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Transacción

Un informe dice que el valor de la nueva Gas Natural sería menor que Iberdrola

El valor de la empresa resultante de la opa lanzada por Gas Natural a Iberdrola sería menor, si la operación sale adelante, que el actual de la eléctrica, según fuentes próximas a la operación. Este análisis destaca que el valor de la nueva compañía sería no solamente inferior a la suma de la dos empresas implicadas en la opa, sino también un 3% menor a la actual capitalización bursátil de la empresa que dirige Ignacio Sánchez Galán. Esa parte del informe se ha articulado sobre la base de la suma de la capitalización bursátil de Iberdrola y Gas Natural, a 8 de abril de 2003, cifra a la que se añade 612 millones de euros por el impacto, como renta perpetua, de las sinergias que se obtendrían de la operación.

No obstante, esas sinergias se han calculado con las estimaciones de los asesores de la eléctrica, que cuantifican los ahorros de costes anuales en 80 millones y no en los 415 millones al año previstos por Gas Natural hasta 2005. Por el contrario, se resta la salida de caja por la deuda que el nuevo grupo deberá asumir para pagar el dinero en efectivo que se ofrece a los accionistas de Iberdrola en la opa.

También quita valor los flujos que no se generarán en el futuro por las desinversiones y menores inversiones contempladas en el plan elaborado por el grupo que preside Antoni Brufau. Y en este sentido, se subraya que la menor inversión en torno a 4.100 millones se traduciría en una hipoteca para el desarrollo. En esta línea se destaca que el crecimiento del Ebitda (beneficio bruto de explotación) previsto por el grupo gasístico para la fusionada es del 12%, mientras que Iberdrola contempla un crecimiento superior en su plan estratégico 2002-2006.

Asimismo, se señala que el plan de desinversiones, que se ha presentado a Economía y a la Comisión Nacional de la Energía (CNE), también influirán negativamente en crecimiento. Esas desinversiones, se añade, afectarán a activos estratégicos, especialmente en la actividad de generación, como las centrales hidráulicas de Iberdrola. Sin embargo, pese a la calidad de esos activos se considera que no serían posibles ventas rápidas, necesarias para la reducción de la deuda.

Y es el endeudamiento financiero en donde el análisis que, en alguna medida, es una foto fija de la integración, hace una especial reflexión. La deuda de Iberdrola se eleva a 10.687 millones, mientras que la de Gas Natural asciende a 1.627 millones, cifras a las que hay que añadir el coste de la opa. Esto supone que el apalancamiento de la empresa resultante (relación entre la deuda neta y los recursos propios más deuda neta) quedaría en el 67% frente al 57% actual de Iberdrola.

El nuevo grupo, se añade, vería incrementado su riesgo en América Latina, aspecto negativo por la situación que atraviesa esa región. E indica que la mayor parte de las enajenaciones se producirían en el mercado español para obtener el beneplácito de Economía.

Por el contrario, se subraya que la estrategia de Iberdrola es más conservadora y centra su crecimiento en España. Según han manifestado los directivos de Gas Natural durante el road show que han mantenido en las ultimas semana, el grupo fusionado obtendrá el 13% de su resultado en países latinoamericanos en el año 2006.

Y la naturaleza de las desinversiones además produciría, se subraya, un incremento del riesgo regulatorio, es decir una mayor dependencia de las decisiones de la Administración, respecto al que actualmente tiene Iberdrola. 'La empresa resultante pierde poder en el mercado', tema que podría agudizarse con las condiciones de desinversiones adicionales que impondrá Competencia.

Hidrocantábrico confirmó este fin de semana su interés por los activos que podría vender Gas Natural si sale adelante la opa, y Fenosa indicó que 'seguía con atención el proceso'

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