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Columna
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Reino Unido crece pese al 'brexit'

El repunte del sector manufacturero y de servicios no es garantía de que las firmas contraten o aumenten los sueldos

Theresa May, primera ministra británica.
Theresa May, primera ministra británica.REUTERS (REUTERS)

La economía británica está en un punto prebrexit ideal, disfrutando de algunos de los beneficios de abandonar la Unión Europea antes de marcharse y sin afrontar muchos de sus inconvenientes. El sector de servicios del país, que representa la mayor parte de su PIB, se ha recuperado de la aguda crisis sufrida inmediatamente después del referéndum de junio. Pero aunque se evite una recesión, los problemas se guardan para el futuro.

Según el índice PMI de Markit, el sector servicios experimentó en agosto el mayor repunte mensual en los 20 años de historia del índice. También se registró un rebote similar en el sector manufacturero. Pese a esta felicidad, los responsables de la encuesta afirman que, en el tercer trimestre, la economía crecerá solo un 0,1%, frente al alza del 0,6% experimentada en el segundo trimestre.

A todo ello ayuda una moneda débil. La caída de la libra, de hasta el 12,5% tras el referéndum, aumentó la competitividad de los exportadores, animó a los británicos a veranear en casa y atrajo a más turistas extranjeros.

Pero la depreciación también impulsa el precio de la libra en las importaciones. Al afrontar una mayor inflación de los precios de los bienes, los proveedores de servicios aumentaron sus precios al nivel más alto desde enero de 2014. Algo parecido les ocurrió a los fabricantes, cuyo gasto de producción se elevó al mayor ritmo de los últimos cinco años. Un repunte de la inflación erosionará el poder adquisitivo de los consumidores si los salarios no se mantienen.

Y ahí está el problema. El último rebote sufrido en el sector manufacturero y de servicios no es garantía de que las firmas contraten nuevos trabajadores o aumenten el sueldo de sus empleados. De hecho, en agosto, los mayores fabricantes recortaron sus plantillas, pese al aumento de las exportaciones, según IHS Markit. Tampoco los negocios tienen prisa por invertir. El indicador de los planes de inversión de los fabricantes para los próximos 12 meses cayó en agosto a su punto más bajo desde finales de 2009.

Todo ello será un lastre para la actividad económica. Y sin el acceso de Reino Unido al mercado de bienes y servicios de la Unión Europea, esta situación ideal de ahora puede resultar fugaz.

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