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Tras su integración

Sabadell mantiene en Valencia el núcleo decisorio de su red CAM

Solo el 1% de las cuestiones relativas al crédito se dilucidan fuera de la región.

Miguel Montes, director general de Banco Sabadell, durante las jornadas sobre la reestructuración del sistema financiero organizadaspor el Banco Sabadell y el diario Cinco Días
Miguel Montes, director general de Banco Sabadell, durante las jornadas sobre la reestructuración del sistema financiero organizadaspor el Banco Sabadell y el diario Cinco DíasPablo Monge

Tres millones de clientes involucrados, 6,5 millones de mensajes dirigidos a estos para "vencer las hostilidades de un proceso no deseado", cambios en las instalaciones de más de 30.000 comercios, bastantes más de 350.000 horas de formación para el personal, decenas de trabajadores desplazados y 30 kilómetros de vinilo para cambiar los logotipos de las sucursales... Estas son algunas de las cifras que aportó ayer Miguel Montes, director general de Banco Sabadell, para ilustrar el alambicado proceso que supuso la absorción de la CAM. Montes, que inauguró las jornadas sobre la reestructuración financiera organizadas por CincoDías y Banco Sabadell en Valencia, relató que una de las claves del modelo de integración de la caja alicantina ha sido mantener el centro decisorio en la región. "Solo un 1% de las cuestiones que afectan al crédito viajan fuera del territorio de Sabadell-CAM para decidirse", aseguró.

En concreto, el 50% de las decisiones se toman directamente en la oficina de turno, y el 49% restante solo se consultan con el área provincial o regional inmediatamente superior, sea en Murcia, Alicante, Valencia o Palma. "Desde el punto de vista comercial, somos un banco valenciano", resumió el director general de Sabadell.

"CAM era un conjunto de muchas entidades locales muy potentes, en algunos casos con gran concentración y mucha presencia en Valencia, Alicante... Teníamos mucho interés en no generar daño, ni a nuestra imagen, ni a los centros de negocio en que estaba", relató Montes. Por eso, entre otras cosas, en paralelo al plan de ajuste de empleados y oficinas que impuso Bruselas, Sabadell implantó un plan de revitalización de la zona y ha cerrado acuerdos de recolocación de personal con varias empresas.

El ladrillo

En cuanto a la fuerte afectación del Levante al estallido de la burbuja inmobiliaria, Montes argumentó que "el volumen de sobreoferta" inmobiliaria en la zona "no es fatal, es una oportunidad". Desde su experiencia en la región, hay determinado stock de vivienda que se está acabando y es el momento de empezar a contemplar nuevos proyectos. "Hemos financiado ya unas pocas operaciones de promoción inmobiliaria", continuó el director general, aclarando que correspondían a "gente a la que no le habíamos financiado el suelo, ni que nos resolviera un problema" el darles el crédito. "En casa me silbaron la primera vez que lo dije, espero que ustedes no lo hagan ahora, pero España necesita más obras", reivindicó el director general de Sabadell, advirtiendo que es necesario que "se hagan cosas para que haya un futuro, para que haya un mercado".

Desde el punto de vista del directivo, "el problema está en fase de solución", si bien es importante que se hayan aprendido las lecciones del boom inmobiliario. "Nosotros ya no financiamos suelos ni hacemos cosas que hacíamos en el pasado", dijo, pero "hemos puesto grúas y vamos a poner más".

En referencia a la cara más social del estallido de la burbuja inmobiliaria, Montes aseveró que Sabadell había paralizado los desahucios hipotecarios ya antes de la prórroga impuesta por el Gobierno.

"En el periodo enero a marzo 2012, CAM había hecho 105 lanzamientos forzosos. Desde el 30 de marzo de 2012 no ha hecho más", aseguró, aduciendo que hasta la primavera del pasado año Sabadell no controló de facto la entidad absorbida.

"No renunciamos a recuperar los activos de préstamos inviables pero no hacemos nada que empeore la situación social. Es una línea adicional de coste que sostenemos con la actividad normal, que es lo que hay que hacer", resumió.

Finalmente, Montes valoró positivamente el proceso de transformación que ha protagonizado la banca y consideró que lo peor ha pasado. "2012 ha sido el año de la integración de CAM pero también en el que culminó la reestructuración del sistema financiero. Parece evidente que el guión ya está escrito y las consecuencias positivas empiezan a aparecer", aventuró.

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