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Nueva legislatura

Rajoy diseña un Gobierno continuista: mantiene a Guindos, Montoro y Báñez

Mantiene por su gestión a Báñez para reformar las pensiones, y coloca a Álvaro Nadal en Energía y a Íñigo de la Serna en Fomento

Composición del nuevo Gobierno presidido por Mariano Rajoy.
Composición del nuevo Gobierno presidido por Mariano Rajoy.EFE

Continuidad en la economía y renovación en la política. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al que le gusta transmitir predictibilidad en su gestión, ha diseñado un Gobierno continuista en las responsabilidades económicas y renovado en las carteras puramente políticas. Tal y como ya advirtió en el debate de investidura de los pasados 27 y 29 de octubre, trataría de preservar la gestión que él considera exitosa de la economía y a sus gestores, con algunas incorporaciones en ministerios de peso más secundario.

El ganador de esta renovación del Consejo es quien ha conducido la política económica en los últimos cinco años, que ve reforzada su posición. Luis de Guindos Jurado sumará desde ahora a la de Economía y Competitividad la cartera de Industria, aunque despojada de las competencias nucleares de energía y turismo. Aunque se había especulado con la posibilidad de que Guindos acaparase también la todopoderosa Comisión Delegada para Asuntos Económicos, que es la verdadera coordinación de todas las decisiones económicas del Gobierno, seguirá en manos de la vicepresidencia por delegación, ya que seguirá siendo ella quien desde el Ministerio de la Presidencia ejerza la coordinación entre las distintas carteras. La delegada la preside Mariano Rajoy, pero quien la ha ejercido en la práctica ha sido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Luis de Guindos presenta una excelente tarjeta de gestión en la pasada legislatura, con una muy dura reforma del sistema financiero y la negociación del rescate bancario con la Unión Europea, aunque determinadas decisiones liberalizadoras se quedaron en el cajón tras estar diseñadas para evitar determinados conflictos en los meses previos a las elecciones.

Cristóbal Montoro mantiene el Ministerio de Hacienda, donde lleva ya más años que cualquier otro titular de la cartera desde la llegada de la democracia en 1977. Pierde, eso sí, las competencias de Administraciones Territoriales, que pasan a depender directamente de la vicepresidenta del Gobierno. Además de Hacienda, donde Montoro ha logrado reducir el déficit fiscal de España a prácticamente la mitad del registrado en 2011, y donde ha desplegado reformas en casi todos los grandes impuestos en la última parte de la legislatura, retendrá las competencia sobre la Función Pública.

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El traspaso de las competencias de Administraciones Territoriales a la vicepresidenta Sáenz de Santamaría supone otorgarle una importancia capital para los próximos cuatro años, puesto que será ella quien conduzca todo el proceso político de la reforma de la financiación autonómica y las negociaciones para tratar de resolver la cuestión catalana. Ya ahora Soraya Sáenz de Santamaría desempeña ese papel en un contacto directo con el vicepresidente y consejero de Hacienda de la Generalitat, Oriol Junqueras. La hasta ahora vicetodo Sáenz de Santamaría retiene el Ministerio de la Presidencia, pero pierde sus labores de Portavoz, que pasan al ministro de Educación, Cultura y Deporte Íñigo Méndez de Vigo.

El otro gran polo de la gestión de la Economía, el de contenido social, seguirá en manos de la andaluza Fátima Báñez, que seguirá siendo ministra de Empleo y Seguridad Social. Rajoy premia así la labor de quien diseñó la reforma del mercado de trabajo, que, a su entender, ha proporcionado la recuperación del empleo en condiciones cuantitativas excelentes. Báñez tendrá que hacer frente en la legislatura a la reforma de la Seguridad Social, a ser posible negociada con los grupos políticos del Parlamento en el Pacto de Toledo, para garantizar la viabilidad financiera de las pensiones, que está en entredicho por la acumulación de sucesivos déficits en los últimos años, y por la evolución esperada de la demografía. Los cálculos de Empleo son que la hucha de las pensiones (el fondo de reserva) podría agotarse a finales de 2017, y el sistema debería recuperar nada menos que unos 15.000 millones de euros adicionales al año para abonar las catorce nóminas de las pensiones de cada ejercicio.

El pacto educativo del que el presidente habló ya en la investidura queda en manos del titular de Educación que ya en los últimos meses ha reabierto el diálogo con las comunidades autónomas y con partidos de la oposición, tras la etapa de rodillo político aplicado por el ministro Ignacio Wert. No obstante, Rajoy pretende que se mantenga la reforma de la Lomce, aunque admita modificaciones logradas con el diálogo con otras formaciones.

En el resto de ministerios con trascendencia económica, con la excepción de Agricultura donde sigue Isabel García Tejerina, coloca el presidente Rajoy a caras nuevas. En el Ministerio de Fomento, el que tiene mayor capacidad inversora y que deberá ejercerla tras los años del ajuste de las cuentas públicas, será titular Íñigo de la Serna Hernaiz, hasta ahora alcalde de Santander y ex presidente de la Federación de Municipios y Provincias. El nuevo Gobierno tendrá una cartera de nueva creación, cual es Energía, Turismo y Agenda Digital, que recae sobre Álvaro Nadal Belda, hasta ahora director de la Oficina Económica de Presidencia, donde había sido, junto con Moragas y Guindos, uno de los asesores económicos más cercanos al presidente sobre todo en las relaciones con la Unión Europea, muy complicadas en los primeros meses del mandato de Rajoy.

Nadal gestionará Energía y Turismo, responsabilidades que hasta ahora estaban encuadradas en Industria, junto con Comercio Exterior. Aunque el turismo es la primera industria del país, el meollo de la cartera es Energía, cuyas reformas nunca se acaban, y donde el grado de litigiosidad de la industria con el Gobierno ha registrado una escalada en los últimos años a propósito de la factura energética y su financiación. Deberá gestionar también el tránsito de la economía a la digitalización, proceso sobre el que las empresas demandan más protagonismo de la Administración hace tiempo.

En el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha colocado el presidente Rajoy a la catalana Dolors Montserrat y Montserrat, diputada del Partido Popular en el Congreso. Sanidad estaba ahora bajo la tutela de Empleo desde la salida de Ana Mato hace ya más de un año, salpicada por la imputación de su exesposo en un caso de corrupción política.

Más movimiento ha habido en las carteras políticas, tras la salida del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, y de Exteriores, José Manuel García-Margallo. Interior será ocupado por el ex alcalde de Sevilla Juan Ignacio Zoido Álvarez, mientras que la de Exteriores, siguiendo la tradición de Rajoy de echar mano de políticos curtidos en las instituciones europeas, estará en manos de Alfonso Dastis Quecedo.

Entra en el Gobierno, como señalaban todas las quinielas en las últimas semanas, la que sigue siendo secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, y será la titular de Defensa. Cospedal había perdido protagonismo en la estructura del partido, tras diluir Rajoy la responsabilidad de Cospedal en cuatro vicesecretarías, y tras haber perdido el Gobierno de Castilla la Mancha, aunque por un margen muy escaso de votos en las elecciones autonómicas de 2015. Seguramente en el congreso del Partido Popular que se celebre en 2017 Cospedal dejará la secretaría general.

En el Ministerio de Justicia repite Rafael Catalá, que había llegado de forma provisional tras la salida de Alberto Ruiz Gallardón.

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