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Planes

Telefónica captará 2.000 millones para refinanciar deuda y mantener la solvencia

La actual crisis de financiación y endeudamiento del sector de las telecomunicaciones europeas ha llevado a las operadoras a explorar todas las oportunidades para recaudar fondos que menos afecten a su calificación de riesgo y a la evolución en Bolsa. Y Telefónica no es una excepción.

La compañía española registró la semana pasada en la CNMV la comunicación previa de una emisión de participaciones preferentes de capital con la que recaudará un mínimo de 1.500 millones de euros, ampliables hasta 2.000 millones. La colocación está destinada a inversores minoristas españoles y está asegurada y dirigida por BBVA y La Caixa, los dos socios institucionales de Telefónica.

La intención del ex monopolio español de telecomunicaciones es conseguir liquidez para refinanciar su deuda a corto plazo y limitar su exposición a determinados mercados latinoamericanos. México, tras la compra de Pegaso y la inyección por parte de Telefónica Móviles de 221,5 millones de euros, y Brasil son los principales focos de incertidumbre, así que la operadora pretende utilizar estos fondos para liberar sus ataduras y dejar que sean las filiales las que se endeuden en moneda local, lo que elimina los riesgos asociados a la evolución de las divisas.

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Y la opción elegida para ello, las acciones preferentes, supone una fórmula para conseguirlo que no tiene apenas impacto en la cotización -como lo tendría una ampliación de capital en Bolsa- ni tampoco en el perfil de riesgo por endeudamiento. De hecho, las participaciones preferentes computarán casi en su totalidad como capital, por lo que son 'un instrumento claro de reforzamiento de balance que sustituye endeudamiento por capitalización', explica un experto del mercado.

Por tanto, los 2.000 millones de euros que, como máximo, conseguirá Telefónica con esta emisión ayudarán a la compañía a mantener su calificación crediticia e incluso podrían impulsar una mejora, lo que devolvería a la operadora al rating que mantuvo durante 42 meses hasta que Standard & Poor's lo rebajó el pasado febrero.

Las participaciones preferentes son un producto híbrido entre la renta fija y las acciones. En este caso, la única incertidumbre del inversor es la capacidad o no del emisor para pagar el cupón o dividendo al que tienen derecho estos títulos. Según la comunicación previa registrada en la CNMV, Telefónica pagará Euribor a tres meses, con un límite mínimo del 4,25% y un máximo del 7%, durante los primeros 10 años. A partir de ese periodo, el interés se dispara y el diferencial con el Euribor se fija en el 4%. Es decir, las participaciones tiene carácter perpetuo, porque así lo requieren las agencias de calificación de riesgo para que pueda computar como capital, pero a partir de los 10 años los pagos son tan elevados que el emisor optará, con toda probabilidad, por amortizar las acciones.

Excepción por pérdidas

Puesto que la única incertidumbre que existe en las participaciones preferentes es la capacidad del emisor para pagar el cupón y el dividendo está condicionado a la obtención de beneficio distribuible, Telefónica ha tenido que incluir una excepción en el folleto. La referencia que se tomará para abonar el primer cupón, previsto para el 30 de diciembre, y los de 2003 no serán los beneficios de este año, ya que la operadora lo cerrará con cuantiosas pérdidas. Para evitar cualquier riesgo, serán los resultados de 2001 -que fueron positivos- los que servirán de guía, a la espera de que Telefónica vuelva a los números negros.

Fuentes del mercado aseguran que la colocación de las participaciones preferentes está prácticamente garantizada. Este instrumento no sólo ofrece ventajas para el emisor, sino también para el inversor. 'A los particulares se les ofrece un interés atractivo, justo en el momento en que los tipos están más bajos y cuando no existen alternativas claras de inversión ni en la Bolsa ni en los fondos por la caída de las cotizaciones', explican estas fuentes.

Aunque se trata de la primera vez que Telefónica apela a la emisión de acciones preferentes para financiarse, este tipo de instrumento no es nuevo en España. Tres sociedades cotizadas, BBVA, Repsol y Sol Meliá, además de La Caixa, han colocado participaciones preferentes entre inversores minoristas, lo que convierte a España en uno de los países más activos en este campo, pese a lo reducido del número.

El objetivo de Telefónica, según fuentes cercanas a la compañía es cerrar la colocación entre el 10 y el 15 de diciembre. Después del registro de la comunicación previa, la CNMV tardará unas tres semanas en verificar el folleto, a lo que seguirán otras dos o tres semanas de periodo de suscripción.

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