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Semiconductores

Los fabricantes de chips toman la ruta de Oriente

Ya es una realidad: los países del sureste asiático han absorbido el 35,9% de las ventas de los fabricantes estadounidenses de semiconductores en la primera mitad del año, con lo que han conseguido superar con creces el mercado doméstico de esta industria.

Intel, Texas Instruments, Motorola, IBM Microelectronics, AMD y el resto de los fabricantes asociados en la patronal SIA registraron una facturación en el primer semestre de 22.080 millones de dólares (unos 22.522 millones de euros), de los que sólo 5.190 millones (23,5%) proceden del propio Estados Unidos.

Christian Morales, vicepresidente de Intel para la región Asia-Pacífico, ha declarado a la agencia Reuters: 'Creíamos que tardaríamos un año o dos en verlo, pero este mismo año China ganará a Japón en ventas de ordenadores personales'. Son síntomas de que el sector de tecnología tendrá que volver sus pasos hacia Oriente y cambiar sus rutas comerciales tradicionales.

Tras hacer balance del segundo trimestre, en el que las ventas cayeron un 7%, hasta 6.300 millones de dólares, Intel rebajó en julio sus planes de inversión en 200 millones y anunció su propósito de eliminar otros 4.000 empleos. El líder mundial del sector, que obtiene el 70% de sus ingresos fuera de EE UU, sólo logró ver crecer sus ventas en el sureste asiático y Oceanía (38%).

El año pasado, esta región ya amenazaba con arrebatar a Estados Unidos la gloria de liderar la demanda mundial de chips. Acaparó el 29% de las ventas, sólo un punto por debajo del mercado norteamericano. Entonces, la mayor parte del crecimiento de la demanda surasiática se produjo a costa de la contracción del mercado japonés, que sólo representó un 21% de los 166.328 millones de euros que facturó el sector, según datos de la consultora iSuppli Europe. La patronal estadounidense reduce esta cifra hasta 153.000 millones de euros. Pero ambos coinciden en señalar que el volumen de negocio se desplomó un 31%.

En este frustrante escenario global, para la industria japonesa de semiconductores fue peor, en especial para NEC, que vio reducidas sus ventas a casi la mitad de las de 2000. Junto con ella, Toshiba y Samsung fueron las más perjudicadas, mientras que Mitsubishi y Sony lograron a duras penas mantener su cuota de mercado. En 2001, las ventas conjuntas del sector japonés sufrieron un descalabro del 46,4%.

Pero, mientras que los estadounidenses han rebajado a la mitad su previsión de crecimiento para este año a un 3%, los japoneses han anunciado que al término de su año fiscal, en marzo de 2003, conseguirán aumentar su cifra de negocio un 8,8%, hasta 1,21 billones de yenes (unos 10.400 millones de euros).

Toshiba ha sentado la estrategia a seguir en Japón, al dejar de producir los chips de memoria más básicos (DRAM). NEC e Hitachi se han apresurado a seguir sus pasos y concentrarse en desarrollos más sofisticados, con aplicación en electrónica de consumo, automoción y telecomunicaciones.

A expensas de los móviles

La industria estadounidense deja para el año que viene la superación de la crisis. SIA estima que, gracias a la demanda de tecnologías inalámbricas, las ventas aumentarán un 23,2% en 2003.

En cambio, el banco de inversión británico Schroder Salomon Smith Barney ha reducido drásticamente las expectativas de ventas del sector a escala mundial. Para este año, calcula que el negocio apenas crecerá un 0,5%, y para 2003, un 12%, frente al 4% y 21% que, respectivamente, había previsto en un principio.

En cualquier caso, la recuperación está en marcha en el mercado de la materia prima del sector global de la tecnología, porque la productividad de los fabricantes de semiconductores está manteniendo el pulso y ha aumentado un 86,4% en el segundo trimestre. Los expertos afirman que el negocio es rentable a partir de que se consigue utilizar el 70% de la capacidad de producción.

AMD intenta hacerse un hueco en las empresas

 

 

 

 

Hasta ahora, ninguno de los tres grandes fabricantes de ordenadores personales se había atrevido a confiar del todo en las posibilidades del chip estrella de Advanced Micro Devices (AMD), el Athlon, frente al todopoderoso Pentium de Intel. No al menos en la gama de ordenadores para empresas y otros clientes corporativos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero ahora, HP, el gigante fruto de la fusión de Hewlett-Packard y Compaq, ha decidido dar el paso. La compañía ha anunciado que utilizará el procesador Athlon XP 2000+ en el nuevo ordenador Compaq Evo D315, que está especialmente diseñado para las pymes y para los entornos educativos y de las Administraciones públicas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No obstante, HP no tiene intención de cambiar a Intel como suministrador exclusivo para sus productos enfocados a la gran empresa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La californiana AMD lanzó su Athlon al mercado en agosto de 1999, para competir con Intel en este segmento de prestigio, pero ha encontrado una fuerte resistencia en Estados Unidos. Sólo fabricantes pequeños, como Micron y Gateway, lo adoptaron. Aunque este último, al igual que IBM, decidieron el año pasado trasladar sus favores a la cuarta versión del Pentium. En cambio, en el extranjero, las multinacionales Fujitsu-Siemens y NEC no han tenido reparos en confiar en el chip de AMD para su gama de ordenadores para empresas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

AMD facturó el año pasado 3.900 millones de dólares (unos 4.000 millones de euros) y cuenta con 14.000 empleados.

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