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Política monetaria

Bruselas pide al BCE que rebaje los tipos si la crisis afecta a la recuperación

El Ejecutivo comunitario está muy preocupado por el efecto sobre la maltrecha economía europea de un cada vez más que probable conflicto bélico. Tanto es así que ha llegado a sugerir al Banco Central Europeo (BCE) que no dude en rebajar aún más los tipos de interés (están situados en el 2,5%) si la guerra acaba perjudicando la reactivación en la zona.

'En el caso de un conflicto con Irak, la política monetaria debería utilizarse para responder ante el riesgo de una crisis económica', advierte el comisario de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, en el informe económico trimestral del Ejecutivo, señala Bloomberg. En estos días, Bruselas está dando los últimos retoques a su documento 'de primavera' en donde se recogen las previsiones de la zona para este año.

Ayer, el director general de Economía de la Comisión, Klaus Regling, adelantó las líneas generales. El Ejecutivo presentará en la primera semana de abril unas estimaciones de crecimiento por debajo de las hechas públicas en su informe de otoño.

La economía de la zona euro crecerá este año 'alrededor' del 1%, inferior al 1,8% estimado en noviembre.

Regling reconoce que la actividad no despegó en el último semestre de 2002 y 'seguirá estancada' durante el primero de este año. La confianza de los consumidores ha caído de 'forma significativa' en los últimos meses, hasta niveles no vistos desde comienzos de 1996.

En estas previsiones no están incluidos los efectos de una guerra contra Irak. Según Regling, el impacto de un conflicto podría ser 'relativamente limitado', en torno a 0,1 puntos, si la guerra es de duración corta, y los precios del petróleo tan sólo sufren una subida puntual. Sin embargo, en un segundo escenario, con un encarecimiento más duradero del petróleo (más de dos trimestres) y una caída en picado de la confianza de los consumidores, el efecto sería de 0,3 puntos, o incluso superior. En ese caso, se daría también un impacto negativo sobre los intercambios comerciales internacionales, los flujos de capitales, las inversiones extranjeras y el turismo.

Más reformas

Regling recalcó que las dificultades de la zona euro no sólo parten del escenario de incertidumbre internacional, sino también de la falta de flexibilidad de la economía del Viejo Continente.

Es la tesis que manejan bancos centrales del área como el Bundesbank alemán. Ayer, la entidad financiera germana volvió a pedir al Gobierno de Gerhard Schröder reformas más profundas, especialmente en el mercado laboral, si quiere que la economía del gigante centroeuropeo logre despegar.

En concreto, el Bundesbank apunta a la necesidad de corregir 'las evoluciones equivocadas' del mercado de trabajo y a profundizar en las medidas de flexibilización.

El banco central germano considera que Alemania se encuentra desde hace dos años y medio en una fase de 'casi estancamiento' y que las perspectivas de crecimiento para el futuro son muy débiles.

'La caída de la inversión en los últimos dos años es un especial motivo de preocupación', afirma el banco.

Precisamente ayer, la federación de bancos alemanes (BdB) revisó a la baja, del 1% al 0,75%, su previsión de crecimiento para Alemania en 2003. La estimación de la patronal bancaria coincide con la del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Otras instituciones, como la OCDE se apuntan también a nuevas rebajas en la previsión de crecimiento. El organismo con sede en París confirmó ayer que los países de la OCDE tuvieron un crecimiento global de sólo el 0,4% en el cuarto trimestre de 2002, frente al 0,8% de trimestre anterior.

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