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Tribuna
Columna
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Mejorar la competitividad a través del 'Patent Box'

Gabriela Pulido Larrea, David Fernández, Luís Álvarez Cuevas

La competencia mundial de los países por atraer la I+D a su territorio ha aumentado significativamente en los últimos años. Es obvio que para ser competitivos a nivel mundial es necesario aumentar los incentivos fiscales globales para las inversiones en I+D y su posterior comercialización, tal es el caso del Patent Box.

Dicho dispositivo fiscal establece un régimen de tributación donde los beneficios derivados de la cesión de determinados activos intangibles pueden computar de una manera reducida (50%) hasta un límite máximo de 6 veces el coste de generación del activo, siendo aplicable a distintos conceptos, entre ellos las rentas de propiedad intelectual e industrial. Las empresas que posean activos intangibles y generen flujos económicos por cesión de los mismos, pueden ahorrar con el Patent Box hasta 150.000 por cada millón de ingresos (suponiendo un tipo impositivo del 30% sobre los mismos), pudiendo beneficiarse además de otro incentivo fiscal complementario y compatible: las deducciones por I+D+i, aplicables sobre los gastos soportados en el proceso de creación del activo. En el caso del software, consideran más gasto elegible que en el Patent Box, al no tener que excluir el coste relacionado con la implementación del código.

En la actualidad, los países que cuentan con este incentivo fiscal son: Bélgica, China, Francia, Hungría, Países Bajos, España y recientemente el Reino Unido, siendo España uno de los países de Europa que mejor posicionado se encuentra con respecto a la aplicación de este dispositivo, debido en gran parte a la ausencia de restricciones en lo que a cesión de empresas vinculadas se refiere. El tratamiento fiscal preferencial que ofrece el Patent Box parece ser una opción atractiva para que las empresas innoven y comercialicen su I+D+i a nivel nacional e internacional, pero esto conlleva cierta complejidad: desde identificar y documentar el activo intangible, determinar el coste de generación del mismo, el precio de cesión o transferencia cuando se trata de empresas vinculadas, valorar las implicaciones con operaciones vinculadas, estructurar contractualmente la operación de cesión, la conveniencia o no de implantar cambios jurídico-societarios que permitan el ahorro fiscal, etc. Para beneficiarse de estos nuevos ingresos provenientes de la cesión de conocimiento y la reducción de impuestos, las empresas españolas recurren a profesionales expertos. No cabe duda pues, que la gestión correcta de la I+D+i es hoy en día uno de los motores clave para el crecimiento e internacionalización de las empresas españolas.

En el panorama actual, existen principalmente tres diferentes vías para la internacionalización de la tecnología: la explotación internacional de innovaciones generadas a nivel nacional; la colaboración científico-técnica global y la generación global de innovaciones. Todas ellas son compatibles entre sí y cuentan con patrones sectoriales y diferencias por países, con lo que hay que tener en cuenta las implicaciones fiscales a nivel nacional e internacional. En el primer caso, existen incentivos fiscales muy importantes a la cesión de conocimientos innovadores generados por las empresas, ya que las empresas pueden aplicar el mencionado incentivo fiscal español con un límite de 6 veces el coste de creación de dichos activos intangibles. También es la situación óptima para la aplicación del mencionado Patent Box para realizar la cesión de la tecnología intragrupo, y conseguir beneficiarse de la reducción de la base imponible por los ingresos provenientes de dicha cesión. En lo que respecta a las colaboraciones científico-técnicas globales, pueden darse dos esquemas colaborativos: la subcontratación y la cooperación. Por último, la generación global de innovaciones es el esquema típico de las multinacionales, que buscan la configuración fiscal internacional óptima, beneficiándose cada filial del dispositivo fiscal local, y es aquí donde también pueden aplicar el Patent Box para aquellos activos intangibles desarrollados en España y cedidos a otras filiales.

De todos los dispositivos fiscales de la innovación al alcance de las empresas, el Patent Box no sólo es uno de los que más futuro tiene, sino que además, puede ayudar no sólo a la internacionalización de las empresas españolas, sino a atraer la localización de sociedades que inviertan en I+D+i a nuestro país, así como el desarrollo de dichas actividades en España de las que ya están instaladas. Este punto debería ser tenido en cuenta en la planificación fiscal de las multinacionales, por el retorno de la inversión que pueden obtener en España a través del Patent Box.

Gabriela Pulido Larrea, David Fernández y Luís Álvarez Cuevas son consultora senior y consultores de financiación de la innovación de Alma CG

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