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Crisis

Primera caída de la inversión telefónica desde la liberalización

Las operadoras de telecomunicaciones españolas se han apretado el cinturón. La crisis del sector y los problemas financieros de sus socios les han obligado a poner freno a los gastos y el primer destino del recorte ha sido la inversión. Según los datos del informe anual del organismo regulador, la CMT, el conjunto de las compañías que operan en el sector invirtieron el año pasado 8.190,53 millones de euros, lo que supone una caída del 19,6%.

Este retroceso es el primero que se produce desde que, en el año 1998, el mercado español de telecomunicaciones quedó totalmente liberalizado, con la apertura de la telefonía fija, y contrasta con las elevadas cifras de crecimiento de los años anteriores. Sólo en el ejercicio de 2000, el incremento fue del 64,88%, mientras que en 1999 las operadoras aceleraron sus desembolsos a tasas del 34,84%.

Pero la profunda crisis que afecta al sector desde mediados de 2000 ha obligado a las compañías a replantearse sus estrategias. Los socios que respaldan a alguna de estas empresas y el propio mercado de capitales ya no están dispuestos a financiar fuertes desembolsos en red, sobre todo después de años de una elevada presión inversora que, en muchos casos, está lejos de ser rentabilizada.

Con este panorama, las operadoras han dejado de considerar la inversión en infraestructuras como la panacea y han preferido centrar sus esfuerzos, financieros y operativos, en la mejora de los servicios a los clientes.

Dudas sobre el futuro

En esta revisión de estrategias también ha pesado la falta de un horizonte claro de desarrollo. La crisis y la falta de resultados positivos de las políticas anteriores han llevado a las compañías a adoptar una actitud de prudencia, a la espera de que el escenario se despeje. El caso más llamativo es el de las operadoras de móvil. Los desembolsos en infraestructuras de segunda generación ya están hechos y las incertidumbres sobre la nueva telefonía móvil han aconsejado un parón en las inversiones, que cayeron un 30,26%. Sólo los representantes del segmento audiovisual superan este descenso, con un retroceso inversor del 50,59%.

Pese a lo cuantioso de estas cifras, es la evolución de la telefonía fija y del cable la que llama más la atención, habida cuenta de que se trata de sectores de más reciente liberalización y menor desarrollo. Las inversiones en telefonía fija retrocedieron un 20,36% el año pasado, lo que contrasta con el crecimiento en el número de operadores. A finales de 2001, medio centenar de empresas prestaban servicios en este campo, ocho más que el año anterior.

Los desembolsos en cable, un segmento en plena expansión por el retraso que acumulaba, cayeron un 4,4%.

La inversión ha sido el primer destino del ahorro de costes de los operadores, pero el gasto en publicidad no le anda a la zaga. Los abultados crecimientos de años precedentes se frenaron en seco en 2001, hasta el punto de que la cifra total invertida se acerca a los niveles de 1999. En total, las compañías de telecomunicaciones redujeron un 18,27% sus desembolsos en publicidad.

Los recortes en inversión y conocimiento de marca, sin embargo, no afectaron a los ingresos. El sector siguió creciendo en 2001, lo que demuestra que la crisis es más de financiación que de consumo. Las operadoras ingresaron en sus arcas 28.216,57 millones de euros, un 13,86% más que el año anterior, lo que ha permitido una mejora en sus balances.

El grupo Auna, el más aplicado en la contención del gasto

 

 

La contención de costes ha sido una constante en casi todos los grupos empresariales que componen las telecomunicaciones, pero unos se han apretado más el cinturón que otros. Según los datos de la CMT, es el holding Auna -que agrupa a Retevisión, Amena y varias sociedades de cable, entre otras- el que más se ha aplicado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La compañía participada por el SCH, Endesa y Unión Fenosa recortó sus inversiones muy por encima de la media, un 37,93%, y lo mismo hizo con el gasto en publicidad, que cae un 34,13%. Ambos porcentajes lideran los recortes del sector y reducen la contribución del grupo al total. Así, mientras que en 2000 las inversiones de Auna supusieron el 28,8% del conjunto, el año pasado bajaron hasta el 22,2%.

 

 

 

 

 

 

 

Otras empresas han sido menos drásticas. La inversión del grupo Telefónica se contrajo en un nivel algo inferior a la media y su contribución al sector aumenta por el parón en los desembolsos de sus competidores. En 2000, representaba el 34,9% de la inversión total, en un porcentaje que aumentó al 35,37% el ejercicio pasado.

 

 

 

 

 

 

 

El recorte de gastos de Telefónica se ha centrado más en la inversión que en la publicidad, que sólo se recortó un 6,87%.

 

 

 

 

 

 

 

La única compañía que no ha acompasado las inversiones con la publicidad ha sido Vodafone. La filial española del líder mundial del móvil se situó muy cerca de Auna en lo que a menores desembolsos se refiere, pero su comportamiento, según los datos del regulador de las telecomunicaciones, con los gastos de publicidad, ha sido muy diferente, con una subida del 8,4%.

 

 

 

 

 

 

 

A pesar de los datos globales de la CMT, no todas las compañías del sector han recortado sus inversiones. La operadora de cable Ono dio un fuerte impulso el año pasado a su desarrollo y se situó por delante de Vodafone por volumen de inversión, con 554,22 millones de euros desembolsados.

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