Jazztel quiere convertir 676 millones de deuda en capital para sobrevivir

Jazztel y sus accionistas vivieron ayer un día frenético en Bolsa, primero en España y luego en Estados Unidos. Una fuga de información que disparó la cotización y obligó a la compañía a adelantar el anuncio de los planes de reestructuración de deuda para dar respuesta a las exigencias de información de la CNMV y poder reanudar la cotización, después de tres horas de suspensión.

Y la propuesta, o su significado, gustó a los inversores, pero sólo a los españoles. Los socios nacionales relajaron la presión compradora al conocer la noticia, pero mantuvieron el impulso suficiente para que la acción cerrara con un alza del 7,83% y con el volumen más alto en un mes. Al otro lado del Atlántico la situación era distinta. Al cierre, Jazztel había caído un 31,2% en el Nasdaq, aunque con un volumen nueve veces inferior al español.

La operadora ha puesto en marcha un plan de choque para reducir sustancialmente su deuda cotizada en bonos de alto rendimiento, que asciende a 676 millones de euros y cuyos intereses se comen anualmente casi la mitad de los ingresos. El objetivo es garantizar la supervivencia, ahora que la situación del mercado y la previsión de menores ingresos hacían casi inviable el plan de negocio.

Para definir las estrategias, Jazztel ha contratado a JP Morgan y Goldman Sachs. Estos bancos serán los encargados de presentar a los bonistas el plan de reestructuración, que consistirá con toda probabilidad en la conversión de la deuda en capital (bonos por acciones) y que puede incluir el pago de alguna cantidad en efectivo.

Esta operación eliminaría la deuda de Jazztel, pero tendrá un efecto dilutivo para los accionistas. La cuantía de la dilución dependerá de la ecuación de canje que se determine, pero será sin duda elevada. Los 676 millones de euros de deuda valen en estos momentos unos 169 millones de euros en el mercado, frente a una capitalización bursátil de Jazztel de 214,38 millones.

Integración con Uni2

Pero los accionistas españoles prefirieron ayer obviar esta circunstancia y centrarse en el significado de la operación. A su juicio, la telefónica está adoptando medidas para evitar males mayores y además allana el camino a una posible fusión con Uni2, filial de France Télécom. Para evitar cualquier duda, Martin Varsavsky se apresuró a asegurar que la compañía que preside quiere sacar adelante una fusión y que para ello necesitaba transformar su deuda en acciones. France Télécom, por su parte, contribuyó con las declaraciones de un portavoz, que afirmó que las negociaciones prosiguen. Estas explicaciones no convencieron en EE UU.

Otro grupo de posibles perjudicados lo forman los tenedores de bonos, como lo demuestra el hecho de que la agencia de calificación Standard & Poor's rebajara el rating de la deuda a largo plazo de Jazztel nada más conocerse la noticia. Pero lo cierto es que los bonistas tienen ahora en sus manos el futuro de la operadora y que la cotización de la deuda, casi a precio de quiebra, tampoco daba demasiadas alegrías. Los tenedores de bonos, una vez identificados, tendrán que constituir un comité y elegir asesores para la negociación con Jazztel. Sin su aquiescencia, la reestructuración de la deuda sería imposible.

La previsión de la operadora es cerrar la negociación lo antes posible y conseguir con la reducción de la deuda unos ahorros anuales de 100 millones de euros. Con una estructura sin endeudamiento, Jazztel podría ser rentable en cuanto alcance el punto de equilibrio del Ebitda (flujo de caja operativo), previsto, en principio, para finales de este año. Con todo, Jazztel también anunció ayer que está revisando su plan de negocio con el objetivo de reducir el consumo de caja y mejorar márgenes, y que lo presentará en las próximas semanas.

A la espera de la negociación con los bonistas, la operadora ya ha allanado el camino con los bancos. Las entidades involucradas en el crédito sindicado de 195,5 millones de euros han acordado permitir la reestructuración de la deuda a cambio de que Jazztel disponga sólo de 50 millones de este préstamo.