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El Foco
Tribuna
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El túnel del crédito bancario

Joaquin Maudos

El Banco Central Europeo (BCE) acaba de publicar los resultados de la encuesta sobre el acceso a la financiación de las pymes que aporta información muy valiosa para dilucidar si por fin se ve luz al final del largo y oscuro túnel del acceso al crédito bancario. La encuesta analiza tanto la situación en los últimos seis meses (de abril a septiembre de 2013) como de la expectativa que tienen las empresas sobre la situación en los próximos seis meses. Es información que hay que tener muy en cuenta para conocer la importancia relativa de los factores de oferta a la hora de explicar la caída del crédito bancario de la que tanto se quejan las empresas y de la que se defienden los bancos aludiendo a la falta de demanda solvente.

Centrando la atención en las pymes españolas, el 23% manifiesta que el acceso a la financiación es el segundo de los problemas a los que se enfrentan, solo superado y por muy poca distancia por el de encontrar clientes (27%). Este porcentaje ya es de por sí ilustrativo de las mayores restricciones financieras a las que se enfrentan las empresas españolas, ya que se sitúa 7 puntos porcentuales (pp) por encima de las pymes de la eurozona, muy alejado del 8% de Alemania y sólo por debajo de Grecia (32%).

A pesar de que la falta de financiación es un problema más importante en España, la situación ha mejorado en los últimos seis meses al menos en términos de la disponibilidad de crédito bancario, si bien todavía es mayor el porcentaje de empresas que cree que la situación se ha deteriorado respecto a la que opina que ha mejorado. Frente a un 15% de pymes españolas que cree que hay más crédito, el 22% opina lo contrario, habiendo mejorado la situación respecto a la anterior encuesta del BCE.

Una de las preguntas de la encuesta que aporta información más rica es la de las condiciones de la financiación, tanto en cantidad como en precio. En el caso del tipo de interés, las pymes españolas encabezan el ranking europeo de mayor encarecimiento del coste de la financiación, ya que la diferencia entre el porcentaje que declara que el tipo ha subido y que el declara que ha caído es del 58 pp, muy por encima de los 19 pp de media en la eurozona y en las antípodas de los valores negativos de -21 y -12 pp de Alemania y Francia, respectivamente. El dato de España es incluso peor que el de Grecia e Irlanda (+50 pp). Aún más preocupante es saber que más de las dos terceras partes de las pymes españolas opina que el tipo de interés del préstamo ha aumentado y solo el 9% declara lo contrario.

El 23% manifiesta que el acceso a la financiación es el segundo de los problemas a los que se enfrentan

Pero además de encabezar el ranking europeo en términos de subida del tipo de interés, España también tiene el deshonor de encabezar la clasificación en términos de encarecimiento de otros costes de la financiación, como pueden ser las comisiones que pagan a los bancos. El 72% de las pymes españolas manifiesta que la banca ha subido esos costes y solo el 3% declara lo contrario, siendo el porcentaje neto de respuestas 25 pp superior a las pymes de la eurozona y casi seis veces superior al de las alemanas.

Aunque ya no encabezan el ranking europeo, las pymes españolas ocupan un preocupante segundo puesto (solo por detrás de las griegas) cuando nos fijamos en las garantías que exigen los bancos a la hora de concederles financiación. La diferencia entre el porcentaje de pymes que declara que les exigen más garantías y el que opina lo contrario es de 53 pp, frente a 31 pp en la eurozona.

La pregunta del cuestionario que mejor capta la importancia de las restricciones de oferta a la hora de explicar la caída del crédito bancario es aquella en la que son las propias empresas las que dan su opinión sobre la mayor o menor disposición de los bancos a dar financiación. En el caso de las pymes españolas, la diferencia entre el porcentaje que opina que la disposición ha mejorado y el que opina que ha empeorado es de -23 pp, siendo más del triple las que opinan que ha empeorado (37% frente a 14%). En las pymes europeas la diferencia neta de respuestas es de -17 pp. Son porcentajes que contrastan por completo con lo que declaran las pymes alemanas, ya que es mayor el porcentaje que opina que la disposición de la banca ha mejorado (17%) que el que opina que ha empeorado (7%).

Mirando el futuro, el BCE les pregunta a las pymes su opinión sobre la previsible evolución de las condiciones en el acceso a la financiación en los próximos seis meses. En el caso del préstamo bancario, afortunadamente se ha producido un punto de inflexión en la opinión de las pymes españolas, ya que por fin es mayor el porcentaje que opina que la situación va a mejorar que el que opina lo contrario. En concreto, el 16% cree que la disponibilidad de crédito va a mejorar, frente al 11% que opina lo contrario. Este porcentaje neto positivo del 5% contrasta con el -6% de la anterior encuesta del BCE y es más optimista que el 0% de media en la eurozona. Solo en esta pregunta que apunta al futuro estamos mejor que Alemania y obtenemos un meritorio segundo puesto en el ranking europeo.

El 40% de toda la deuda empresarial está en los balances de empresas altamente vulnerables

En resumen, la última encuesta del BCE certifica que el punto de inflexión que ha tenido lugar en la economía española y la profunda reestructuración y saneamiento del sector bancario ha infundido algo de optimismo en las empresas en sus expectativas sobre el acceso futuro a la financiación. Pero al mismo tiempo la encuesta pone de manifiesto que las pymes españolas sufren con mayor intensidad los problemas de acceso a la financiación, lo que es extremadamente preocupante en una economía plagada de pymes, con elevados niveles de endeudamiento y donde, según el último informe de estabilidad financiera del FMI, el 40% de toda la deuda empresarial está en los balances de empresas altamente vulnerables, ya que destinan más del 100% de su margen bruto a hacer frente a la carga de la deuda. En este contexto, lo preocupante no es tanto que esté cayendo el stock de crédito -desde 2008 ha caído un 28% el destinado a las empresas, algo necesario dado el desapalancamiento que deben realizar-, sino que no haya flujo de nuevo crédito para proyectos de inversión rentables. La prueba del algodón para saber si el acceso al crédito empieza a mejorar es saber si el flujo de crédito nuevo aumenta en los próximos meses, información que de momento no aparece entre las múltiples estadísticas del Banco de España.

Joaquín Maudos es catedrático de Análisis económico de la Universidad de Valencia, investigador del Ivie y colaborador del CUNEF

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