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Presupuestos 2004

Bush presenta un déficit récord por la rebaja de impuestos y el gasto en defensa

Aunque aún no se han aprobado los presupuestos del año fiscal 2003 (que comenzó el 1 de octubre), la Casa Blanca presentó ayer las cuentas para el ejercicio 2004, en el que se contemplan unos ingresos de 1,92 billones de dólares (un 4,7% más) y unos gastos de 2,23 billones, un 4,2% más. Actualmente, el Estado está prorrogando los gastos de sus departamentos automáticamente, hasta que se aprueben las cuentas de 2003, que la mayoría demócrata del Senado bloqueó hasta noviembre.

A pesar de la frase de descargo del presidente, el déficit calculado en las cuentas del Estado es el mayor de la historia 'aunque no como porcentaje de la economía' como se encargó de repetir el director de la Oficina del Presupuesto, Mitch Daniels, ayer en rueda de prensa, para insistir en que aunque no es el que se buscaba, el déficit es manejable. Un 2,7% de déficit en una economía como la americana de 10,5 billones de dólares no es demasiado, dijo. El cálculo lo sitúa muy por debajo del 6% del PIB bajo la presidencia de Ronald Reagan en 1983. Daniels también refutó la tesis de que un excesivo déficit obligará a la Reserva Federal a aumentar los tipos de interés, algo que los demócratas creen que puede ocurrir.

Las cosas no cambiarán pronto. En los próximos cinco años se calcula que los déficit totalicen 1,08 billones de dólares cuando sólo en 2001 se preveía superávit por 10 años, que sumarían 5,6 billones de dólares.

Cuentas poco realistas

El problema es que ya muchos economistas y sobre todo la mayoría de los demócratas que ayer manifestaron sus impresiones creen que las cuentas no son realistas y van a registrar fuertes variaciones, incluida la ampliación del déficit, hasta su aprobación. Los analistas hacen notar que no se incluyen en estos cálculos los costes de la posible guerra con Irak, algo que desde la Casa Blanca se ha evitado cifrar. El coste de la campaña de 1991 fue de 61.000 millones de dólares. El Pentágono se ha negado a dar detalles de costes no sólo de la campaña sino de la aún confusa etapa posterior.

Pero además aún está por ver que Bush tenga la mayoría necesaria para llevar adelante su proyecto de recorte de impuestos por valor de 674.000 millones en los próximos 10 años y que tiene como pieza angular la eliminación de la imposición sobre dividendos. El presidente necesita 10 votos demócratas en el Senado e incluso desde las filas republicanas tiene oposición, por considerar que son los más afortunados los que optan a los mayores beneficios fiscales.

Los demócratas también acusaron a Bush de aumentar la carga para generaciones futuras por el aumento de la deuda. El Gobierno se aprestaba ayer a publicar sus previsiones de endeudamiento para el próximo ejercicio.

Pese a su incierto futuro en el Congreso, las cuentas incluyen los polémicos recortes fiscales y la permanencia de los ya aprobados en 2001 y que vencen en 2010. La propuesta de Bush añadirá 1,3 billones a las rebajas de 1,35 billones aprobadas hace dos años. En estas mismas cuentas se hacen previsiones que pasan por que la economía crezca un 2,9% en 2003 y un 3,6% en 2004, que según la Casa Blanca permite compatibilizar la rebaja fiscal y el aumento de recaudación.

Vuelta a la era Reagan

La inflación en 2004 será del 2,1%. Por encima de este porcentaje se calculan los gastos de los programas más mimados por la Casa Blanca: la seguridad nacional para el nuevo superministerio creado oficialmente hace 10 días y defensa. Bush dedica 36.200 millones para el superministerio dentro de un presupuesto de seguridad que alcanza los 41.300 millones de dólares para proteger a los ciudadanos de EE UU de posibles atentados terroristas. El presupuesto de seguridad nacional del año pasado fue de 37.700 millones de dólares.

El Pentágono, que ya se ha visto beneficiado como sólo lo fue en la época de Reagan, ve cómo su presupuesto crece un 4,2% sobre el del año anterior en el que se propusieron los mayores gastos. El gasto militar pasará de los 364.600 millones de 2003 a casi 400.000 incluyendo una partida destinada al mantenimiento y vigilancia de las armas nucleares.

Crece la sensibilidad en este último capítulo cuando se han empezado a filtrar problemas de gestión en sus programas de armamento, en particular el laboratorio nacional de Los Álamos en Nuevo México, lugar en el que se construyeron las primeras bombas atómicas y sobre el que se están conduciendo investigaciones del Congreso y el FBI para saber qué tipo de gestión ha tenido.

En cualquier caso, el Pentágono seguirá siendo uno de los capítulos con un crecimiento más constante en el presupuesto del presidente Bush, que prevé un aumento de la dotación de 20.000 millones al año en los próximos seis ejercicios. En 2009 se calcula que el presupuesto militar sea de 484.000 millones.

Una cantidad algo menor, 400.000 millones, es la que Bush quiere dedicar a la reforma de los planes médicos para los americanos sin seguro y con bajos niveles de renta, conocido como Medicaid. La reforma de estos programas junto con los de acceso a las medicinas y los programas diseñados para la tercera edad son unas de las prioridades políticas del Gobierno y una promesa de Bush que busca la reelección en 2004.

Más dinero para la NASA, menos para carreteras

En estos tiempos de crisis, el Gobierno ha decidido mimar proyectos estrella de gran calado político y social, como son la reforma del Medicare (en un país en el que 42 millones de habitantes no tiene seguro médico) o la aportación de 16.000 millones para la lucha contra el sida y las ayudas a África y Caribe para luchar contra esta enfermedad. Sobre todo, el presupuesto tiene que haber hecho muy feliz al titular del Departamento de Defensa, Donald Rumsfield, quien consigue los fondos necesarios para llevar adelante sus proyectos de desarrollo de armas, sobre todo las de las Fuerzas Aéreas.'Una conclusión no se nos puede escapar: el Gobierno debe restringir el incremento de cualquier gasto no relacionado con la seguridad física del país', dice el presidente. Con esta disciplina hecha números, muchos de los programas registran fuertes recortes, ya que de los 30.000 millones de aumento de gastos, 20.000 irán a defensa, 4.000 a defensa nacional y 6.000 a repartir entre el resto de programas. Así, el de la construcción de autopistas cae un 10% y otros de carácter medioambiental quedan, en el mejor de los casos, congelados. Curiosamente, una de las agencias estatales más castigadas en los últimos años, la NASA, recibe una buena noticia tras días de tragedia con la explosión del transbordador Columbia el sábado. La Casa Blanca ha asegurado un incremento de 469 millones a la agencia espacial, un 3% más, que queda en 15.470 millones. A pesar de que el programa del transbordador ha quedado suspendido hasta que no se resuelvan las causas del accidente, la Administración ha propuesto un incremento de la financiación de este programa del 23,9% (3.970 millones) tras un recorte del 1,9% en el anterior presupuesto. La Oficina del Presupuesto dio al voz de alarma en enero sobre las consecuencias en la seguridad de los ahorros en la NASA.

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