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Cotización

Repsol e Iberdrola alcanzan su mejor registro anual

Tres de las compañías insignia de la economía española están viviendo un momento dulce en el parqué madrileño. Repsol ha alcanzado esta mañana su máximo anual en 15,46 euros, un precio que no marcaba desde marzo del año pasado. Algo parecido ocurre con Iberdrola, que registra lo cota que perdió en marzo de 2002: 15,55. Por su parte, Iberia ha llegado a acariciar los 1,96 euros que marcan su techo desde enero, aunque ha perdido fuelle pasada la media sesión para cerrar en los 1,90. Al clima de subidas que vive la renta variable, ambas empresas suman la buena evolución de su negocio.

Repsol recibe el beneplácito del mercado tras haber presentado un balance positivo, ayudado por el alza del precio del crudo, junto con el incremento de la producción y la reducción del coste financiero, así como la clarificación del panorama argentino ante la proximidad de un acuerdo entre el FMI y el Gobierno de Kirchner con el que se descongelarán las tarifas públicas. Repsol se ha revalorizado un 8,97% en el último mes, por encima del selectivo español.

En plena polémica por el gran apagón que dejó sin luz a 50 millones de personas en EE UU y Canadá, Iberdrola aprovecha el buen comportamiento bursátil de las eléctricas que, en su caso, se ve reforzado por un aumento del beneficio superior al 12% y el anuncio de que irá aumentando la retribución de los accionistas en la misma proporción que aumente su beneficio.

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Por su parte, desde los mínimos del mes de marzo, cuando sus acciones marcaban 1,13 euros en plena incertidumbre bélica por la guerra de Irak y de crisis de las aerolíneas, Iberia ha entrado en una espiral alcista que le ha llevado a revalorizarse desde entonces más de un 70%, y que hoy le permite acariciar los máximos anuales en el parqué madrileño, en 1,96 euros. En lo que va de año, la cotización de la aerolínea ha aumentado un 27%, y es el premio del mercado a una gestión efectiva en uno de los escenarios más oscuros vividos por el sector.

Flexibilidad

Aunque los resultados de Iberia en los dos primeros trimestres del año no fueron positivos, los expertos señalan que ha mostrado una gran flexibilidad para capear el temporal y adecuarse a las nuevas dificultades. A la aparición de las competitivas aerolíneas de bajo precio, Iberia ha sabido reestructurar sus servicios con cambios en las tarifas, en la distribución interior de los aviones, y en los servicio ofrecidos a bordo y en tierra.

A la caída de la demanda por la difícil conyuntura mundial de estos meses, con la guerra de Irak, la subida del carburante y la neumonía asiática, ha efectuado un rejuste de rutas y una reducción de costes que apunten a la rentabilidad. Así, ha conseguido aumentar el número de pasajeros en el primer semestre pese al recorte de vuelos. Además, ha afrontado la renovación de la flota con cautela pero con pasos seguros.

Los analistas confían además que la empresa que preside Fernando Conte, quien sustituyó a Xabier de Irala en mayo, sabrá optimizar su liderazgo en las rutas entre Europa y Lationamérica, una vez que la economía de la región americana se vaya recuperando. Asimismo, la ampliación de sus dos principales aeropuertos, Madrid y Barcelona, junto a los constantes retrasos en la puesta marcha del AVE entre las dos ciudades, supondrá un empujón a su negocio en el medio plazo. Las acciones de Iberia siguen elevando su precio, y, a juicio de los expertos, puede continuar alcanzando máximos en el corto plazo.

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