Alan Greenspan ve próximo el inicio de una recuperación 'moderada'
Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, indicó ayer en su comparecencia ante el Congreso para explicar el informe semestral sobre la economía que se estaba llegando al final de la recesión, aunque advirtió que la recuperación será gradual y moderada.
En el capítulo de previsiones, el máximo responsable de la política monetaria de EE UU dijo que se espera que el PIB crezca hasta el 3% en 2002.
Emergen claros signos de que algunas de las fuerzas que han estado reteniendo la economía en el pasado año están empezando a disminuir¢. Con su barroco lenguaje, el presidente de la Reserva Federal insufló optimismo en los mercados señalando que los peores tiempos han quedado atrás y dando a entender, además, que no habrá una inmediata subida de tipos.
Con respecto al d
iscurso de julio, la previsión del paro es la que más ha variado. No es la primera vez en los últimos tiempos que Greenspan se refiere a esta variable, pero en sus previsiones para el presente ejercicio eleva el porcentaje de desempleo esperado por encima de lo estimado el pasado julio.
Entonces se esperaba que el paro afectase al 4,75% o el 5,25% de los trabajadores de EE UU. Y en su discurso de ayer ante la Cámara baja, Greenspan alertó de que ¢nos moveremos en el área del 6% y el 6,25%¢ de la población activa.
Greenspan concedió, sin embargo, que los recortes de empleo ¢están disminuyendo de forma clara¢ y que las solicitudes de ayudas al paro ¢han disminuido significativamente¢ en enero.
Respecto al crecimiento, las previsiones para 2002 realizadas antes de los ataques terroristas se movían entre el 3% y 3,25%, y ahora lo hace entre el 2,5% y el 3%. El año pasado el PIB creció un 1,1% (el porcentaje más bajo desde 1991), aunque el dato revisado se conocerá hoy.
Greenspan dedicó palabras de alabanza en su discurso a los fundamentos económicos de Estados Unidos, especialmente a la competitividad y la productividad (cuyos datos serán revisados al alza), que han podido con el revés económico acentuado por los ataques terroristas del 11 de septiembre.
Dudas sobre la demanda
En su opinión, son éstas buenas bases y el efecto de la agresiva política de recortes de tipos los que permiten el optimismo sobre el futuro. Aunque el presidente de la Reserva Federal no dejó de enumerar los riesgos que puede afrontar la economía, que condensó en la posibilidad de que la demanda de los consumidores, que hasta ahora ha permanecido fuerte, se estanque, precisamente, por el aumento del paro.
Desde la Reserva Federal se ve sólo una ¢moderada expansión del gasto en el consumo¢ y su presidente señaló que las bajas hipotecas ¢deben continuar apuntalando la economía¢.
En este sentido, el banquero central señaló que habían comenzado ¢a incrementarse las dificultades en el repago de los créditos entre las rentas más bajas, aunque esto no es un impedimento para la recuperación económica¢.
Greenspan admitió que el gasto en vivienda es ¢impresionante, pero insostenible¢. Al hilo de estos comentarios, y de la previsión de que la inflación no es un peligro, entre los analistas se confirmó la sensación de que la Reserva Federal mantendrá los tipos en el actual 1,75% hasta bien avanzado el año.
Greenspan señaló que la caída del precio del dinero y de los productos energéticos han permitido el mantenimiento de la demanda hasta ahora y ¢sería necesario que los precios de la energía sigan bajando¢, dijo.
El gobernador quiso dejar claro que el crecimiento será moderado y no se volverá a registrar el que se experimentó en los noventa ni tampoco la fulgurante salida de que se dio en otras recesiones. ¢Ciertas influencias únicas de este ciclo parece que pueden moderar la velocidad de la recuperación que se anticipa¢, dijo.
El presidente de la Reserva Federal animó a la inversión de las empresas, aunque admitió que algunos sectores no podrán hacerlo (algunas empresas de alta tecnología) y, por supuesto, no se hará en la medida que se hizo con la presión que las empresas lo hicieron en los últimos años de los noventa.
De momento, los datos sobre la evolución de la demanda siguen siendo contradictorios, pero cada vez pesan más las buenas noticias. Ayer mismo, poco antes del discurso, el Departamento de Comercio informó que los pedidos de bienes duraderos (ordenadores, aviones, coches) habían crecido un 2,6% en enero, algo que se interpreta como un señal de que las fábricas se recuperarán de la caída de producción del último año y medio.
A preguntas de los congresistas, Greenspan señaló que no teme un contagio ni problemas adicionales derivados de la crisis en Argentina, aunque se refirió a la de Japón para decir que sus problemas son muy negativos para la economía estadounidense.
En cuanto al paquete de estímulo fiscal, Greenspan volvió a repetir que ya no lo veía necesario a pesar de que destacó la importancia de las rebajas fiscales del pasado verano.
Enron, toda una fuente de lecciones para el futuro
El presidente de la Reserva Federal no se fue ayer del Congreso sin mencionar el caso Enron. Pero no lo hizo para añadir más leña al ya inflamado fuego, sino para extraer las 'lecciones' de su debacle. Según Greenspan, la desregulación del sector ha permitido que la caída del que se consideraba uno de los colosos de la energía no haya desestabilizado los mercados del gas y la electricidad. 'Enron no es un evento significativamente negativo para la economía y, de hecho, en el largo plazo, su emergencia alterará la forma en que están dirigidas algunas compañías', dijo a preguntas de los congresistas.
Greenspan volvió a mencionar el negativo efecto que pueden tener las opciones sobre acciones como salario de los ejecutivos por la presión del corto y medio plazo sobre los resultados de una compañía, algo que puede perjudicar el largo plazo y la sostenibilidad de las empresas. 'Sin duda, esto tiene un efecto en la presentación de los resultados en el corto plazo', dijo el presidente de la Reserva Federal. Si los crecimientos a largo plazo fueran apropiadamente evaluados, no tendríamos tantos problemas como ahora'. Greenspan cree que se está aprendiendo la lección y 'nos encaminamos a un intento de hacer más transparentes las prácticas contables' hacia un todo.
Por lo que se refiere a éstas, el presidente de la Reserva señaló que otras prácticas contables deben adecuarse a los nuevos tiempos como, por ejemplo, la valoración de los activos cuando una firma maneja intangibles como la confianza. En este sentido, las palabras de Greenspan han estado en línea de lo reclamado por el presidente de Andersen (la auditora de Enron), al solicitar una puesta al día de la contabilidad. Los actuales estándares de contabilidad generalmente aceptados (GAAP en sus siglas en inglés) 'contribuirán a que se produzcan más abusos si no son reformados'.