional que el de José María Aznar y Rodrigo Rato.

El candidato mantiene fluidas relaciones con el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y ha demostrado dotes para dialogar con los nacionalismos.

Un talante que ayudará a calmar las encrespadas aguas de la política española, con el consiguiente beneficio para la actividad económica del país.

En cuanto al sueño de un cartel electoral en el que figuren tanto Rajoy como Rato parece poco probable que se produzca. Al parecer, ambos se tantearon este verano para prometerse apoyo mutuo e incondicional fuese cual fuese la decisión de Aznar. Pero no llegaron a dar el paso de ofrecerse un cargo en sus hipotéticos y respectivos equipos de gobierno.

Y es que, aunque ambos mantienen una excelente relación, es difícil conformarse con ser vicepresidente del Gobierno cuando has podido ser presidente.

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