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Derechos de autor

El canon por comprar un CD virgen en España será de los más altos de la UE

Si usted tiene previsto adquirir próximamente un CD o un DVD virgen, hágalo antes del 1 de septiembre. En esa fecha, España dejará de ser uno de los siete países europeos que no imponen a los compradores de estos productos un canon para compensar la realización de copias privadas. Y se convertirá en uno de los mercados que fija un sobreprecio más alto por esta cuestión, que en algunos casos (como el de los CD-rom data) ascenderá hasta el 28% del precio actual. La explicación a esta situación está en el acuerdo alcanzado la semana pasada por Asimelec, la asociación que aglutina a los fabricantes y distribuidores del sector, y las entidades de gestión de derechos de autor. El pacto, que pretende compensar a los autores por la realización de copias privadas (ese CD que usted graba para oír en su coche, por ejemplo), situará a España de la noche a la mañana entre los países que mayor gravamen imponen por la compra de estos productos.

'El acuerdo que se ha firmado coloca a España entre los países de banda alta, por detrás de los países nórdicos y de Francia, pero por delante de otros países europeos', señala Amadeu Abril, de Cuatrecasas. Así, y si tomamos como ejemplo el minidisc audio virgen (que se gravará con un canon de 0, 30 euros por hora), sólo tres países europeos (Francia, Dinamarca y Holanda) fijan un canon mayor para este soporte, frente a seis que lo imponen menor, uno con la misma cuantía, y seis que no cobran tasa de ningún tipo. La comparación de estos precios se basa en datos incluidos en el propio texto del acuerdo firmado entre fabricantes y entidades de gestión.

Un pacto privado

El acuerdo entre industria y autores es, según los expertos legales, perfectamente legítimo, pero ha surgido como consecuencia de un vacío legal. La actual Ley de Propiedad Intelectual, de 1987, legitima el pago de un canon por copia privada tanto en casetes como en cintas de vídeo, pero no incluye referencia alguna a los nuevos soportes informáticos, ya que éstos comenzaron a comercializarse después de la promulgación del texto.

A la espera de que el Gobierno presente un proyecto de reforma de la ley, que lleva más de un año paralizado, tanto industria como autores han optado por resolver la cuestión a través de un acuerdo privado. 'La ley actual contiene una previsión, pero limitada a casetes y cintas de vídeo. Los fabricantes hubieran preferido que el tema se resolviese con la futura reforma del texto, pero por el momento no parece haber intención de promulgar la norma', señala Abril. Otra de las razones que han impulsado el acuerdo ha sido las reiteradas demandas judiciales que los autores han interpuesto para reclamar el canon y que han sido resueltas en su favor por los tribunales.

Bajo la sombra de la piratería

Pese a que las entidades de derechos de autor ya han advertido que el cobro de la tasa por copia privada no tiene relación alguna con el problema de la piratería, la sombra de esta cuestión planea sobre el acuerdo. Con la ley en la mano, el único motivo que puede justificar la imposición del sobreprecio es la necesidad de compensar a los autores por las copias para uso doméstico (no comercial) que hacen los consumidores y no por las falsificaciones. Pese a ello, algunos expertos consideran que los ingresos extra que traerá este sobreprecio constituirán una inyección de oxígeno para una industria golpeada por este problema.Sólo durante el año pasado, la piratería de obras musicales generó un negocio en todo el mundo de unos 4.300 millones de euros, según datos de la industria. España se situó entre los diez países más afectados del mundo, con un porcentaje de falsificaciones que ha pasado del 5% en 1998 al 25% en 2002.

La tasa multiplicará los ingresos

El canon que comenzará a cobrarse a partir de septiembre multiplicará las arcas de las entidades de gestión de derechos de autor. Sólo a modo de ejemplo, el año pasado se vendieron en España 100 millones de CD-rom de datos, un soporte que se gravará con 0,13 céntimos la hora, lo que supondrá unos ingresos superiores a los 13 millones de euros. El acuerdo firmado por autores y fabricantes impone a los CD-rom audio y a los minidisc un canon de 0,30 euros por hora de grabación, mientras que en el caso de los DVD-vídeo la compensación ascenderá a 0,70 euros por hora.La escala pactada se mantendrá estable hasta 2004. Para el año 2005, el acuerdo prevé que el canon para los CD-rom de datos se sitúe en 0,16 euros, mientras que los CD-rom audio y los minidisc alcanzarán los 0,35 euros por hora. La tasa del DVD-vídeo se mantendrá en 0,70 y la del DVD-data se revisará en función de su índice de ventas.

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