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Estímulo fiscal

Bush apuesta por un 'plan de crecimiento y empleo' que costará 674.000 millones de dólares

El presidente de Estados Unidos ha anunciado hoy su ambicioso plan de estímulo fiscal por 674.000 millones que gira fundamentalmente en la erradicación del gravamen sobre dividendos que pagan los accionistas, algo que los demócratas han denunciado como beneficioso para los más ricos, para impulsar las acciones y, sobre todo, para que el dirigente se haga con la reelección.

"Le voy a pedir a los miembros de ambos partidos que trabajen conmigo para asegurar que cada parte de nuestra economía sea saludable y vigorosa", aseveró Bush. Como recogen ya hoy los principales diarios internacionales, el paquete de medidas requiere la aprobación del Congreso, donde los republicanos tienen una mayoría estrecha. Para asegurarse de la aprobación en el Senado, el presidente necesita los votos de algunos demócratas y embarcar en el proyecto a varios republicanos moderados.

La reactivación de la alicaída macroeconomía del país es, sin duda, la primera asignatura pendiente de la actual administración. Bush había conseguido, hasta ahora, eludir la cuestión centrando la atención de todos en la amenaza terrorista y la inminente guerra con Irak. Las medidas van dirigidas a reanimar el gasto de los consumidores y reducir el desempleo con la creación de 2,1 millones de puestos de trabajo, según un documento de la Casa Blanca en un momento en que el desempleo afecta al 6% de la población activa. Para los más críticos, se trata de una continuación de las viejas promesas de Bush de reducir la carga impositiva a la clase dirigente de EEUU.

En líneas generales, las propuestas de George W. Bush para impulsar el crecimiento económico son las siguientes:

  • Eliminar de forma absoluta el doble impuesto sobre el cobro de dividendos. Costará unos 300.000 millones en los próximos diez años, según fuentes de la administración e impulsaría al alza un 10% los precios en los mercados, rompiendo con las fuertes pérdidas de los últimos tres años.

  • Aplicar deducciones impositivas para las compañías y permitir amortizaciones totales de hasta 75.000 dólares en inversión de capital, un límite ajustable al IPC.

  • Acelerar el descenso de los impuestos sobre la renta este año, y no ponerlos en marcha en 2004 y 2006, como se preveía en un principio.

  • Beneficiarios

    Según la administración Bush, 92 millones de contribuyentes se verán beneficiados de un recorte impositivo de 1.083 dólares este año. Además, 46 millones de matrimonios lo harán de una bajada de impuestos por valor de 1.716 dólares, y 34 millones de familias con hijos pagarán 1.473 dólares menos, con un incentivo de 400 dólares por niño. Trece millones de pensionistas podrán acogerse a un recorte impositivo de 1.384 dólares de media. Asimismo, sostiene que la horquilla impositiva a la que están sujetos millones de trabajadores estadounidenses bajará al nivel mínimo del 10% este año, y no en 2008.

    Propuestas de la oposición

    La oposición plantea un gasto total de 136.000 millones de dólares, que se aplicaría sólo para estimular la economía en el corto plazo y beneficiaría ante todo a la población de menores ingresos y la clase media. Frente a los beneficios permanentes presentados por los republicanos, los demócratas plantean un plan temporal de menor costo y búsqueda de más resultados en lo inmediato.

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