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El Foco
Tribuna
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Manseando... continuará la crisis

Los aficionados taurinos observan con detenimiento cómo se comporta un toro al salir al ruedo y su proceder cuando entra al caballo para ser picado. Y muestran cara de disgusto cuando el toro mansea. Desde que se detectaron los primeros síntomas de crisis en la economía mundial, las autoridades políticas y económicas de los distintos países y áreas económicas adoptaron diferentes estrategias.

Si se tuviera que presentar un resumen de las actuaciones acometidas por los Gobiernos y los bancos centrales habría que decir que, en general, se han aplicado políticas de corte monetario acompañadas de algunos programas de reducción del gasto y en algunos casos de ajustes fiscales.

Se ha confiado en conseguir la recuperación a través de grandes inyecciones de liquidez

Merced a ello, se ha confiado en conseguir la recuperación a través de grandes inyecciones de liquidez que facilitasen el saneamiento de las entidades de crédito, causantes de la situación, en un primer momento, y que el crédito llegase a los sectores productivos.

La inyección de elevadísimas sumas de dinero se ha llevado a cabo a través de los instrumentos clásicos de los que disponen los bancos centrales y de otros que ha sido necesario poner en marcha. Sin embargo, con el paso del tiempo, no hay unanimidad en que se haya efectuado una buena política.

La liquidez ha venido acompañada de una persistente caída de tipos de interés que se han situado en el momento de escribir estas líneas en el 0,05% en la zona euro, el 0,5% en Reino Unido, entre el 0% y 0,24% en Estados Unidos y entre el 0% y 0,10% en Japón.

La situación en el momento actual puede concretarse por tanto en Estados Unidos en tipos bajos y mucha liquidez aunque con un pequeño crecimiento del crédito al sector privado. La tendencia de los tipos de interés ha incentivado el consumo y la inversión. La Bolsa, la deuda pública y los bonos de empresa han subido sus precios, así como los inmuebles. Todo ello ha venido acompañado de una caída del dólar (desde el 1,40 a cifras entorno al 1,24 actual) con algún efecto positivo sobre las exportaciones. Y además, se ha saneado en gran medida el sector financiero. En la actualidad, la política monetaria expansiva acometida con fuerza, tres billones de dólares en seis años, se encuentra en retirada por decisión de la Reserva Federal.

En Europa nos hemos encontrado con un conjunto de países heterogéneos, con distintas exposiciones al riesgo, según la situación de cada uno al acometer la crisis económica, y en un proceso de construcción en varios ámbitos y con una evidente asimetría. Alemania se ha financiado muy barato y ha ahorrado con ello una enorme cantidad de costes financieros.

La anteriormente mencionada caída del dólar no beneficia al euro. Se calcula que, si el euro se devaluara en torno al 10%, el PIB de la eurozona se incrementaría en torno a medio punto.

La tasa de inflación de la Unión Europea se encuentra en el 0,4%, muy alejada del objetivo marcado por el BCE del 2%, a pesar de la política del banco de adoptar medidas para mejorar la transmisión del crédito a la banca, tratando con ello de generar un mayor nivel de actividad económica. Dentro de estas medidas se han implementado las operaciones targeted longer-term refinancing operations, conocidas por sus siglas TLTRO, con un tipo muy reducido y con un colchón de un billón de euros. La planificación prevista se realizaba en septiembre y tendrá continuidad en el próximo mes de diciembre y con otras seis operaciones hasta 2016. Para evitar la táctica bastante utilizada por los bancos del carry trade, tomar dinero barato e invertirlo en bonos estatales o algún otro tipo de inversiones con un mínimo riesgo, se obliga a las entidades a conceder crédito a las unidades básicas de la economía, como son las familias y las empresas, ya que en caso contrario deberán devolverlo en setiembre de 2016. La devolución final de estas cantidades del programa TLTRO se producirá en septiembre de 2018.

Muchos consideran que la TLTRO va a resultar un instrumento insuficiente.

En España es necesario el recorte del tamaño de las autonomías para lograr reducir el gasto público

Y aquí reside parte del problema, una parte muy importante. Quizás no cabía inicialmente otra solución que inyectar enormes cantidades de dinero, pero se ha demostrado que ello solo ha servido en parte. El expansionismo monetario tiene efectos limitados, como ha quedado demostrado. La economía no crece como debiera. Sigue sufriendo las secuelas de la crisis. ¿Puede estar el problema en que los ajustes no se han hecho a fondo? ¿O que sin ajustes de verdad lo monetario no consigue objetivos definitivos? Creo que ahí está el problema.

O se ajusta de verdad una economía o más tarde o más temprano asomará nítidamente la realidad, es decir, la crisis latente.

La intervención de la autoridad financiera en la eurozona parece que se va a dirigir hacia una política monetaria flexible, a aumentar las inversiones públicas y a solicitar reformas estructurales. En la próxima reunión del 18 y 19 de diciembre en Bruselas se va a intentar evitar un nuevo parón económico, no caer en una nueva recesión y ello debe pasar ineludiblemente por animar el crecimiento de la demanda interna y fomentar el empleo, especialmente el de calidad.

En España, a esto se debería añadir la necesidad del recorte del tamaño de las autonomías, con su consiguiente efecto sobre el gasto, lo que incluye eliminar empresas públicas y organismos, acometiendo una profunda reforma de las Administraciones públicas y, en definitiva, reduciendo el gasto público que no se traduzca en inversión generadora de riqueza.

En el apartado fiscal, se precisa sin mayor dilación una política fiscal que incentive, incluyendo a la Seguridad Social. Esta política tendría que conseguir bajar las cuotas y cotizaciones de autónomos y seguridad social empresarial, reducir ciertos impuestos como el IVA y rebajar impuestos a las pymes, entre otras actuaciones.

Solo con políticas mixtas de carácter monetario, de ajuste real, y programas de inversión productiva se conseguirá poder volver a hablar de crecimiento y bienestar. Mientras tanto, observamos que los responsables mansean, por ello mal vamos…

Cecilio Moral es catedrático de Economía Financiera de ICADE y director del Máster en Finanzas.

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