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Estaba previsto que este mes desapareciera el IRPH, pero falta el régimen de transición

Más de un millón de hipotecas, sin referencia a la espera de Economía

El Gobierno y el Banco de España trabajan para dar una solución a los préstamos vinculados a estos índices

Panorámica de un barrio de la ciudad de Madrid.
Panorámica de un barrio de la ciudad de Madrid.Pablo Monge
Gema Escribano

La fecha se acerca y, sin embargo, todavía no hay nada claro. Estaba previsto que para el próximo 29 de abril el IRPH de cajas y bancos dijera adiós a su cotización, pero parece que esta vez no va a ser así. El Ministerio de Economía, en colaboración con el Banco de España, está trabajando para elaborar un régimen de transición. Desde que se comunicara la noticia hasta ahora ha pasado un año, pero los acontecimientos no han dado tregua a ambos organismos y la normativa se retrasará. De momento, no hay fecha prevista, aunque fuentes del ministerio señalan que la ley incluye una cláusula que permite aplazar su desaparición hasta que esté aprobado el régimen de transición. Esta afirmación supone acabar con algunas de las dudas, que no todas, que rondan la mente de aquellos que en su día firmaron un préstamo para la adquisición de una casa vinculada a unos índices que tienen los días contados.

No existen datos oficiales sobre el número de personas que cuentan con una hipoteca vinculada a uno de estos indicadores. Sin embargo, fuentes de Idealista y HelpMyCash estiman que podría oscilar entre el 10% y el 15% del volumen total de préstamos destinados a la compra de una casa.Así, y si se toman como referencia el saldo de crédito de la Asociación Hipotecaria Española a fecha de febrero de 2013 (853.547 millones de euros) y una hipoteca media de 100.000 euros, aproximadamente entre un millón y un millón y medio de personas estarían a la espera de que Economía emita una dictamen.

La orden ministerial que trajo consigo la desaparición del IRPH de bancos y cajas fue comunicada el 28 de octubre de 2011.Un día después se publicó en el BOE y, de acuerdo a lo establecido, otorgaba un plazo de seis meses para que las entidades dejaran de comercializar créditos con estos índices.

En principio, su desaparición no tendría que causar tantos trastornos e inquietudes. Y la razón es muy sencilla: todas las hipotecas incluyen una cláusula en la que se especifica el índice que se usaría en el caso de que el actual dejara de estar vigente. En la mayoría de estos supuestos la alternativa que se le solía ofrecer a los clientes era pasar a estar vinculados al creado por la CECA. Sin embargo, el problema ahora es que tanto los anteriores como este último están incluidos entre los índices a desaparecer a partir del 29 de abril de este año.

El Gobierno se enfrenta al reto de aunar la postura de clientes y entidades

Si ambos dejan de existir, la gran pregunta es qué sucederá, a qué se enfrentan los afectados por esta modificación. A la espera de que se apruebe el régimen, los escenarios que existen son tres.

La primera opción sería la de recurrir al euríbor. Sin embargo, si se echa un vistazo a la evolución de este en los últimos meses, la hipótesis perdería fuerza. En marzo, el euríbor a 12 meses concluyó en el 0,545%, marcando así un nuevo mínimo histórico. No obstante, hay que tener en cuenta que a las hipotecas además del euríbor se les aplica un diferencial. En ese mismo periodo, los IRPH de bancos y cajas se situaron en el 3,219% y el 3,796%, respectivamente.

La caída acumulada por el euríbor desde que en octubre de 2011 comenzara a bajar es ya de 1,56 puntos (ha pasado del 2,11% al 0,545%).

Si Economía decide emplear el euríbor, los que tengan vinculado su crédito al IRPH de bancos y cajas verán reducida su cuota. Pero es bastante improbable. En un entorno de incremento de los diferenciales –desde enero de 2012 hasta enero de este año han subido de media un 50%–, la única solución sería la de aplicar tipos adicionales del 3%. Esto provocaría el descontento de los ciudadanos, pero por el contrario sería lo más ventajoso para las entidades.

El ministerio se encuentra con el dilema de agradar a ambas partes.En una época en la que todos miran con lupa el mercado hipotecario, el Ejecutivo tiene el reto de sacar adelante una normativa que se ajuste a la crisis y que no penalice la cuenta de resultados de unos bancos que en 2012 tuvieron que hacer frente a tres reformas consecutivas.

El mercado especula con que al final se decantarán por vincularlos al IRPH de entidades, que finalizó marzo en el 3,415%. Esta vía sería la que menos ruido causaría sin provocar el enfado desmesurado de las partes implicadas.

La tercera alternativa pasaría por el empleo de otras referencias, como el IRS o el tipo medio de entidades de crédito de la eurozona, actualmente en desuso.

La gran apuesta de Ordóñez, en saco roto

Durante años entidades y organizaciones venían reclamando una mayor diversidad en lo que a índices hipotecarios se refiere. Lo que buscaban era que el cliente, a la hora de contratar una hipoteca, tuviera la posibilidad de escoger entre varias opciones. El euríbor era y sigue siendo la referencia más empleada, pese a que muchos se han quejado de su excesiva volatilidad.

En un intento de garantizar la protección al cliente y de dotar de mayor transparencia a la prestación de servicios financieros, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó una normativa en la que además de la desaparición del IRPH de bancos y cajas a partir de la semana próxima se incluía la supresión de otros índices como el de la CECA.Como alternativa, el ministerio, siguiendo las recomendaciones del Banco de España, propuso el interest rate swaps (IRS) a cinco años y el tipo medio de entidades de crédito de la zona euro.

El entonces responsable del supervisor, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, vio en el IRS la solución a los peros que plantea el euríbor a 12 meses. Con una vida media de las hipotecas de 22 años se pensó en la idoneidad de un indicador más a largo plazo que el actual.

Así, y coincidiendo con el primer año de la normativa, el IRS (índice que refleja el precio del dinero a medio plazo sin prima de riesgo) empezó su andadura el pasado 28 de octubre. El primer mes concluyó en el 0,971% mientras el euríbor cerraba en el 0,65%. A pesar de las esperanzas depositadas en este indicador, la realidad arroja una imagen bien distinta. A día de hoy son pocas, por no decir nulas, las hipotecas que toman como referencia este índice.

De momento, parece que el euríbor tiene por delante un largo futuro. No obstante, desde Bruselas llevan trabajando varios años para la creación de una normativa similar a la aprobada en España y que espera ver la luz el próximo mes de septiembre.

Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.

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