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Dos mandatos de fuertes crecimientos... truncados por un accidentado final

Seis momentos clave en la trayectoria de Blesa

El banquero accedió a la presidencia de Caja Madrid gracias a su amistad con Aznar Su apogeo lo alcanzó en 2007 cuando la entidad obtuvo plusvalías millonarias por Endesa

Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid
Miguel Moreno Mendieta

La gestión de Miguel Blesa al frente de Caja Madrid adoleció de todos los males que condenaron a las cajas: politización y exceso de ladrillo. Junto con una expansión exterior mal calculada. Durante dos mandatos, la entidad creció a toda velocidad, cabalgando sobre una incipiente burbuja inmobiliaria y apostando por la compra de participaciones industriales. Pero sus últimos días al frente de la caja estuvieron marcados por una dura batalla política para ocupar su sillón y una drástica caída del beneficio.

José María Aznar, expresidente del Gobierno.

De compañero de Aznar, a banquero

Miguel Blesa de La Parra (Linares, Jaén, 1947) estudió Derecho en la Universidad de Granada. Después compartió clases con José María Aznar mientras preparaban las oposiciones para Inspector de Hacienda. Ambos tuvieron como primer destino Logroño y de esa época data una estrecha amistad que acabó siendo clave para su llegada a Caja Madrid. Tras la restauración de la Democracia, ocupó varios cargos técnicos en la administración, donde llegó a ser subdirector general de estudios del Ministerio de Economía, ya con el Gobierno socialista. Entre 1986 y 1996 ejerció la abogacía, enfocado en el derecho tributario y, tras la llegada de Aznar a La Moncloa, puso a su viejo amigo al frente de la segunda mayor caja.

Sede de Caja Madrid, en la plaza de Castilla de Madrid

Voluntad de crecer y traslado de sede

Desde la llegada de Miguel Blesa a la presidencia de Caja Madrid, el directivo mostró su afán por crecer, crecer y crecer: con fusiones (prácticamente vetadas hasta que no estalló la crisis financiera en 2008), con la compra de participaciones industriales relevantes y con planes de expansión internacional.Una de las primeras decisiones de calado tras llegar al cargo fue la de trasladar la sede de la caja del histórico edificio de la Plaza del Celenque, a una de las dos Torres KIO, de la plaza de Castilla de Madrid. Este inmueble había acabado en manos de la entidad tras la quiebra de la promotora que la construyó, y a la cual la entidad le había prestado 15.000 millones de pesetas (90 millones de euros).

Sede de Endesa

Lluvia de plusvalías por Endesa

En 1998, el primer ejercicio completo de Blesa al frente de Caja Madrid, la entidad ganaba 340 millones de euros. Seis años después, tras su reelección, el beneficio alcanzaba los 541 millones de euros, cabalgando sobre la incipiente burbuja inmobilaria. Durante su primer mandato, Blesa cerró el fructuoso acuerdo con la aseguradora Mapfre, abrió el debate sobre la privatización y despolitización de las cajas y estuvo a punto de cerrar el primer salto internacional, con la compra del 10% de un banco chileno. En ese periodo comenzó también el desembarco en Endesa, donde llegó a controlar el 10% de la eléctrica. Cuando vendió la participación, en 2007, el beneficio de Caja Madrid alcanzó los 2.861 millones de euros.

Sede de City National Bank en Florida

Adquisiciones en Florida y México

A partir de 2007, el Banco de España flexibilizó su política sobre la compra de entidades financieras en el extranjero por parte de cajas. Blesa, que llevaba años anunciando su intención de que la entidad que presidía diese el salto internacional, abrió oficinas de representación en La Habana, Miami, Dublín y Madrid. Ya en 2005, Caja Madrid había tomado una participación del 25% en el banco mexicano Su Casita. En 2008 dio el paso definitivo tomando el control total de esta entidad, con una inversión total de 215 millones de euros, y adquiriendo el 83% de City National Bank of Florida, por 618 millones de euros. Un año después compró el 17% restante. En total, Caja Madrid invirtió 754 millones en la operación.

Torre de Bankia (izda.), comprada por Caja Madrid
Pablo Monge

Adquisición de la Torre Repsol

10 años después de la llegada de Blesa a la presidencia de Caja Madrid y el traslado de la entidad a las Torres KIO, la historia se volvía a repetir: la caja compraba por 815 millones de euros a Repsol una de las cuatro torres de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, la diseñada por el arquitecto Norman Foster. El grupo se planteaba su traslado paulatino a las nuevas oficinas pero, cinco años después, el edificio sigue vacío y su valor se ha depreciado cerca de un 50%. Esta adquisición fue el símbolo, pero el gran agujero de Caja Madrid fue el provocado por los préstamos a grandes inmobiliarias, como Martinsa-Fadesa o Metrovacesa. Los volúmenes eran enormes. Tanto como el nivel de morosidad que generaron en la caja.

Esperanza Aguirre junto a Alberto Ruiz Gallardón

Guerra política en la presidencia de la caja

Aunque Miguel Blesa siempre defendió la despolitización de las cajas de ahorros, lo cierto es que su propia presencia al frente de uno de los grandes grupos financieros españoles era una anomalía que tan solo se explicaba por el apadrinamiento de su nombramiento por parte de José María Aznar.Cuando afrontó su segunda reelección al frente de la entidad se puso de relieve el grado de politización del consejo de Caja Madrid: consejeros tutelados por Alberto Ruiz Gallardón que apoyaban a Blesa, y otros cercanos a Esperanza Aguirre que querían su salida. Finalmente, la paz se llegó con la elección Rodrigo Rato. Otro político que debería encargarse de acabar con la despolitización...

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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