Coface advierte aumentos de la morosidad comercial en automóvil y construcción
El retraso en la esperada recuperación económica internacional, que ahora se aplaza hasta el último trimestre del año, y sus efectos sobre el consumo de los hogares, está generando un deterioro de la actividad, especialmente acusado en las industrias automovilísticas, textil y de distribución, cuyo efecto más inmediato es el aumento de los impagos comerciales y la amenaza de quiebras.
Este sombrío panorama es el que dibuja el último informe de riesgo del grupo Coface, líder mundiales del seguro de crédito a la exportación, que denuncia también la 'degradación del contexto geopolítico internacional, el aumento del precio de la energía y la inquietud ante posibles atentados terroristas' como factores que están paralizando las inversiones y el comercio internacional.
En este contexto, los analistas de Coface destacan la difícil situación del sector del automóvil, afectado por la caída de la producción y las ventas de vehículos nuevos 'a raíz de la saturación de los mercados norteamericano y europeo'. Una evolución que repercute en el resultado de las empresas y, 'aunque el riesgo de impago de un constructor o importador mayorista es limitado', advierten que es 'muy importante para 'los fabricantes de equipos y componentes que se enfrentan a 'fuertes presiones en los precios y a retrasos por parte del librador'.
En el mercado español las matriculaciones de turismos en el primer semestre se elevaron a 688.799 unidades, un 0,8% menos que en el periodo enero-junio de 2002.
Preocupante es también la situación del sector textil, debilitado por la competencia de los países con bajos costes de producción y la ralentización del consumo, hasta el punto de que el informe de Coface anuncia que 'la deslocalización de la producción y los cierres de las empresas van a mantenerse'.
Apunta también Coface un descenso en la actividad de la construcción en el segundo semestre, especialmente en los países de la UE, donde la construcción residencial 'seguirá disminuyendo' y las obras públicas 'podrían verse afectadas por el deterioro de las cuentas públicas'. Ante esta situación, exceptuando los casos de Japón y Alemania, 'el riesgo de impagos sigue siendo muy elevado, sobre todo en el comercio de materiales de construcción'.