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Madrid

Ex directivos de Chupa Chups crean una nueva compañía confitera

Los cerebros de Pablo Fernández Atela, Tarak Ghariani y Frank Hoeving son 'el principal activo' de The Candy & Toy Factory, comenta el directivo de la sociedad de capital riesgo 3i Roberto Ranera. Los tres, ex ejecutivos de Chupa Chups, crearon el mes pasado la empresa con el apoyo financiero de la sociedad de inversión. Su mercado es el de los niños. Al menos los que viven en los 25 países más desarrollados.

Porque el negocio de The Candy & Toy Factory es, a partir de una idea que combine el caramelo y el juguete, diseñarlo, desarrollarlo, distribuirlo y venderlo. Al estilo de las piruletas que hacen las veces de silbato o de aquellas pastillas de caramelo que salían de la boca de un pequeño Mickey Mouse de plástico. Fernández Atela explica que un nuevo artículo de estas características suele registrar el mayor número de ventas al principio, para luego estancarse. Y que el gusto del mercado infantil varía de una zona a otra, y que se centrará en los 25 países más desarrollados.

El trío que forman Fernández Atela, Ghariani y Hoeving controla cada una de las fases del negocio. Desde el diseño hasta la distribución. Conocen las fábricas donde tal caramelo se produce con la mejor relación calidad precio, el sureste asiático. Saben cuáles son los mejores canales de distribución, los trucos publicitarios y tienen contactos con las empresas a las que pueda interesar sus artículos gracias a más de 10 años de experiencia en el sector.

Por estas razones el directivo de 3i subraya que son los creadores de la empresa los principales activos. 'Lo que nos atrae del proyecto es que ellos ya habían demostrado su capacidad vendiendo millones de un artículo novedoso', dice sin desvelar el producto en cuestión. 'Si lo hicieron entonces, lo pueden repetir ahora con el apoyo necesario', añade.

Tras dos años de crisis económica no es habitual que una sociedad de capital riesgo confíe sus inversiones a una empresa de nueva creación como lo ha hecho 3i con The Candy & Toy Factory.

Plan de negocio

El plan de negocio es el siguiente: el primer año cerrarlo con una facturación de 1,5 millones de euros y el segundo registrar 20 millones, siendo el mercado internacional su primer objetivo. 'Una vez que reconoces un mercado se hace un prototipo, vamos a los países donde se puede fabricar con buena calidad y a buen precio, se llega a acuerdos con distribuidores y se vende en los destinos', explica Ranera. En el negocio la subcontratación será, pues, clave.

Pablo Fernández lleva 'toda la vida trabajando en el sector de la alimentación', dice. Tras varios años como directivo de Chupa Chups decidió crear su propia compañía. Y convenció a Tarak Ghariani y Frank Hoeving para que se unieran a él y se desplazaran a Madrid a vivir. La sociedad 3i ha tardado cerca de un año en estudiar el proyecto y aprobarlo.

La nueva compañía no tiene sede, ni una fábrica ni una plantilla de trabajadores. Mientras Ghariani pueda estar en Corea visitando industrias, Hoeving estaría en Alemania hablando con distribuidores, y Fernández Atela, en China visitando plantas. Al mismo tiempo estarían conectados por videoconferencia con Roberto Ranera para estudiar operaciones. 'La estructura de la empresa es muy ligera', afirma Fernández Atela, que esta misma semana se desplaza al sureste de Asia en busca de fábricas de caramelos.

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