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Elecciones EE UU

La economía en el debate entre Clinton y Trump

Los candidatos republicano (izquierda) y demócrata, Donald Trump y Hillary Clinton, anoche.
Los candidatos republicano (izquierda) y demócrata, Donald Trump y Hillary Clinton, anoche.BRIAN SNYDER (REUTERS)

"La economía, estúpido". La ultramanida cita de los asesores de la primera campaña de Bill Clinton regresa invariablemente en cada campaña electoral. También ocupó buena parte del tiempo en el debate de ayer entre los candidatos Hillary Clinton y Donald Trump

Ya desde los primeros compases del enfrentamiento, que tuvo lugar en la Universidad de Hofstra, en Long Island (Nueva York), temas económicos como el comercio, los impuestos o el empleo centraron el debate entre los dos aspirantes a suceder en enero a Barack Obama en la Casa Blanca.

La gestión de la reciente crisis económica fue uno de los temas estrella del debate. Clinton destacó que en los últimos ocho años, al presiente demócrata Barack Obama le ha lidiar con la peor crisis económica de la historia moderna de Estados Unidos. Y la candidata demócrata reiteró que una de las razones fundamentales por las que tuvo lugar aquella crisis, “la peor desde la Gran Depresión”, recordó, fue a causa de un sistema impositivo como el que quiere promover el magnate, centrado en recortar los impuestos a los más ricos.

Además, atacó a su contrincante: “Donald fue uno de los que se aprovechó de la crisis inmobiliaria”, aseguró la ex secretaria de Estado.

Trump por su lado volvió a culpar a México y China, países que se han convertido en sus argumentos favoritos para explicar los males que achacan a la economía estadounidense, de la fuga de trabajadores de los últimos años.

El republicano insistió en sus advertencias sobre el peligro que están generando los bajos de tipos de interés mantenidos por la Reserva Federal (Fed) desde el estallido de la crisis en 2008 para estimular la economía. “Tenemos un burbuja financiera grande, gorda y fea”, subrayó Trump, de 70 años.

"Cuando subeban los tipos de interés, vamos a ver algunas cosas malas ocurrir, porque no están haciendo su trabajo", seña´ló Trump.

 Clinton no hizo alusión a las críticas de Trump a la política monetaria. Pero con anterioridad ya dijo que no es propio de un candidato presidencial valorar la acticidad de la Reserva Federal.

“Nuestros trabajos están marchándose a otros países, se van a México a China (...), están usando a nuestra nación como una hucha para reconstruir China y otros muchos países están haciendo lo mismo”, dijo Trump, que durante el debate defendió sus ideas aislacionistas en lo que se refiere a comercio.

Por su lado, Clinton, aunque se ha mostrado contraria al acuerdo de libre comercio transpacífico (TPP), se mostró más pragmática y dijo que lo que EEUU necesita es que “los acuerdos comerciales trabajen para nosotros”.

El comercio es la única baza que tenemos para mejorar nuestra economía”, dijo Clinton, mientras que Trump calificó el acuerdo de libre comercio alcanzado por el marido de la candidata demócrata, Bill Clinton (1993-2001), con México y Canadá, como “quizá el peor acuerdo comercial que se haya firmado nunca”.

“Es lo peor que le ha pasado a este país en 30 años”, aseguró el magnate inmobiliario, que ha prometido revertir ese acuerdo comercial, al que achaca el “robo” de miles de puestos de trabajo en el cinturón industrial de EEUU en beneficio de México.

La candidata demócrata defendió su plan fiscal para hacer que los ricos paguen más impuestos y acusó a su rival de defender la teoría de que bajando los impuestos a los más ricos se reactivará la economía y los pobres acabarán beneficiándose también. 

Clinton no dudó en lanzarse al ataque contra Trump con la acusación de buscar una política que busca favorecer a los ricos a costa de la clase media. "La clase de plan que Donald ha puesto sobre la mesa pondría la economía del revés de nuevo", aseguró. "De hecho, en su versión más extrema supondría el mayor recorte de impuestos para la clase alta que hemos tenido nunca", sentenció. "Así no es como se hace crecer la economía".

“Necesitamos una economía justa, aumentar el salario mínimo, equiparar el salario de hombres y mujeres y pagar bajas (por maternidad o enfermedad) a las familias”, defendió Clinton, al tiempo que aseguró que “los ricos deben pagar lo que justamente les corresponde”.

“Con mi plan, voy a reducir los impuestos tremendamente de un 35% a un 15% a las empresas, las pequeñas y las grandes"; replicó Trump. "Vamos a ser unos generadores de empleo como no se ha visto desde la época de Ronald Reagan. Va a ser algo bonito de ver”, prometió el magnate inmobiliario con su estilo ampuloso y vehemente.

Trump achacó también la pérdida de puestos de trabajo en EEUU a que las empresas, con el sistema impositivo actual tienen tantos gravámenes que acaban por invertir en el extranjero, y luego no repatrían los réditos de sus inversiones también debido a los impuestos, un problema que prometió resolver con su plan fiscal.

“La culpa la tienen los políticos, como la secretaria Clinton”, dijo Trump, que acusó a su rival demócrata de imponer regulaciones a las actividades económicas, mientras que él, que se presenta como un empresario de éxito y buen negociador, prometió eliminarlas.

La antigua secretaria de Estado dijo que Donald Trump fue muy afortunado, porque empezó su negocio con 14 millones de dólares prestados por su padre, recordó que se ha declarado en bancarrota en seis ocasiones y se preguntó si es a una persona así a quien se le va a dejar gestionar la deuda del país.

“Lo que no podemos hacer es volver a las políticas del pasado”, insistió la candidata demócrata

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