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Actividad

La economía española salva el primer trimestre con un crecimiento del 2%

La economía española resistió en el primer trimestre del año los embates de la gran incertidumbre internacional (incluido el conflicto bélico de Irak) con un crecimiento del PIB interanual 'del entorno del 2%', según estima el Banco de España en su último boletín de coyuntura.

De confirmarse esta previsión (el Instituto Nacional de Estadística hará público el dato oficial dentro de dos semanas), ello representaría un estancamiento del crecimiento de la actividad respecto a los meses anteriores en los que el PIB aumentó a tasas muy similares (el primer y segundo trimestre de 2002, al 2%; el tercero, al 1,8%, y el cuarto, al 2,1%).

Sin embargo, si se tiene en cuenta el entorno europeo y el de Estados Unidos, el crecimiento generado en España es satisfactorio, muy por encima de la media comunitaria. De hecho, países centrales como Alemania y Francia mantienen crecimientos muy próximos al cero, con graves desequilibrios presupuestarios. El Banco de España centra el sostenimiento de la actividad en la demanda interna, que habría crecido de enero a marzo un 2,3%, fortalecida por el aumento del empleo y la mejora en las expectativas inflacionistas. Dentro de la demanda interna, el consumo privado se está viendo apoyado por las menores retenciones impositivas, fruto de la reforma del IRPF que entró en vigor en enero. Gracias a ello, el consumo habría mantenido un tono similar al del cuarto trimestre de 2002.

La inversión, por su parte, prosigue con el pobre resultado de meses anteriores. La peor parte se la lleva la de bienes de equipo, con un crecimiento 'prácticamente nulo', aunque mejor que las tasas negativas registradas en los dos años anteriores. Echa una mano, no obstante, la inversión en construcción no residencial realizada por las empresas y por las Administraciones públicas.

El sector exterior, por su lado, continúa con signos de debilidad. La aportación neta de la demanda exterior (exportaciones menos importaciones) al crecimiento de la economía ha seguido siendo negativa (cuatro décimas de PIB), aunque de menor cuantía que en el trimestre anterior. El comportamiento de las ventas al exterior está muy influido por la evolución de la demanda en Alemania y Francia, principales mercados de los productos españoles. Desde el punto de vista de las ramas productivas, la economía española marca ritmos diferenciados. Junto al dinamismo ya comentado de la actividad constructora, la industria y los servicios de mercado mantuvieron hasta marzo un tono similar al de finales de 2002. Para los próximos meses es de esperar una mejora de las expectativas, una vez eliminada la incertidumbre abierta por la guerra con Irak. Con todo, se está muy lejos del 3% de crecimiento medio del PIB, marcado como objetivo por el Gobierno para este año. De hecho, la mayor parte de los organismos internacionales estima que España no pasará del 2,5%.

Deuda de las familias

Por otro lado, el Banco de España avisa del aumento de la deuda de las familias. Las condiciones de financiación favorables (bajos tipos de interés) permiten que los hogares puedan seguir sustentando unos flujos de gasto superiores a los que podrían afrontar con sus recursos corrientes, con el consiguiente aumento de los niveles de endeudamiento.

El crédito concedido a las familias, en especial el hipotecario, aceleró su ritmo de crecimiento en el cuarto trimestre de 2002, y 'no existen indicios de que se haya desacelerado en el primer trimestre de 2003'. Ello aumenta el riesgo de impago por parte de las familias ante hipotéticas subidas de tipos de interés a medio plazo.

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