Cuatro de cada diez parados no cobra ninguna prestación por desempleo
El presidente Aznar ha defendido la reforma del sistema de protección del desempleo declarando que los trabajadores no tienen por qué costear la 'insolidaridad de quienes no quieren trabajar' y que en el Inem existen más de 127.000 ofertas de trabajo sin cubrir. Los sindicatos consideran 'frívola' la utilización de este dato (que incluye las ofertas en proceso de tramitación) y acusan al Gobierno de querer 'criminalizar' a los parados para justificar la reforma. Según las estadísticas de Trabajo, más del 40% de los parados registrados no cobra ningún tipo de prestación. De los 986.815 que cobran algo, un 42% recibe el subsidio, que equivale al 75% del salario mínimo interprofesional.
De los 1,651 millones de parados que estaban registrados en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (Inem) en el mes de enero, 986.815 cobraban algún tipo de prestación económica (un 59,75% del total). El 40,25% restante (628.885) no recibía nada.
En el bloque de los que sí cobraban, un 42% (415.050) recibía la ayuda asistencial, que en la mayoría de los casos asciende a un 75% del salario mínimo interprofesional, lo que supone 331,65 euros (55.182 pesetas) al mes.
El resto de los beneficiarios de ayudas (571.765, un 58% del total) cobraban la prestación por desempleo a la que se tiene derecho después de haber cotizado durante al menos un año.
Acreditando este periodo de cotización, los trabajadores tienen derecho a cobrar la prestación durante tres meses. El tope del sistema está en los que cuentan con al menos seis años de cotización, que pueden cobrar durante un periodo máximo de dos años. Sin embargo, la mayoría de los beneficiarios no agota toda la prestación contributiva a la que tiene derecho y la media de tiempo que los parados cobran es de cuatro meses.
Las carencias del Inem
A juzgar por estos datos, la protección por desempleo protege de una forma u otra a la mayoría de los desempleados. Pero los agentes sociales coinciden en que el sistema es manifiestamente mejorable.
Al margen de la cobertura económica, la principal carencia del sistema español -reconocida por el propio Gobierno- es la escasa efectividad de las oficinas públicas de empleo a la hora de actuar como intermediario entre las ofertas y las demandas de puestos de trabajo.
Modernizar las oficinas públicas de empleo para 'profesionalizarlas' y hacerlas más eficaces se ha convertido en el objetivo prioritario de muchos Gobiernos europeos. En Alemania, el socialdemócrata Gerhard Schröder, que afronta una durísima reválida electoral en septiembre debido, entre otras cosas, al aumento del desempleo, acaba de anunciar una amplia reforma en este sentido.
En España, las estadísticas indican que el Inem tiene todavía mucho camino por recorrer para convertirse en una auténtica agencia de gestión de colocaciones.
En el año 2001 se realizaron 13,597 millones de colocaciones. Pero de esta cifra total el Inem sólo gestionó 2,329 millones de contratos (un 17% del total). Los 11,267 millones restantes simplemente fueron comunicados de oficio al Inem por parte de empleadores que habían encontrado a alguien para cubrir la plaza disponible por su propia cuenta y utilizando otras vías.
Vías de búsqueda
Las relaciones personales y familiares suelen dar mejor resultado que la oficina pública de empleo a la hora de encontrar una nueva colocación. Del total de parados que aparecen en la encuesta de población activa (EPA), la mayoría (el 84%) recurre en primera instancia a suscribirse a las oficinas públicas de empleo como método de búsqueda de trabajo. Sin embargo, los que encuentran antes un empleo son el 52% que decide recurrir a los contactos personales con familiares, amigos o un sindicato.
Mientras que sólo el 8,8% de los parados busca trabajo acudiendo a una oficina privada de empleo y un 1,6% declara que ha realizado una entrevista personal para ser contratado. Son aún menos, el 0,28% de los parados, los que deciden buscar financiación para establecerse por sí mismos.
Los parados 'insolidarios' de Aznar
El presidente del Gobierno, José María Aznar, sostiene que el seguro de paro sólo debe cobrarlo 'quien lo merece' y 'lo necesita'. Y la pasada semana defendió la reforma del sistema de protección por desempleo en el Congreso de los Diputados argumentando que existen 127.216 empleos disponibles en las oficinas del Inem que no son cubiertos (el dato de la tabla correspondiente a esta información corresponde al mes de febrero, ya que la distribución detallada de las ofertas de marzo no ha sido distribuido aún).
Estas declaraciones han sido recibidas con notorio malestar por los sindicatos, que acusan a Aznar de hacer un uso 'frívolo' de las estadísticas o de tratar a los parados 'como delincuentes y defraudadores'.
El dato de empleos disponibles mencionado por Aznar es verificable en las estadísticas del Inem, pero esta etiqueta incluye aquellos empleos cuya oferta está en proceso de tramitación (bien porque se están buscando candidatos idóneos, bien porque se está enviando la lista de candidatos al ofertante o se están revisando los candidatos).
Según ha denunciado UGT, el dato en sí mismo no aclara las causas por las que los puestos de trabajo no se cubren, ya que, además de ofertas rechadas, hay otras muchas para las que no hay desempleados con cualificación adecuada y otras que por sus características (temporalidad, bajísima remuneración o localización) están claramente fuera del mercado.