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Día del Trabajo

Parados de Sintel boicotean de forma violenta el Primero de Mayo

El final del acto se suspendió después de que un trabajador presuntamente de Sintel agrediera a Fidalgo, al que tuvieron que dar dos puntos de sutura en la cabeza. En Alemania y en Francia los sindicatos protestaron por los recortes sociales que preparan sus Gobiernos.

Lo tenían planeado desde hace días. Cerca de un millar de trabajadores afectados por el conflicto de Sintel tenían previsto acudir a la manifestación del Primero de Mayo de Madrid 'a que los detuviera la policía'.

Los empleados de la ex filial de Telefónica consideran que la dirección de CC OO les ha 'abandonado' tras la firma del acuerdo con el Gobierno y Telefónica en agosto de 2001 para la recolocación de 700 trabajadores que quedaron en paro tras la quiebra de la compañía.

En concreto, los afectados aseguran que no han recibido ninguna oferta de recolocación de las prometidas, mientras que el Ministerio de Trabajo y la cúpula de CC OO insisten en que los ex empleados de Sintel están rechazando esas ofertas sin motivo alguno. Además, el líder de CC OO ha calificado recientemente de 'gangsteriles' las actuaciones de algunos trabajadores de Sintel que, según fuentes del sindicato, están profiriendo amenazas

Para los antiguos empleados de la ex filial de Telefónica el responsable de que no se solucione el conflicto tiene nombre y apellidos, José María Fidalgo, y ayer decidieron tomarse la justicia por su mano.

Los responsables de CC OO conocían la intención de los empleados de Sintel de tratar de boicotear la manifestación del Primero de Mayo y por eso habían reforzado sus servicios de seguridad, que tradicionalmente en este acto son los encargados de velar por que no haya incidentes, en lugar de los cuerpos policiales.

Sin embargo, todas las precauciones fueron pocas y lo que iba a ser una jornada festiva y una manifestación sindical bajo el lema 'Por la paz y el empleo, no a la guerra' se convirtió en una tensa marcha llena de insultos y conatos de violencia protagonizados por los antiguos empleados de Sintel.

Apenas transcurridos 15 minutos desde el inicio de la marcha en la que había unas 5.000 personas, alrededor de 2.000 trabajadores de la ex filial de Telefónica y sus familias cortaron el recorrido de la manifestación y se enfrentaron a la cabecera, donde tras la pancarta estaban los secretarios generales de CC OO, José María Fidalgo, y de UGT, Cándido Méndez, así como otros dirigentes sindicales y políticos del PSOE e Izquierda Unida.

Durante más de una hora impidieron avanzar a la cabecera de la manifestación coreando sin cesar insultos al líder de CC OO y otros lemas como 'Fidalgo, aprende, Méndez no se vende', 'Sintel solución, Fidalgo dimisión', o gritos que acusaban al responsable del sindicato de ser 'un ministro del PP sin cartera'.

Después de más de dos horas de agresiones verbales y mucha tensión, lo peor quedaba por venir. Cuando los líderes sindicales lograron llegar al estrado donde tenían previsto realizar sus habituales discursos, un trabajador, que según varios testigos, vestía la camiseta con el lema 'Sintel resiste', agredió a Fidalgo con el palo de una bandera, golpeándole en la cabeza.

Como consecuencia del golpe, el líder de CC OO comenzó a sangrar abundantemente por la frente y, en medio de una gran confusión, fue evacuado al hospital Clínico de Madrid, donde le practicaron una cura y le dieron dos puntos de sutura en la cabeza.

Los responsables de CC OO y UGT decidieron suspender las intervenciones y un afectado Cándido Méndez subió a la tarima para condenar la agresión de su 'compañero y amigo' Fidalgo. 'Hay veces que pretendiendo defender la fuerza de las razones se debilitan dichas razones o se pierden. Hoy estamos aquí con un mensaje más potente en favor de la paz y contra la guerra desde la unidad sindical'. Las reacciones de condena a la agresión fueron numerosas desde todos los sectores. El propio José María Aznar llamó a Fidalgo para interesarse por su estado. El portavoz de Sintel, Adolfo Jiménez, condenó la agresión, aunque dijo 'comprenderla (por la situación que atraviesan los trabajadores), aunque nunca justificarla'.

A última hora de ayer no se había detenido al agresor. En el recorrido de la manifestación no hubo prácticamente presencia policial.

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