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Ecofin

Alemania promete controlar su déficit público y evita la reprimenda de la UE

Berlín sentó ayer un dudoso precedente al impedir que la Comisión Europea alertase sobre el deslizamiento del déficit público alemán hacia el límite del 3%.

El sistema de alerta rápida sobre el déficit público no constituye un fin en sí mismo, intentó justificar ayer el ministro español Rodrigo Rato la no aplicación del aviso al Gobierno alemán. La línea oficial de los ministros de Finanzas de la UE, reunidos ayer en Bruselas bajo presidencia española, se aferraba a la tesis de que el compromiso de Berlín de no superar el 3% del déficit hace innecesario activar el mecanismo de alerta previsto en el Pacto de Estabilidad.

Alemania expresaba por escrito, además, su voluntad de alcanzar el equilibrio fiscal en 2004, aunque en su propio programa de estabilidad, que recibió los parabienes del Ecofin, no se descarta que ese objetivo se alcance un año después. El Consejo evitó así tener que votar sobre la propuesta de la Comisión.

El Ejecutivo se plegaba ante estas vagas promesas, hechas siempre al margen del Pacto de Estabilidad, y el comisario Pedro Solbes llegaba a valorar positivamente la decisión del Consejo de archivar el procedimiento de alerta sin haberlo llegado siquiera a iniciar. Fuentes comunitarias, sin embargo, reconocían que el resultado alcanzado distaba del que Bruselas deseaba alcanzar cuando propuso el aviso el pasado 30 de enero.

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'Esperábamos que Alemania aceptaría la lógica de la decisión', indican estas fuentes. Después de todo, fue el Gobierno alemán de Helmut Kohl el que impuso en 1997 el Pacto de Estabilidad para asegurarse la disciplina presupuestaria de sus socios del sur en la unión monetaria. El entonces ministro de Finanzas, Theo Waigel, auspició un duro régimen de sanciones para los países cuyo déficit superase el 3% del PIB. Cinco años más tarde, un antiguo y estrecho colaborador de Waigel, Klaus Regling, encabeza la dirección general de Asuntos Económicos que preside el comisario Solbes. Regling, que abandonó los cargos públicos en Alemania tras la victoria de Gerhard Schröder, dirige desde el año pasado el análisis técnico de los programas de estabilidad.

Solbes, el responsable político, deseaba este año activar por primera vez el sistema de alerta rápida ante la peligrosa evolución del déficit público de Alemania (2,7% previsto) y Portugal (1,8%). Los dos países se han librado de la reprimenda comunitaria gracias a la furibunda reacción del canciller Gerhard Schröder, que no dudó en aliarse con el Reino Unido para dinamitar la propuesta. El fracaso pone en duda que el sistema pueda utilizarse otra vez. Al menos, contra Alemania.

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