_
_
_
_
_
Análisis

Las empresas registran un récord de deuda financiera impagada, 157.000 millones

El año 2002 ha sido el de mayor volumen de impagos de deuda empresarial de la historia. Según datos de Standard & Poor's, se han dejado sin pagar deudas por valor de 157.300 millones de euros, superando el récord anterior marcado en 2001, 117.000 millones de euros. La tasa de impagados ha sido del 3,48%, similar al 3,49% registrado en 2001. Entre la deuda de alto rendimiento (bono basura) los impagos son el 8,94% y en la de grado de inversión, el 0,44%.

Los expertos esperan para 2003 un leve retroceso de la tasa de impagos, pero no una recuperación de la calidad crediticia, pues creen que las rebajas de calificación serán más que las mejoras. 'Hay señales de que lo peor puede haber pasado, pero eso no quiere decir que haya cambiado el horizonte', señala Juan de la Mota, director general de Standard & Poor's en España. De hecho, esta firma tiene a 95 empresas europeas (el 17% de las analizadas) con perspectiva negativa, es decir, expuestas a una rebaja de la calificación. Moody's afirma que, al menos en Europa, 'la deuda acumulada por años de gasto en adquisiciones todavía está ahí, y aún no hemos visto que el gasto de empresas o los consumidores haga aumentar los flujos de caja del sector industrial'.

Precisamente ha sido en Europa donde la tasa de impagados peor ha marchado este año. El 12,77% de las compañías de la UE con calificación de bono basura ha dejado de pagar, frente a un 7,09% en EE UU, según S&P. La mayor parte de los impagos, 123.000 millones de 157.000, ha venido de Estados Unidos, sobre todo debido a grandes casos como Worldcom o Adelphia. Pero el deterioro crediticio ha sido más patente en Europa.

Las telecomunicaciones han sido las principales culpables de este deterioro. De hecho, el 62,5% de la deuda basura de empresas europeas de telecomunicaciones no se ha pagado. Pero el principal riesgo para 2003 es que el empeoramiento crediticio se traslade a otros sectores, tal y como señalan tanto Moody's como Standard & Poor's. Las empresas de energía, química y aerolíneas están bajo la lupa, al ser sectores sensibles al ciclo, pero que necesitan financiación para operar.

El alto número de impagos y la proliferación de rebajas de calificación han marcado el paso en las Bolsas europeas durante buena parte de 2002 y presumiblemente se repetirá el escenario en 2003. No sólo afecta a las compañías de pequeño tamaño. Grandes como ABB, Ericsson, Vivendi o France Télécom han vivido auténticas pesadillas este año al caer su calificación a bono basura. Han visto desplomarse su cotización por la desconfianza que provoca la rebaja. Además, encuentran muy difícilmente financiación, y sus bonos se desploman porque los gestores no quieren deuda basura.

'La erosión de la calidad crediticia presenta muchos riesgos para los inversores, pero también muchas oportunidades. Tras la recesión de los años noventa los bonos europeos de alto riesgo subieron un 40%', afirma Beat Wittman, de Clariden Bank.

Los noventa se caracterizaron por un crecimiento desproporcionado de la inversión. Tal y como señala Fitch, 'la estacionalidad del ciclo crediticio se ha visto exacerbada por la burbuja creada en sectores como telecomunicaciones, tecnología, comercialización de energía. Los casos de fraude empresarial y el riesgo geopolítico han atemorizado al mercado, generando una crisis de liquidez'.

En otras palabras, no hay dinero. La desconfianza ha secado el mercado y las empresas que necesitan financiación ya no la consiguen. Por eso cobra tanta importancia la calificación financiera, pues las compañías con problemas financieros pueden rozar la quiebra por muy grandes que sean, tal y como ocurrió con Vivendi. La situación se agrava ahora que los bancos son también los que tienen problemas de solvencia, pues ello les obliga a restringir más el préstamo.

El deterioro de la solvencia culmina un proceso que dura desde los años setenta. Entonces el 30% de las empresas estadounidenses tenían la máxima calificación, AAA, y menos de un 10% BBB, el nivel más bajo antes de los llamados bonos basura. Ahora la proporción es inversa: 10% de AAA y 30% de BBB.

El 62% de los bonos 'basura' de las 'telecos' europeas no se devuelve

Ser una teleco europea y tener la calificación de bono basura da tanta confianza a un acreedor como una bandera con dos tibias y una calavera. Dos tercios de la deuda concedida a estas empresas no se ha pagado en el año 2002, que ha registrado una crisis de proporciones históricas. La española Jazztel, que canjeó deuda por acciones, sólo es un ejemplo. También están Energis o KPN Qwest. No obstante, para 2003 los expertos tienen mejores vibraciones.Tradicionalmente, las empresas que no pagan sus deudas tardan en hacerlo unos tres años desde que piden prestado el dinero. Así, en 2003 se habrá acabado el ciclo, y las telecos alternativas que no hayan dejado de pagar ya se habrán reestructurado. En las demás, Telefónica, Deutsche Telekom o France Télécom, los analistas también ven un 2003 sensiblemente mejor. De hecho, la calidad crediticia en el sector ha empezado ya a mejorar y las mejoras de calificación superan a las rebajas. Goldman Sachs espera mejoras en KPN, Telecom Italia, BT y France Télécom, mientras sólo Deutsche Telekom está expuesta a rebajas. El banco estadounidense lo llama 'la cura del flujo de caja'. Las empresas están dejando de invertir dinero para destinar más ingresos a reducir deuda. No obstante, tal y como señala Moody's, las empresas deberán combinar la reducción de la deuda y la prudencia con la creación de nuevos modelos de negocio: 'El traslado de la telefonía fija a la telefonía móvil obliga a las empresas a desarrollar actividades que impulsen la rentabilidad para aplicaciones de banda ancha, como ADSL o móvil de tercera generación, preservando el ritmo de generación de flujos de caja', afirma Carlos Winzer. De lo contrario, señala, no podrán mantener la calificación de grado de inversión. Pasarán, como France Télécom, a bono basura.

Más información

Archivado En

_
_