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El operador de la red de Bélgica tendría el 32% y la argelina, el 26%

Sonatrach perderá sus poderes en el gasoducto de Medgaz si entra Fluxys

Si se cierra la venta acordada hace unos día por Iberdrola y Endesa para traspasar a la belga Fluxys un 32% de Medgaz, Sonatrach se quedaría por debajo, con un 26%. Según el pacto parasocial, el grupo estatal argelino tiene ahora derecho de veto por ser el único socio que supera el 25%.

Si Endesa e Iberdrola logran vender sus respectivas participaciones del 12% y el 20% en Medgaz a Fluxys, operador de la red de gas belga, Sonatrach perdería poder sobre este en el gasoducto que conecta Argelia y España por Almería, y del que el grupo estatal argelino fue promotor. Sonatrach ha reducido su participación al 26% tras vender un 10% a Gas Natural Fenosa, mientras que Fluxys tendría el 32% que, según el principio de acuerdo firmado a finales de diciembre, le venderían Endesa e Iberdrola.

El equilibrio de poderes en el consejo de Medgaz cambiará totalmente con la salida de ambas eléctricas y la entrada de Gas Natural Fenosa y el grupo belga. Según el pacto parasocial aún vigente, todos los socios tienen un derecho preferente para comprar la participación que eventualmente alguno de ellos quiera vender a un tercero. Además, establece el control negativo (derecho de veto) o control minoritario para el accionista que supere el 25%. Hasta ahora, en esta situación solo se encuentra Sonatrach, pero en el futuro, si se materializa la venta del 32%, Fluxys también superará dicho límite, por lo que dos socios no podrán ejercer el veto.

Fuentes empresariales aseguran que antes de que Endesa e Iberdrola puedan cerrar la venta de sus acciones, el resto de socios dispone de 30 días para ejercer el derecho de tanteo (además de los citados, en Medgaz también participan Cepsa, con un 20% y GdF Suez, con otro 12%). Hay quien asegura que ninguno lo ejercerá pues tampoco las dos eléctricas que ahora quieren vender sus acciones lo han ejercido sobre el 10% que Sonatrach ha vendido a Gas Natural. O, mejor dicho, renunciaron a ello tras dos años de amenazas.

Esta última operación, que había sido acordada entre Sonatrach y Gas Natural en 2009 tras su largo arbitraje internacional, había sido bloqueada durante este tiempo por el resto de socios (especialmente, Iberdrola) que amenazaban con ejercer el tanteo y adquirir ese 10% para evitar la entrada de Gas Natural. Un rival que controla el otro gasoducto de Argelia (el de Magreb que pasa por Marruecos) y tendría acceso a los contratos del resto de los socios.

Pese a un supuesto acuerdo por el que los socios no interferirán en la venta de participaciones a terceros, el hecho de que todas las acciones de Iberdrola y Endesa se vendan al mismo parece cambiar el panorama. Como no tiene sentido que Sonatrach ejerza su derecho de tanteo cuando acaba de vender un 10%, fuentes de Medgaz reconocen que habrá que cambiar el actual pacto accionarial.

Iberdrola ha acordado la venta de su 20% por 146,25 millones y Endesa su 12% por otros 87,5 millones. En ambos casos y en el de Gas Natural, que ha pagado por 62 millones por el 10%, se incluye la subrogación de la parte que corresponda a cada uno de las garantías de un préstamo del BEI (esta entidad debe dar el visto bueno al cambio de manos), así como de otros créditos directos de los socios a la compañía.

Los accionistas de Medgaz disponen de un porcentaje de la capacidad de transporte de gas por el tubo igual a su participación en el capital. En el caso de Iberdrola, solo venderá las acciones, pero mantienen el contrato para su uso. El gasoducto, inaugurado hace dos años no ha logrado el rendimiento esperado: funciona al 40% de su capacidad debido a la crisis y la sobrecapacidad del sistema eléctrico, que está castigando a las centrales de ciclo combinado.

Un grupo con una 'acción de oro'

Aunque desconocido en España, Fluxys es el gestor del sistema gasístico belga y explota miles de kilómetros de gasoductos en varios países del centro de Europa (4.100 kilómetros en Bélgica con una capacidad de transporte de 25 bcm de gas al año). La compañía, que disfruta de la acción de oro para su filial belga que le reconoció Bruselas tras la fusión entre Suez y Gaz de France, es propiedad en un 80% del sector público. Un 77,8% está en manos del holding Publigas, controlado por las mancomunidades flamenca, valona y de Bruselas; otro 2,14%, en las de un holding federal; otro 20% es de la Caja de Depósitos de Quebec y el resto, un 0,02%, de empleados y administradores.

La compañía, con 1.100 empleados, tiene dos gasoductos que recorren Alemania, uno hacia el Báltico y otro hacia Suiza. También tiene sendos tubos que conectan con Reino Unido desde Bélgica y desde Holanda y la mayor regasificadora, la de Zeebrugge enel Mar del Norte,que le proporciona suculentos ingresos.

El de Medgaz es un gasoducto diseñado para llegar al resto de Europa, aunque nadie confía en la prolongación del tubo, al menos a corto o medio plazo. El hecho de que entre en su capital el gestor belga (equivalente en España a Enagás) podría facilitar la tarea.

La operación por la que Fluxys comprará a Endesa e Iberdrola un 32% de Medgaz debe ser autorizada por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) por la llamada función 14, por tratarse de una infraestructura internacional considerada estratégica. También tuvo que pedirla Gas Natural Fenosa para comprar a Sonatrach un 10%, por tratarse aquella de una empresa regulada.

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