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Telecomunicaciones

Telefónica repatrió 1.500 millones el año pasado de Latinoamérica pese a la crisis

La división latinoamericana de Telefónica vivió el año pasado uno de sus peores ejercicios. El derrumbe de las principales divisas de la zona y el enfriamiento del consumo provocado por las dificultades económicas impactaron directamente en la cuenta de resultados. Los ingresos cayeron un 31,4% y ni el recorte de costes ni la drástica reducción de las inversiones consiguieron mejorar el resultado final. La filial entró en pérdidas y los números rojos sumaron 182,6 millones de euros.

Y, sin embargo, Latinoamérica siguió siendo para Telefónica un buen negocio. Su cuenta de resultados, por supuesto, se vio influenciada por el impacto de los tipos de cambio, pero su caja aumentó. Porque la verdadera riqueza de la inversión de la operadora en América Latina no procede tanto de los resultados como de la caja que genera y lo que Telefónica repatría de la zona, y las filiales americanas son auténticas máquinas de hacer dinero.

Así, Telefónica repatrió el año pasado 1.500 millones de euros de Latinoamérica, a través de los dividendos repartidos por las filiales y de las comisiones por gestión. La compañía no suele facilitar este dato y, según fuentes cercanas a la empresa, sólo se ha decidido a hacerlo ahora para demostrar a los analistas que su exposición a la zona no debe suponer una penalización en Bolsa. Es imposible, por tanto, comparar la evolución anual de las repatriaciones, pero sí se puede acudir a la variable que determina la capacidad de cada filial para distribuir dividendos. Se trata del flujo de caja libre y en 2002 se disparó un 66,6% para el conjunto de las operadoras latinoamericanas.

La clave de la mejora está en el propio negocio y en los recursos que necesita. Las filiales de telefonía fija de Telefónica en América Latina tienen ya una larga trayectoria -la brasileña Telesp, la más joven, va a cumplir cinco años de pertenencia española- y su operativa es madura. Gran parte de la red está ya desplegada, así que la reducción de inversiones no penaliza el crecimiento. Y eso es lo que ha hecho Telefónica.

Recorte de la inversión

El recorte de inversiones ha sido drástico en todas las filiales y ha compensado con creces la caída de los ingresos. El resultado es un flujo de caja libre que crece a tasas del 67% y se sitúa en 1.952 millones de euros, de los que buena parte se han repatriado a través de dividendos.

El mayor activo de Telefónica en Latinoamérica es Telesp. La brasileña aporta 1.092 millones al flujo de caja libre total de la filial, a mucha distancia de sus hermanas peruana, argentina y chilena. Y buena parte de ello lo reparte en dividendos. De hecho, hay analistas que han llegado a recomendar la compra de los títulos de Telesp que todavía cotizan en la Bolsa de Nueva York por su elevada rentabilidad por dividendo, que roza el 9%.

Los grandes beneficiados de esta política de retribución al accionista son los socios de Telesp, con Telefónica a la cabeza, ya que cuenta con el 87,42% del capital.

Las contribuciones del resto de las compañías latinoamericanas son más limitadas. Telefónica del Perú, sin embargo, ha conseguido sortear la crisis de tal manera que su flujo de caja libre se incrementó un 30,7% el año pasado. La compañía presidida por César Alierta tiene el 97,07% de su participada peruana, así que todo dividendo que distribuye va a parar casi en su totalidad a las arcas de Telefónica.

Parecida es la situación en Argentina, donde los minoritarios suman menos del 2% del capital de la operadora que gestiona Telefónica. El reparto que se haya hecho de los 202 millones de euros que ha generado como flujo de caja libre ha ido íntegramente a la matriz.

El escenario cambia en Chile, donde menos de la mitad de los dividendos de CTC terminan en Telefónica. Aun así, la noticia de que la compañía va a aprobar el reparto de un dividendo extraordinario tendrá un impacto positivo en la caja de su matriz.

Por bueno que haya sido el año 2002 para Telefónica por la repatriación de caja de sus filiales, mejor hubiera sido sin el impacto de las divisas. Al igual que sucede con los ingresos, la conversión a euros de partidas generadas en reales brasileños o pesos argentinos se deja mucho por el camino.

Para este ejercicio se prevé una recuperación de las principales divisas latinoamericanas, lo que volverá a disparar el volumen de flujos repatriados. Sobre todo, porque la inversión no se va a aumentar y menos ahora que la mayoría de los recursos financieros están destinados al desarrollo de la red de telefonía móvil en México.

Sin embargo, algunos analistas -CSFB entre ellos- han comenzado a cuestionar ya la sostenibilidad de la rebaja de inversión y aseguran que Telefónica está recibiendo presiones de determinados países para aumentarla. æpermil;sta es, precisamente, una de las razones por las que la operadora no hace pública la cuantía de las repatriaciones, ya que le resta fuerza para negociar.

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