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Tribuna
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Ahora parece que sí, la banca española toma impulso

Se especula con que Antonio del Valle quiere hacerse con el 25% del Banco Popular

Fachada de la sede del Banco de España en la plaza de Cibeles de la capital. EFE/Achivo
Fachada de la sede del Banco de España en la plaza de Cibeles de la capital. EFE/AchivoEFE

Hace justo un año que el presidente de un destacado banco de inversión me contaba que 2016 iba a ser un ejercicio horrible para la banca europea en general y para la española en particular. Cuando me hizo esta reflexión no se atisbaban aún todas las turbulencias que se han desatado a lo largo del presente año. Se preveía un ejercicio todavía de recuperación, con unos beneficios aún débiles, pero desde luego no se preveían 12 meses de tanta inestabilidad y tan negros para el sector financiero como al final se ha desarrollado.

Cuando este banquero hizo estas declaraciones, el Banco Central Europeo (BCE) no había tomado aún la decisión de situar los tipos de interés al 0%, y los posteriores acontecimientos políticos con destacadas incidencias económicas que se han ido produciendo a lo largo de estos meses en Europa y Estados Unidos, sobre todo, aunque sin olvidar Turquía y Latinoamérica, ni estaban ni se les esperaba.

Pues bien, este mismo banquero me confesó la semana pasada que el año que está a punto de comenzar traerá consigo un cambio radical de tendencia para la banca europea, y sobre todo para la española. “Será un buen año para el sistema financiero, por lo menos los seis primeros meses del año”, auguraba. Y parece que el comienzo del año así será, o por lo menos eso indica el cierre de 2016.

En los últimos días las Bolsas se han visto empujadas por el optimismo de la banca y han abandonado las caídas. El Ibex, de hecho, subió la semana pasada un 6,53%, empujado por la decisión del BCE de continuar con su programa de compra de activos hasta finales de 2017 y dar los primeros pasos para una próxima subida de tipos de interés. El selectivo se ha asentado en los 9.150 puntos, tras cerrar el viernes en los 9.169,6 puntos. Aunque las dudas sobre el futuro de algunos bancos se mantienen, como es el caso de la banca italiana, con Monte dei Paschi a la cabeza, o en menor grado la portuguesa (por su más pequeño tamaño), con Caixa Geral como principal incógnita.

Las previsiones de los bancos para 2017 parecen mejorar ligeramente al calor de esta previsible subida de tipos. De ahí que las cacareadas fusiones se enfríen aún más. Ya lo dijo hace unos días el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu. “Hay poca voluntad” para las fusiones en España, declaró.

Y mientras, el valor de Banco Popular va tomando impulso y ha logrado recuperar el euro por acción, precio al que cerró la semana pese a que el viernes fue uno de los farolillos rojos del Ibex al caer un 3,84%. Las dudas sobre este banco se mantienen, a pesar de que en septiembre saltó del organigrama su hasta entonces consejero delegado, Francisco Gómez, y el pasado 1 de diciembre lo hiciera su también hasta entonces presidente, Ángel Ron.

De hecho, cada vez está más extendido el runrún de que Antonio del Valle, representante del 4,5% del capital de Popular, está dispuesto a dar el salto en la entidad para hacerse con el 25% (justo el porcentaje que tiene ahora el consejo de administración).

Hay una cosa (bueno, una más) que llama la atención en Popular: la lista de consejeros del banco que, de una forma u otra, han desestabilizado el máximo órgano de gobierno de la entidad en los últimos años, lo mismo que el valor.

El pasado mes de febrero, un juzgado de Madrid condenó al empresario Trinitario Casanova a un año de prisión, al considerarlo culpable de manipular el valor del banco. Difundió falsos rumores de opa en Popular para aumentar el precio de las acciones en 2008. El empresario murciano fue consejero del banco.

En el consejo de Popular también se sentó el empresario portugués Américo Amorim, que llegó a superar el 4% del capital de la entidad. En 2013, este millonario empresario puso en duda el futuro del banco y decidió desprenderse poco a poco de su patrimonio en Popular, pese a los mensajes positivos de Ron sobre la institución. Los movimientos y las declaraciones en algunos círculos de Amorim también lograron que las especulaciones sobre el banco se extendieran.

Y cambiando de asunto, o a lo mejor no tanto. El Banco de España aprovechó la Circular 7/2016, de 29 de noviembre, por la que se desarrollan las especificidades contables de las fundaciones bancarias, para modificar también la Circular contable 4/2004. Este ligero retoque permite suavizar el cómputo de la morosidad para evitar que con la nueva circular se dispare, según explican todos los expertos consultados.

El Banco de España, así, introduce modificaciones en el Anejo IX sobre el tratamiento de las reclasificaciones para aproximarse a las normas técnicas de implementación previstas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés).

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