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A Arabia Saudí le costará invertir en las infraestructuras de EE UU

La participación directa del sector privado es menos común que en Europa o Australia El mercado de bonos municipales y que aprobar proyectos puede ser lento son algunos motivos

Donald Trump y el rey de Arabia Saudí, Salmán bin Abdulaziz, el domingo en Riad.
Donald Trump y el rey de Arabia Saudí, Salmán bin Abdulaziz, el domingo en Riad.EFE

El Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudí, además de participar en un fondo de tecnología liderado por SoftBank, aportará 18.000 millones de euros a un nuevo vehículo de inversión dirigido por Blackstone, destinado a las infraestructuras de EE UU, que podría alcanzar la friolera de 89.000 millones. El desafío será encontrar cosas en las que invertir.

La infraestructura estadounidense tiene mucho en lo que mejorar, según los ingenieros civiles del país, y la brecha entre la inversión prevista y la que se necesita se estima en hasta 1.800 millones de euros en una década.

El presidente Donald Trump, que ha estado en Arabia Saudí este fin de semana, y los legisladores republicanos y demócratas ven la necesidad de movilizar la inversión. Pero incluso si pudieran ponerse de acuerdo sobre cómo hacerlo, en sí una hazaña, Washington solo es parte de la ecuación. La mayoría de las infraestructuras pertenecen a los gobiernos estatales y locales.

La participación directa del sector privado es menos común en EE UU que en Europa o Australia. Una razón es el mercado de bonos municipales, que alcanza los 3,6 billones de euros, en el que los gobiernos regionales pueden recaudar capital más barato que las firmas privadas. Además, aprobar proyectos puede ser lento y complejo. A menudo hay una reticencia arraigada a renunciar al control. Esto significa que son raras las asociaciones público-privadas, como las concesiones de plazo fijo de carreteras de peaje o puentes.

El fondo Blackstone-PIF será imposible de ignorar, y puede beneficiarse de un horizonte de inversión ilimitado. Por otro lado, para algunos proyectos estadounidenses, la procedencia saudí puede verse con sospecha.

De cualquier manera, ya no hay escasez de dinero a la espera de que se rompa la presa de la inversión. Según Preqin, la pólvora seca de los fondos de infraestructura alcanza los 122.000 millones de euros en el mundo. Y un informe de UBS señala que solo entre el 1% y el 2% de los billones de dólares manejados por los grupos de pensiones y seguros están asignados al sector.

Riad necesitará mucha más paciencia para diversificarse en las infraestructuras estadounidenses que con su fondo tecnológico.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de Cinco Días.

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