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INTERNACIONAL

El Gobierno de EE UU quiere una reestructuración de las siderúrgicas

La industria siderúrgica de EE UU deberá afrontar un proceso de reestructuración si quiere mantener, al mismo tiempo, el sistema de ayudas que protegen su mercado. Así lo aseguró ayer el representante comercial de EE UU, Robert Zoellick, que recibió la advertencia de Bruselas de que adoptará medidas si EE UU limita sus exportaciones de acero.

La Administración estadounidense se debate entre el liberalismo económico que predica a nivel mundial y el proteccionismo que practica en casa con muchos de sus sectores económicos. Robert Zoellick reconoció ayer ante representantes de la Asociación Nacional de Industria (NAM, por sus siglas en inglés) que EE UU envía así una señal contradictoria sobre su posición respecto al comercio internacional.

El lunes, la comisión americana para el comercio internacional aseguró que la industria siderúrgica estadounidense sufría competencia desleal por bajo precio que afectaba al 80% de las importaciones estadounidenses de acero. Con ello, el Congreso deja vía libre para que el presidente George Bush imponga límites a las importaciones de estos productos desde principios de 2002.

Zoellick aseguró ayer que la industria siderúrgica deberá proceder a un proceso de reestructuración interna que mejore su eficiencia y su competitividad con industrias extranjeras. Si se produce, "el Gobierno se compromete a mantener el régimen de ayudas establecido conforme a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)".

Sin embargo, estos argumentos no convencen a las autoridades europeas. Bruselas está convencida de que las limitaciones que impondría EE UU a sus productos atentarían contra las reglas del libre comercio y anunció su disposición a tomar medidas e iniciar un proceso de queja ante la OMC que dificultaría las negociaciones para el lanzamiento de una nueva ronda comercial.

Quejas ante la OMC

El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, mostró ayer su disconformidad con la decisión estadounidense y advirtió que "si EE UU decide cerrar su mercado como consecuencia de esta decisión, la UE elevará esta disputa, sin ninguna duda, al comité de resolución de conflictos de la OMC".

Lamy acusó a la industria estadounidense de trasladar al resto del mundo los problemas económicos que atraviesa el sector y aseguró que "imponiendo medidas proteccionistas sólo hará que empeoren las cosas".

Las críticas por el proteccionismo que practica EE UU con su industria siderúrgica no proceden únicamente de Europa. Corea del Sur, gran productor mundial de acero, ha criticado también la legislación estadounidense por entender que tiene un efecto negativo sobre el libre comercio mundial.

Bush encargó en junio al Congreso una investigación sobre la necesidad de aplicar restricciones a las importaciones de acero para ayudar a un sector que lleva en crisis desde 1998. Desde entonces, han quebrado unas 25 industrias en EE UU

La disputa sobre el acero se produce en puertas de una nueva reunión ministerial de la OMC, que tendrá lugar en noviembre en Qatar. El objetivo de la organización es lograr un acuerdo entre los países, principalmente entre los desarrollados y los menos desarrollados, para lanzar una nueva ronda comercial y avanzar hacia la liberalización de los distintos productos y sectores económicos.

 

Greenspan alaba al sistema financiero

El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, alabó ayer la "eficiencia notable y la flexibilidad" del sistema financiero, que fue capaz de reducir el impacto de los ataques terroristas del 11 de septiembre.

Greenspan destacó que tras los atentados los bancos y autoridades financieras aseguraron el correcto funcionamiento del sistema, lo que evitó el colapso de la economía mundial. "Literalmente, a pocas horas del ataque sobre el World Trade Center, mientras muchos de los participantes seguían en duelo y con la pérdida extraordinaria de personal y recursos, nuestro sistema financiero encontró los medios para reanudar sus operaciones", afirmó.

La destrucción de las líneas de comunicación en el corazón financiero de Nueva York interfirió en el cierre de operaciones de miles de millones de dólares. Greenspan destacó que "nuestro sistema tiene una estructura descentralizada y diversificada que le permite, así, competir con los mejores bancos del mundo.

El presidente de la Reserva participó en la convención anual de la Asociación de Banqueros de EE UU vía Internet y puso como ejemplo su intervención cibernética como testimonio de "la perseverancia estadounidense, de nuestra tecnología y de nuestra flexibilidad".

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