Moodys da a la deuda de España la máxima calificación
Moodys da a la deuda de España la máxima calificación
Moodys da a la deuda de España la máxima calificación
Gobierno y patronal lanzaron ayer a empresarios y Administraciones públicas una llamada a la responsabilidad para que no se produzcan incrementos injustificados de los precios como consecuencia de la sustitución física de la peseta por el euro.
El Gobierno confía en que la recuperación de la economía española se produzca en el segundo semestre de 2002 e, incluso, cree que en el último trimestre de este año ya hay algunos indicios de cambio de tendencia.
El Tesoro potenciará en 2002 la emisión de deuda a corto plazo para aprovechar las últimas bajadas de tipos de interés. Por primera vez en seis años, las emisiones de letras superarán a las amortizaciones. La deuda media de la deuda se reducirá hasta 5,5 años, rompiendo la tendencia de los últimos ejercicios.
El euro se apreciará, en torno a un 3%, por el efecto psicológico de la llegada de la nueva moneda a los bolsillos de los consumidores, estiman los analistas, que, sin embargo, no esperan modificaciones sustanciales en el tipo de cambio, cuya variación depende de factores estructurales como la flexibilidad de la economía de la UE y su capacidad de adaptación frente a las crisis.
La medición del PIB tiene un sesgo a la baja entre 0,5 y 0,75 puntos por las deficiencias en el cálculo de las mejoras de calidad en los bienes y servicios, según estima el Banco de España. Los precios de algunos bienes, como los ordenadores, tienen un sesgo que alcanza el 26%, con respecto a las estadísticas oficiales.
El Consejo de Ministros aprobó ayer la remisión a las Cortes del proyecto de ley por el que se prorroga por un año el Concierto Económico vasco, ante el fracaso de las negociaciones con el Ejecutivo de Vitoria. No obstante, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dejó una puerta abierta para seguir negociando en las próximas semanas y llegar a un acuerdo para la renovación, antes de que se haga efectiva la prórroga, el 1 de enero de 2002, mientras que el lehendakari Juan José Ibarretxe aseguró que hay tiempo "para seguir negociando" y abogó por el pacto " y no por la imposición".
La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), expresó su malestar por la posible subida del 4,8% de determinados valores de los módulos aplicables a las actividades incluidas en el régimen de estimación objetiva del IRPF y del régimen simplificado del IVA.
Las necesidades del Gobierno de obtener recursos para financiar los gastos públicos ante la intensa desaceleración económica está llevando al Ejecutivo a diseñar nuevas figuras tributarias. El Grupo Popular ha presentado en el Senado una enmienda al proyecto de Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado para 2002 por la que se crea una nueva tasa, que gravará las actividades portuarias "por razones de seguridad".
El presidente del Gobierno, José María Aznar, quiere aprovechar la presidencia española de la UE, que se inicia el 1 de enero, para abordar las reformas estructurales pendientes. Liberalizar e integrar las redes de transporte, los mercados energéticos y financieros, así como el trabajo y la educación, serán los ejes de esta política, que persigue combatir la "esclerosis" del proyecto europeo.
El déficit de caja del Estado aumentó de enero a octubre hasta 208.000 millones de pesetas, frente a los 44.000 millones del mismo periodo de 2000. En términos de contabilidad nacional, registró un superávit de 0,7 billones, en línea con las cifras acumuladas en el pasado ejercicio.
El menor vigor del consumo, fruto de la intensa desaceleración económica, devolverá este año el protagonismo recaudatorio a los impuestos directos, por los que Hacienda ingresará 400.000 millones de pesetas más que por los tributos indirectos.
España es uno de los países comunitarios que más bajo tiene el impuesto especial que grava los hidrocarburos (gasolinas y gasóleos), sobre todo si se compara con Reino Unido, Francia o Suecia, en donde el litro de gasolina está mucho más penalizado por el fisco.
El nivel de los 8.500 puntos se ha convertido en la gran referencia de la Bolsa española a corto plazo. Se perdió el miércoles y se recuperó de nuevo ayer al ganar el Ibex el 0,96%. Valores tecnológicos y de capitalización media acaparan el interés de los inversores, aunque es el grupo Telefónica, como siempre, el que más influye en la variación de los índices.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, reconoció ayer que el Gobierno elevará los impuestos especiales que gravan los hidrocarburos, el alcohol y el tabaco para hacer frente a la financiación sanitaria y a las necesidades de recaudación del próximo año.
El comisario de Asuntos Monetarios, Pedro Solbes, cifró ayer "en torno al 1,5%" el crecimiento de la UE para este año, y "algo por debajo de esta cifra" el del próximo ejercicio.
El vicepresidente Rato rebajará el crecimiento del PIB previsto para 2002 al entorno del 2,5%, en sintonía con las estimaciones de la Comisión Europea. El Gobierno mantendrá el equilibrio presupuestario como objetivo general de política económica, aunque no descarta un ligero déficit de una o dos décimas de PIB.
La brusca caída del precio del crudo, que ha perdido un tercio de su valor en dos meses, amenaza con colapsar las economías de los países de la OPEP. El cartel ha empujado todo el año al sector a costa de perder cuota de mercado. El grupo exige ahora que salgan a escena el resto de los actores.
Quien espere nuevos recortes de tipos de interés en la zona euro deberá aguardar algún tiempo. Al menos es la sugerencia que se desprende del último boletín mensual del Banco Central Europeo (BCE) que hizo público ayer la institución que preside el holandés Wim Duisenberg.
Los precios se desinflaron en octubre por la menor actividad económica y el abaratamiento de los carburantes. El IPC interanual cayó cuatro décimas, situándose en el 3%. En cambio, la inflación subyacente, que mide el componente estructural del IPC, se disparó hasta el 3,7%, una tasa desconocida desde 1996, ensombreciendo el buen dato de octubre del índice general. El Gobierno confía en acabar el año con un IPC por debajo del 3%, pero insiste a empresarios, sindicatos y Administraciones públicas que deben mantener moderadas la evolución de las rentas y las tarifas que aplican. El Banco de España, por su parte, redujo ayer por debajo del 2,5% el crecimiento previsto para 2002
La futura ley de mecenazgo permitirá elevar las deducciones de las empresas por aportaciones a fundaciones hasta un 40% en el impuesto de sociedades y un 30% en el IRPF. El Gobierno liberaliza la entrada de fundaciones en sociedades mercantiles.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, lanzó ayer un llamamiento a los principales líderes europeos para que mantengan en los próximos meses los compromisos incluidos en el Pacto de Estabilidad y que fueron ratificados recientemente en el Consejo de Gante. "Sería un error volver a la laxitud fiscal y desaprovechar el camino andado hasta ahora", dijo ayer, en un almuerzo organizado por el Club Español de la Industria, Tecnología y Minería, en referencia a la posibilidad de permitir mayores déficit públicos para sortear mejor la desaceleración económica.
El Gobierno ve posible rebajar la previsión de crecimiento de la economía española para 2002 (ahora en el 2,9%) si antes lo hace la Comisión Europea. El ministro de Economía, Rodrigo Rato, aseguró ayer que si se recorta el crecimiento será preservando la estabilidad presupuestaria para 2002.
El crecimiento del PIB se desaceleró hasta el 2,5% en el tercer trimestre del año, según previsiones del Banco de España. El consumo privado se frenó por debajo del 2,5% y la demanda neta exterior volvió a tasas negativas.
Funcas prevé que este año el ahorro nacional bruto aumente medio punto, hasta el 22,94% del PIB. Mientras que las empresas y Administraciones públicas registrarán leves incrementos, se espera que las familias reduzcan, por sexto año consecutivo, su tasa bruta, hasta el 7,2% del PIB, cuatro décimas menos que en 2000.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha pedido al Gobierno español que complete la liberalización pendiente de los mercados energéticos y potencie las reformas necesarias para garantizar el suministro de energía ante el continuo aumento de la demanda.
El FMI respalda la política económica y presupuestaria del Gobierno, pero considera optimista su previsión de crecimiento para 2002. El organismo internacional la rebaja al 2,3%, con la posibilidad de un ligero déficit fiscal, de carácter temporal, del 0,25% del PIB.