Los directivos se ajustan el sueldo
Las grandes compañías viven momentos bajos, por lo que sus responsables han decidido dar ejemplo. Los directivos de Pearson, Motorola, Royal Philips Electronics y Alcatel forman parte de un club que ha optado por reducir sus salarios o renunciar a la retribución variable por consecución de objetivos para convencer al accionista de qué es lo que está pasando. El motivo son los resultados negativos de sus respectivas empresas.
El primer ejemplo lo ha protagonizado Marjorie Scardino, responsable del grupo británico Pearson, quien ha rechazado una bonificación de 258.620 euros correspondiente al ejercicio de 2001 después de que el grupo propietario de Financial Times registrara unas pérdidas de 640 millones el año pasado.
También Philips sufrió el azote de los malos tiempos materializados en unas primeras pérdidas anuales desde el año 1996. Mientras Motorola experimentó una reducción anual anterior a los costes de reestructuración por primera vez en 71 años.
'Unos resultados insatisfactorios deberían igualarse con un recorte o con la cancelación de bonificaciones porque el rendimiento y el sueldo están ligados', asegura Peter Bracken, jefe de comunicaciones de Whitehead Mann Group, la agencia que contrató a Christopher Bland de British Broadcasting para el puesto de presidente de BT Group. 'Las empresas necesitan que se las vea actuar''.
El estancamiento de las economías ha desencadenado una caída del gasto del consumidor en teléfonos móviles y productos electrónicos de consumo y ha obligado a las compañías a recortar costes en áreas como la publicidad.
Los accionistas esperan que los jefes de las mayores empresas consigan frenar las pérdidas; de lo contrario, tendrán que responder por sus resultados.
Motorola denegó una bonificación al presidente y responsable ejecutivo debido a unos 'resultados financieros insatisfactorios' para el segundo mayor fabricante de teléfonos móviles, que registró unas pérdidas de 1.458 millones en el cuarto trimestre del año pasado. Gerard Kleisterlee, responsable ejecutivo de Philips, y otros miembros de la junta rehusaron los incentivos después de que la empresa perdiera una cifra récord de 2.600 millones de euros en 2001.
Asimismo, Alcatel ha recortado el sueldo de su responsable ejecutivo, Serge Tchuruk, en una proporción del 35% después de que el primer fabricante de equipos de telecomunicaciones en Europa obtuviese unas pérdidas récord de 4.960 millones de euros.
En conjunto, lo que tratan los dirigentes empresariales es seguir aquella máxima de que 'no basta ser la mujer del César, sino parecerlo'.