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INTERNACIONAL

China encara un recorte de aranceles y la apertura a la inversión extranjera

El proteccionismo de los productos chinos mediante la dualidad de precios, el trato discriminatorio a los artículos de otros países o las duras restricciones a las importaciones pasarán pronto a formar parte del pasado. A cambio de su entrada en la OMC, China se ha comprometido a abrir su mercado al exterior, facilitando el acceso del capital extranjero y reduciendo drásticamente los aranceles.

El mismo día que China hacía su entrada oficial en la Organización Mundial del Comercio (OMC), el 11 de diciembre, dos aseguradoras estadounidenses, Metlife y New York Life, recibían la luz verde para vender seguros en el gigante asiático. La canadiense Manulife Financial y la japonesa Mitsui Sumitomo obtuvieron la licencia el día siguiente.

La apertura comercial ha puesto los dientes largos a numerosas empresas extranjeras, que esperan sacar provecho de un mercado de casi 1.300 millones de consumidores monopolizado hasta ahora por el Estado. En las aseguradoras, China permitirá una participación extranjera del 51% en seguros de no vida, que se ampliará hasta el 100% en dos años. En la rama de vida, la participación máxima será del 50%. Hasta ahora, el 99% de este sector ha estado controlado por compañías públicas.

Pero este es sólo un ejemplo de los compromisos adquiridos por China a cambio de su acceso a la OMC, que le ha costado 15 años de negociaciones. El Gobierno chino debe aprobar leyes que reestructuren su mercado, caracterizado por el proteccionismo y los monopolios estatales.

La Comisión de Planificación de Desarrollo ha retirado 124 regulaciones incompatibles con la OMC; la Comisión de Economía y Comercio ha abolido 13 normas, y el Banco Central ha desechado seis. No obstante, el Gobierno debe revisar o eliminar unas 90 leyes y 1.000 normas más, según el periódico China Daily.

Otros servicios a los que se debe ampliar la entrada de capital extranjero son telecomunicaciones y banca. Con diferenciación según las zonas geográficas, los bancos foráneos pueden operar ya en moneda extranjera y, en dos años, lo podrán hacer en moneda local, pero sólo con empresas. En un plazo de cinco años este servicio se extenderá a los particulares. Los bancos que entren en el mercado chino se podrán aprovechar, además, de la precaria situación en la que se quedarán algunas entidades locales al tener que deshacerse de parte de los numerosos créditos incobrables que acumulan.

En cuanto al sector de las telecomunicaciones, la participación extranjera podrá alcanzar el 25% de una compañía mixta el primer año, el 35% el siguiente y el 49% a los tres años.

La entrada de las multinacionales extranjeras, que el Gobierno ha prometido fomentar con ventajas fiscales y una simplificación de la burocracia, afectará negativamente a las empresas locales, que hasta ahora se habían beneficiado de una competencia prácticamente inexistente. No obstante, el país espera beneficiarse de un aumento de la inversión extranjera directa.

Inversión extranjera

Motorola, Ericsson, General Motors, Volkswagen, BP-Amoco, Bayer, Carrefour o Coca-Cola ya han anunciado inversiones para los próximos cuatro años. "China continuará atrayendo una gran cantidad de inversión extranjera directa en los próximos años por su entrada en la OMC, su gran y creciente mercado interno y la competitividad de su mercado laboral", señalan desde Deutsche Bank.

Pu Yonghao, analista del banco de inversión Nomura, estima que la inversión extranjera directa crecerá a un ritmo del 16% anual, hasta alcanzar 100.000 millones de dólares (111.000 millones de euros) en 2006, frente al aumento del 6% que se registraría sin participar en la OMC.

El atractivo del mercado chino para las empresas extranjeras se verá incrementado a su vez por la reducción de los aranceles. En algunos casos, como en automóviles, el recorte será drástico: de un 80-100% pasará a un 25% en 2006. En general, el arancel medio de la industria se reducirá hasta el 8,9%, aunque la horquilla oscilará entre el 0% y el 47%.

Aumento del desempleo

La entrada de empresas extranjeras y la pérdida de la competitividad de las chinas abocará a la quiebra a muchas compañías. Los analistas prevén que 12 millones de personas pierdan su empleo en las áreas urbanas. El desempleo alcanzará así al 15% de la población activa en 2004 en las ciudades, frente al 11,5% actual.

Los sectores más afectados "serán la agricultura, banca, los seguros, el acero, los automóviles y los comercios minoristas", según un informe del Credit Suisse First Boston.

En agricultura se estima que la pérdida de empleo afectará a unos 13 millones de personas de aquí a 2006. "La agricultura sufrirá el mayor impacto negativo por el acceso a la OMC, sobre todo debido a los métodos antiguos de producción y a los altos costes. El precio del grano (trigo y algodón) es cerca de un 40% más alto que en los mercados internacionales", afirma Pu Yonghao. El arancel medio de los productos agrícolas se recortará hasta el 15%, desde el 21% actual. Además los subsidios se limitarán a un 8,5% del valor de la producción.

China, por su parte, se beneficiará de la apertura de los mercados a sus productos textiles, aunque ello irá en detrimento de países pobres como India o Bangladesh.

 

El obligado crecimiento del 7% anual

Los altos crecimientos registrados por China en los últimos años (un 8% en 2000 y un 7,4%, según las previsiones, en 2001) en relación a otros países no deben confundir y hacer creer que el gigante asiático marcha viento en popa. China necesita esos porcentajes para poder avanzar y, sobre todo ahora, asumir el aumento del desempleo. "Una disminución continuada del crecimiento económico podría hacer que la economía no sea capaz de absorber todos los puestos de trabajo perdidos como consecuencia de la reestructuración de las empresas estatales. Un crecimiento inferior al 7% también podría acentuar la reciente tendencia hacia la deflación", afirma Stephen Roach, analista de Morgan Stanley.

La crisis mundial ya se nota en las exportaciones. A pesar de que en 2001 el comercio exterior alcanzó la cifra récord de 500.000 millones de dólares (565.000 millones de euros), las exportaciones aumentaron sólo un 7%, frente al 27,8% de 2000. No obstante, el Banco Mundial cree que "el acceso a la OMC y el efecto de las Olimpiadas [que se celebrarán en el país en 2008] tendrán unos efectos positivos suficientes como para compensar los efectos negativos" del 11 de septiembre.

Según un informe del banco de inversión Nomura, el ingreso en la OMC añadirá 0,5 puntos porcentuales de media al crecimiento en los próximos cuatro años y las exportaciones, que aportan el 23% al PIB, podrían crecer a un ritmo del 16% anual en el periodo 2002-2006, frente al 9% estimado sin la pertenencia a la OMC.

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