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Estado de la nación

Aznar centrará su discurso económico en el rigor fiscal y el pleno empleo

El presidente del Gobierno destacará también las medidas tomadas por el Ejecutivo en la lucha contra el terrorismo. Por su parte, el líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, basará sus críticas en el 'fracaso' del diálogo con los sindicatos, la obsesión por el equilibrio fiscal y las reformas estructurales pendientes en un entorno de precios descontrolados.El presidente del Gobierno, José María Aznar, acudirá hoy al pleno del Congreso con un discurso económico centrado en dos objetivos principales de cara a los dos años que restan para finalizar la legislatura. Estos son, por un lado, el mantenimiento del rigor presupuestario y, por otro, el acercamiento al pleno empleo.

El jefe del Ejecutivo cree imprescindible la consolidación del equilibrio fiscal en los próximos años como mejor receta para trasladar recursos hacia otros menesteres, asunto en el que no parecen estar de acuerdo otros socios comunitarios, como Francia, Alemania, Italia y Portugal, con dificultades para cumplir con sus compromisos presupuestarios y que han sugerido ya una interpretación más flexible del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Aznar se presenta en el debate sobre el estado de la nación con el equilibrio fiscal ya conseguido pero con la amenaza de una inflación, nunca controlada y en niveles muy altos, y una recuperación económica, aún en ciernes, que puede poner en un brete la reforma del IRPF, prevista para el próximo año, que drenará a las arcas de Hacienda cerca de 3.600 millones de euros.

Respecto al pleno empleo, el jefe del Ejecutivo llevará a la Cámara baja dos asuntos pendientes. El primero de ellos es la reanudación del diálogo social con los sindicatos, roto tras la reforma de las prestaciones por desempleo y la huelga general. Aznar prometerá diálogo, pero con la idea de que es preciso seguir profundizando en la flexibilización laboral. Uno de los asuntos que está pendiente en este campo es la reforma de los convenios colectivos, iniciada hace un año pero aparcada hasta que no se cierre el capítulo de las prestaciones por desempleo.

El segundo, ligado al mercado laboral, son las reformas estructurales pendientes en los mercados energéticos y de telecomunicaciones. La culminación de la liberalización en las telecomunicaciones continúa siendo una de las principales demandas de las empresas del sector que, incluso, culpan a la situación actual del mercado de sus nefastos resultados en los últimos meses. Queda pendiente también un impulso liberalizador en el transporte aéreo y ferroviario, para que las empresas puedan operar bajo criterios de libre competencia.

En el ámbito financiero, el interés de La Moncloa se centra, como ya ha anunciado Aznar, en medidas ligadas a proteger los intereses de los pequeños inversores, frente a procesos de concentraciones empresariales o posibles fraudes contables, como ya ha ocurrido en Estados Unidos. Reforzar el buen gobierno de las empresas es una de las vías pendientes.

Si los asesores del presidente del Gobierno llevan cerca de mes y medio preparando este debate, a través de la información suministrada por cada ministerio sobre el balance de su gestión y los proyectos de futuro, desde el Grupo Parlamentario Popular se han negociado con los nacionalistas catalanes una batería de propuestas de resolución con las que el PP pretende escenificar la superación de su soledad parlamentaria. El deterioro de las relaciones con CiU, visualizado en la reciente negativa de esta formación política a respaldar el decreto que reformó las prestaciones de desempleo, ha socavado la imagen dialogante que el Gobierno tenía en el Parlamento, algo que le ha llegado a obsesionar. En la comunicación remitida al Congreso donde solicita el debate, el Ejecutivo menciona el 'consenso histórico' alcanzado en torno a la Ley de Partidos y subraya también su deseo de recuperar el diálogo social haciéndolo compatible con el programa electoral.

La tarea de Arenas

Después de remodelar el Gobierno, Aznar ha dado instrucciones a sus principales pilares para que retomen, en la medida de lo posible, las relaciones con los nacionalistas catalanes y canarios. La tarea ha sido encomendada de manera especial al nuevo titular de Administraciones Públicas, Javier Arenas, quien ha mostrado ya su disposición a reunirse con todos los presidentes autonómicos.

Arenas conoce la dificultad que va a encontrar en esta labor ya que CiU afronta el año que viene unas elecciones autonómicas trascendentales para su continuidad al frente del Gobierno de la Generalitat. La ofensiva desatada en el País Vasco a favor del autogobierno ha sido aprovechada, de hecho, por el Ejecutivo catalán para exigir a Madrid nuevas competencias. La defensa de la Ley de Partidos y la compleja situación del País Vasco, tensionada después del ultimátum dado por el Parlamento de Vitoria al Gobierno central para que complete el estatuto en el plazo de dos meses, centrará buena parte del discurso que pronunciará el presidente del Gobierno, como también la respuesta que le ofrezca José Luis Rodríguez Zapatero.

Arenas adelantó ayer, tras acudir al funeral en memoria del concejal del PP de Málaga, José María Martín Carpena, que el Gobierno destacará en el debate 'las mejoras en la lucha contra el terrorismo sin ningún tipo de triunfalismo'. El ministro de Administraciones Públicas aludió también al 'gran impulso reformista del Gobierno' y al hecho de que el PP tiene 'hoy por hoy, el apoyo de la mayoría moderada'.

Los asesores de Rodríguez Zapatero le han recomendado que no caiga en la trampa de convertir el terrorismo en el eje de su discurso, pues con ello colaboraría en la previsible estrategia de Aznar de desviar a un segundo plano problemas como las dificultades para el acceso a la vivienda o las listas de espera en la sanidad pública, sin olvidar el aumento del paro y la sensibilidad ante el fenómeno de la inmigración, temas que encabezan la lista de preocupaciones, junto a la del terrorismo, en los últimos barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas.

El PSOE quiere aprovechar también el debate para combatir el triunfalismo que suele exhibir el Gobierno en el manejo de las grandes cifras macroeconómicas a pesar del deterioro de los principales indicadores como la inflación. En sus propuestas de resolución, que serán debatidas el martes, los socialistas incluirán medidas para introducir mayor transparencia en la gestión de las empresas que cotizan en Bolsa, después de que el Ministerio de Justicia haya avanzado, poco antes de la crisis de Gobierno, su intención de buscar estos mismos objetivos a través de las propuestas de la Comisión General de Codificación, propuestas que, según el PSOE, hasta el momento han ido en sentido contrario.

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