Jim Hackett: Un innovador en el banquillo de Ford
El nuevo CEO tendrá que tomar medidas duras para contentar a los accionistas Aprendió a trabajar en equipo jugando a fútbol americano
Aparentemente, es extraño que un experto en muebles de oficina asuma el mando de un fabricante de coches. Pero el nuevo CEO y presidente de Ford, James Jim Hackett, tiene fama de adelantado a su tiempo: apostó por los espacios diáfanos antes que nadie y ahora dirigía la división de coches autónomos de la compañía. Su nombramiento, en todo caso, ha sorprendido al sector, por lo inesperado.
Solo cuatro años después entrar en el grupo, Hackett sucede a Mark Fields, que llevaba 28 años en la empresa, y a quien su carisma y su encanto no le han servido para seducir a los inversores; en los tres años que llevaba dirigiendo la compañía de Detroit, las acciones habían caído un 37%. Los accionistas estaban dispuestos incluso a atacar el poder de la familia Ford, que tiene solo un 2% de las acciones, pero dos quintas partes del poder de voto, y como en los clubes de fútbol en crisis, estos prefirieron destituir al entrenador.
Hackett reportará, por tanto, al presidente ejecutivo, Bill Ford, que el lunes, al anunciar el cambio, le definió como “un verdadero visionario que aporta un singular enfoque de liderazgo centrado en el ser humano”. El alabado expresó su intención de crear una compañía “aún más dinámica y vibrante que mejore la vida de las personas” e insistió en crear valor “para todos los grupos de interés”.
Para contener a los accionistas, Fields acababa de anunciar que Ford, con 202.000 empleados en todo el mundo, reducirá 2.700 millones de euros en costes y 1.400 empleos en Asia y Norteamérica. Entre 2001 y 2009, como CEO de la empresa de muebles de oficina Steelcase, Hackett despidió a 12.000 empleados, entre ellos a su propio padrino de boda. “Tuvimos que hacerlo con mucho cuidado, era gente estupenda”, recordó años después. Hackett comparó el lunes los problemas de las empresas con el cubo de Rubik, “porque no se trata de resolver una cara del asunto, sino todas las caras”.
El reto será combinar el beneficio inmediato de los accionistas con la inversión en nuevas tecnologías para adaptarse a los grandes cambios del sector. Según la nota de prensa de Ford, Hackett tendrá que modernizar el grupo, “aprovechando el big data, la inteligencia artificial, la robótica avanzada y la impresión 3D”, entre otros avances. Eso se concreta especialmente en el coche autónomo, un proyecto en el que Ford es una de las compañías más punteras. Precisamente Hackett era desde hace un año presidente ejecutivo de la división correspondiente, Ford Smart Mobility.
Pese a ello, los analistas consideran que la decisión es precipitada y se debe a la revuelta de los inversores. Fields solo llevaba tres años en el cargo, “menos tiempo del que se tarda en desarrollar un nuevo modelo”, señala Antony Currie, de Reuters. Además, aunque la caída bursátil de Ford es mucho mayor que la de General Motors (Fiat y Tesla han subido), su múltiplo sigue siendo superior. El mercado recibió el nombramiento con una subida del 2% en el precio de la acción, pero durante la semana ha vuelto a los niveles anteriores.
El nuevo CEO, de 62 años –Fields tiene 56–, ha desarrollado casi toda su carrera profesional en Steelcase, líder mundial de su sector, en la que entró en 1981. En 1994, con solo 39 años de edad, se convirtió en el CEO más joven de la empresa.
Su mayor logro fue transformar la compañía de simple diseñadora de muebles a diseñadora de oficinas sin cubículos. También invirtió en la consultora IDEO, con la que creó un novedoso equipamiento de oficina, incluido el ratón de los primeros ordenadores Apple.
En Bolsa no tuvo tanto éxito. Sacó Steelcase al mercado en 1998, a 28 dólares la acción; desde entonces la compañía no ha vuelto a recuperar ese nivel, y su cotización actual está en los 17 dólares. Hackett abandonó los cargos ejecutivos de la empresa en 2015, dos años después de entrar en el consejo de administración de Ford.
Casado con Kathy y con dos hijos, Hackett nació en Columbus (Ohio) y se graduó en Finanzas en la Universidad de Michigan. Allí, dice, aprendió a jugar en equipo: practicando fútbol americano. Uno de sus entrenadores recuerda de él que “hacía todo lo posible por ayudar al equipo.No era el mejor atleta del mundo, pero lo daba todo.”
Entre 2014 y 2016 fue director deportivo interino de la universidad, y durante ese tiempo donó la mitad de lo 535.000 euros anuales de su salario en el cargo a un programa para cuidar la salud mental de los deportistas. Gracias a su gestión –fichó a la exestrella Jim Harbaugh como entrenador–, los Lobeznos (Wolverines) de Michigan, que estaban también en crisis cuando llegó, han completado excelentes campañas.
Según Hackett, “las empresas deben mantenerse en forma, igual que los deportistas. Como decía mi entrenador, o mejoras o empeoras, pero nunca estás igual”.
Una mente inquieta
Jim Hackett trabajó cuatro años en el departamento de ventas de Procter &Gamble, antes de entrar en Steelcase, donde comenzó en el departamento de ventas y marketing.
En la empresa de muebles, contrató sociólogos y antropólogos para ayudar a los diseñadores de oficinas a entender cómo trabaja la gente.
Gracias al tipo de negocio de Steelcase, Hackett desarrolló una red de contactos que le permitió conocer a BillFord, con quien comparte afición al football.Su familia es dueña de los Detroit Lions de la liga profesional.
Ford nombró el lunes otros tres nuevos directivos, dependientes de Hackett, así como un nuevo vicepresidente de Comunicaciones, Mark Truby, que reportará al presidente ejecutivo.
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