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'Crowdlending'

Los préstamos entre particulares se abren camino en España

Firmas como Comunitae, Auriga, Funding Circle o Arboribus conectan a pymes e inversores particulares Ya aportan decenas de millones de euros de financiación alternativa al año

Thinkstock
Juande Portillo

Centenares de pequeñas y medianas empresas han logrado financiación en los últimos años sin pasar por la sucursal de un banco o acudir al mercado cotizado. La incursión de los préstamos entre particulares, el llamado crowdlending, ha permitido que miles de inversores destinen su dinero a conceder créditos a empresas o proyectos de su interés asumiendo el riesgo de las compañías a cambio de un interesante retorno en estos tiempos de tipos al 0%.

Esta es una de las vías abiertas por las plataformas de crowdfunding, que en España arrancaron en 2012 movilizando unos 10 millones de euros, según la Universidad de Cambridge y la Asociación Española de Crowdfunding, alcanzaron los 29 millones en 2013, los 61 millones en 2014 y aún por encima el pasado ejercicio. Los préstamos directos entre particulares supusieron 20 de esos millones en 2014 y movilizaron 30 el pasado año, como fuente alternativa al crédito bancario que se prevé siga creciendo exponencialmente.

Una de las plataformas más destacadas en este segmento de negocio es Funding Circle, que nació en Reino Unido en 2011, tiene una fuerte presencia en Alemania y aterrizó en España a finales de 2014. Desde entonces ha facilitado 15 millones de euros de unos 3.000 inversores a 210 empresas del país.

Las compañías interesadas deben facturar al menos 100.000 euros anuales, tener dos años de actividad y estar al corriente de pagos; pueden registrarse a través de su web y saber si son aptas en solo 48 horas, una vez que Funding Circle comprueba las cuentas de la empresa y mantiene una entrevista telefónica con su responsable. Los créditos ofrecidos van destinados fundamentalmente a dotar de capital circulante, a sufragar inversiones en activos fijos o a la expansión de la firma.

A través de www.fundingcircle.es, las pymes pueden solicitar préstamos de entre 5.000 y 250.000 euros, a devolver en plazos que van desde los seis meses a los cinco años, a un interés nominal que oscila entre el 4,79% y el 21,78%. La plataforma cobra una comisión del 1% al 5% en función del plazo.

Una vez aceptadas las condiciones, el proyecto a financiar permanece 21 días –prorrogables por otros tantos– en la web de Funding Circle para su consulta por parte de los inversores interesados. Estos pueden ser de dos tipos.

Por un lado, los acreditados, sin límite de inversión, es decir, institucionales: fondos de inversión, empresas con más de dos millones de facturación o 300.000 euros de recursos propios, o personas físicas con rentas anuales de 50.000 euros o un patrimonio de 100.000. O bien, particulares, quienes tienen prohibido invertir más de 3.000 euros por proyecto o 10.000 euros al año.

A cambio, se les promete una rentabilidad que va del 3,79% al 20,78%, abonada mensualmente, y con la garantía de una morosidad contenida en el 2,6%. “Nuestro objetivo es financiar 1.000 millones de euros en los próximos cinco años en España”, avanza Francisco Sierra, director general de la firma en el país.

Otra iniciativa similar que acaba de nacer es Alterfin, la división de financiación alternativa de la gestora de patrimonios Auriga. A través de su plataforma E-inicia, la firma ofrece diversos servicios de crowdfunding, que van desde las donaciones a los préstamos (pendientes de la autorización de la CNMV), pasando por aportaciones a proyectos a cambio de una recompensa en forma de servicios o merchandising, o la inversión en el capital de las compañías. Su objetivo es alcanzar los cinco millones de euros de financiación durante su primer año.

Estas son dos de las iniciativas más recientes dentro del mercado de crowdlending, pero no son las únicas. La firma más consolidada del ramo en España es Comunitae, que desde 2009 ha ayudado a prestar 28,7 millones. Otras plataformas, como Arboribus o LoanBook, prestan servicios similares conectando a empresas e inversores.

Desde la consultora de soluciones tecnológicas Tecnocom, que trabaja para el grueso de la banca española, apuestan por que el sector financiero tradicional terminará acudiendo al crowdlending como servicio complementario a sus créditos, a fin de seguir dando oxígeno a sus clientes sin incurrir directamente en más riesgo, con lo que prevén que la colaboración entre ambos sectores vaya en aumento.

Un inversor de mediana edad y con el foco en la tecnología

Los particulares españoles que deciden invertir su dinero en plataformas de crowdlending para financiar empresas o proyectos suelen ser varones (70% de los casos), entre 35 y 44 años de edad y con especial deferencia por destinar sus fondos a apoyar los sectores relacionados con tecnología, negocios, emprendedores y finanzas.

Así lo refleja un reciente estudio realizado por Arboribus, una de las principales empresas de crowdlending en España, con 1.500 inversores registrados y más de seis millones de financiación conseguida en los últimos tres años. Tras analizar una encuesta a sus usuarios, Arboribus concluye que el 57% de los inversores elige el destino de sus fondos en función del sector al que pertenece la empresa beneficiaria, mientras que solo un 19% de ellos analiza en profundidad los balances y cuentas de resultados de las compañías a las que se disponen a financiar.

El estudio también establece que la inversión media de los particulares es de unos 4.000 euros anuales y que el interés medio que obtienen oscila entre el 4% y el 6%. Además, más de la mitad de los inversores reparte su dinero entre varias de las plataformas de crowdlending que han ido surgiendo en España y un 27% de ellos opera con ellas a través de su tablet o teléfono móvil.

En cuanto a la satisfacción generada entre los usuarios, la encuesta establece que el 50% de ellos está dispuesto a reinvertir sus beneficios en nuevas campañas de préstamo, que el 43% tiene previsto aumentar la inversión inicial y que solo el 7% prevé desinvertir. Una buena valoración que no se basa solo en los retornos obtenidos. “Un 55% destaca como aspecto positivo del crowdlending el hecho de ayudar a las pequeñas y medianas empresas del país y que se trate de una inversión independiente a la banca”, subraya Carles Escolano, socio y cofundador de Arboribus.

La firma, que arrancó su actividad en julio de 2013, prevé alcanzar los 50 millones de euros en préstamos financiados a lo largo de 2017.

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