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Análisis de coyuntura

Se consolida la recuperación americana

Los últimos indicadores publicados al otro lado del Atlántico confirman que la recuperación económica estadounidense ya está en marcha. Después de crecer en el cuarto trimestre de 2001 a una tasa anualizada del 1,4%, es previsible que en el primer trimestre de 2002 lo haga a un ritmo del 3,8% en términos anualizados y de un 1% en tasa intertrimestral. El empleo, la producción industrial, el IPI de equipos y el índice NAPM (indicador adelantado de actividad industrial) son algunos de los indicadores que ofrecen señales inequívocas de recuperación.

El empleo aumentó en febrero por primera vez en seis meses y la tasa de paro se redujo desde el 5,6% hasta el 5,5%. Por otra parte, las peticiones de subsidios de desempleo se están reduciendo en las últimas semanas, lo que confirma que las condiciones del mercado laboral siguen mejorando. La recuperación del empleo es vital para mantener el consumo privado y la sostenibilidad del crecimiento. Así, estos datos alejan alguno de los riesgos que podrían retardar la salida de la recesión.

El sector industrial, el más castigado por la crisis económica, también está mostrando fuertes indicios de recuperación. La producción industrial, aunque mantiene una evolución negativa, está frenando su ritmo de caída. Los pedidos en las manufacturas y el índice NAPM (indicador adelantado de actividad industrial) también apoyan dicha hipótesis.

Otro de los indicadores que anuncian un buen comportamiento de la producción en 2002 son los inventarios empresariales, que han aumentado en enero por primera vez desde hace un año. Aunque el consumo y la inversión no repunten en este primer trimestre, sí lo hará la variación de existencias, que esperamos que contribuya positivamente al crecimiento del PIB.

Con la recuperación económica activada, la cuestión relevante ahora es saber cuán rápido se va a materializar dicha recuperación. Creemos que la reactivación será algo lenta, aunque progresiva a lo largo de todo 2002. Los bajos niveles en el uso de la capacidad productiva, el deterioro de la confianza de los consumidores y la reciente moderación del consumo privado son algunos de los indicadores que nos hacen ser moderadamente optimistas respecto al ritmo de la recuperación. Para 2002, estimamos un crecimiento del PIB del 2,1%, frente a un 1,2% en 2001.

Peligros inflacionistas en la subyacente de la zona euro

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el mes de enero la inflación de la eurozona repuntó hasta el 2,7% (desde el 1,9% de diciembre). El redondeo (como consecuencia de la puesta en circulación del euro) y la subida de impuestos fueron los principales responsables de este repunte. Coincidiendo con lo previsto, en el mes de febrero los precios han ralentizado ligeramente su crecimiento hasta el 2,4%. El efecto euro se mantendrá aún durante algunos meses, diluyéndose progresivamente. Además, la debilidad del consumo privado y la inversión privada europeos favorecerán el moderado comportamiento de los precios. En sentido contrario, los precios podrían verse perjudicados por un posible aumento del precio de la energía. La ralentización del precio de la energía ha sido un factor importante para determinar el buen comportamiento reciente del IPC. Si observamos el comportamiento de la inflación subyacente, ésta ha mostrado en febrero un repunte. Por tanto, tendremos que permanecer atentos ante posibles elevaciones del precio de la energía que puedan provocar tensiones inflacionistas.

Sin indicios de recuperación en la demanda doméstica europea

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La demanda de inversión alemana no ofrece síntomas de recuperación por el momento. Los permisos totales de construcción alemanes decrecieron en diciembre más de lo que se esperaba (-8,6%). El principal responsable de este hecho fue la mala evolución de los permisos residenciales, que siguen cayendo a tasas muy elevadas (-14,0%). Durante 2001, los permisos totales decrecieron una media de -4,4%, mejorando ligeramente su evolución frente a 2000, pero sin mostrar señales de recuperación. En Francia, el consumo familiar de manufacturas ha crecido en febrero menos de lo previsto por cuarto mes consecutivo, acusando la ralentización de la compra de bienes duraderos, especialmente automóviles, que han mostrado el crecimiento más bajo desde diciembre de 2000. En EE UU, el déficit comercial de enero ha sido un 14,8% inferior al de hace un año. Aunque las exportaciones e importaciones siguen cayendo en tasa interanual (13,3% y 13,7%, respectivamente), hay indicios de suave mejora en la evolución de ambas, lo que podría significar el inicio de un cambio de tendencia paralelo a la reactivación económica mundial. Los permisos de construcción y las viviendas iniciadas también han mostrado un comportamiento favorable en febrero, superando nuestras previsiones por segundo mes consecutivo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el Reino Unido, la tasa de paro del mes de febrero se situó en el 3,1%. El dato es excelente, a pesar de que el número de desempleados continúa ralentizando su ritmo de caída (-4,6% en febrero, frente al -7,6% del último trimestre de 2001). Los precios crecieron en febrero un 1,0%, pero la inflación subyacente se resiste a bajar del 2%, situándose en el 2,2%.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En México, la producción industrial refuerza las expectativas de recuperación. En enero de 2002, el IPI sorprendió favorablemente por primera vez desde agosto. Además, la tasa de caída interanual viene disminuyendo de forma sostenida desde septiembre y se situó en enero en el nivel más reducido desde marzo de 2001.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En Chile, el Imacec en enero fue superior a nuestra previsión, creciendo un 2,3% interanual. Este dato está en sintonía con el buen comportamiento de la producción industrial en enero y consolida las expectativas de mejora para el año 2002.

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