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Columna
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Apple necesita más imaginación

Apple ha sucumbido a la falta de creatividad. Los cinco años con el iPhone y el iPad han catapultado a la compañía a la realeza de la inversión, pero eso se está acabando. Cerca de 50.000 millones de dólares de valor de mercado se evaporaron horas después de que Apple informara de un beneficio plano en el último trimestre. Los imitadores están ganando y los márgenes se están reduciendo. El consejero delegado Tim Cook necesita una innovación real para enderezar el rumbo.

La sucesión de actualizaciones mejoradas está ayudando a Apple a competir con su incipiente rival, Samsung, pero solo hasta cierto punto. La gama alta creció un 18% en comparación con 2011, con cerca de 48 y 23 millones de iPhones e iPads vendidos en el trimestre, respectivamente. Pero la gama baja no sigue el ritmo. El nuevo iPad mini tiene una demanda alta, pero no es tan rentable como su hermano mayor. Y mientras el iPhone 5 también está atrayendo a muchos clientes, está resultando caro de producir. El margen operativo de Apple cayó en seis puntos porcentuales, hasta el 31,6%.

En esencia, Apple está corriendo más y más rápido solo para mantenerse. El peligro, por supuesto, es que la cinta se acelere más de lo que Apple puede correr y los rivales le alcancen. O que Apple se equivoque y lance una pifia de verdad, más allá de su aplicación de mapas. Los inversores ya se están preparando para ello. Las acciones cotizan sobre 10 veces las ganancias del año pasado. Los 137.000 millones de dólares de caja e inversiones son un buen colchón contra cualquier caída. Equivalen a cerca de un tercio su capitalización bursátil. La mayor esperanza de Apple no viene de los dividendos, de la recompra de acciones o de introducir un iPhone más barato. Es hacer lo que mejor ha hecho: ir a contracorriente. El crecimiento de la compañía vino de introducir dispositivos que la gente ni siquiera sabía si quería. Ya sea en métodos de pago, en televisión o en cualquier otro proyecto secreto, Apple tendrá que coger el ritmo.

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