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Entrevista a Valentí Pich, presidente del Colegio de Economistas

"Nadie puede asegurar que la crisis no durará 20 años"

El presidente del Consejo General del Colegio de Economístas, organización que agrupa a 55.000 profesionales, pide a la clase política que "enrede menos" y medidas más decididas para favorecer los negocios.

Valentí Pich, presidente del Consejo General del Colegio de Economistas
Valentí Pich, presidente del Consejo General del Colegio de EconomistasPablo Monge

Valentí Pich (Barcelona, 1953) observa la situación económica y política con cierto pesimismo. Sin embargo, recuerda las virtudes de un país que "hasta hace poco iba en alpargatas y que ahora tiene una sólida clase media y cuenta con multinacionales, pocas, punteras". Presidente del Consejo General del Colegio de Economistas, catalán e "hijo de botiguers" (tenderos), Pich rechaza que Cataluña sufra un "expolio fiscal". Recuerda que la economía es "algo muy serio" y advierte que a las grandes empresas no les gusta hacer inversiones a largo plazo con incertidumbre política.

Pregunta. ¿Tan mal lo ha hecho España para estar donde está?

Respuesta. No podemos olvidar que en una generación, en 20 o 30 años, hemos pasado de ser un país que íbamos en alpargatas, sin clase media a tener multinacionales de primer nivel, ser la octava o novena potencia mundial y contar con una justicia fiable. Este desarrollo económico nos ha permitido tener un gran clase media y Administraciones eficaces. Cuando nos han fallado los ingresos públicos, nos hemos dado cuenta de que como país éramos eficaces, pero no eficientes.

P. ¿La única alternativa es la austeridad?

R. Se utiliza la palabra austeridad, pero yo prefiero el término gasto eficiente. En estos momentos en que la obtención de ingresos y la financiación es muy limitada, hay que gastar con responsabilidad. Es lo que hacen los empresarios. Las empresas, al menos las serias, cuando incrementan sueldos piensa en si los podrán pagar dentro de un mes, un año o dos. La gestión del gasto deber ser eficiente y a largo plazo. Por otra parte, creo que a la Administración española no le va mal un poco de austeridad.

P. Y por el lado de los ingresos, tanto este Gobierno como el anterior han optado por subir, entre otros tributos, el IRPF y el IVA.

R. La Administración se encuentra con una caída de ingresos, con dificultades para acceder a la financiación y con la obligación de asumir una serie de gastos. La única posibilidad es subir ingresos y puede hacerlo a la brava o con sentido común.

P. ¿Y se ha hecho con sentido común?

R. Hablar es muy fácil. El Gobierno ha subido aquellos impuestos que se recaudan masivamente y que además cobra inmediatamente: el IVA, las retenciones a cuenta en el IRPF y los pagos fraccionados a las grandes empresas.

P. ¿Confía en que la economía solo caiga un 0,5% en 2013 como prevé el Gobierno?

R. La rebaja de expectativas de crecimiento te indica que 2013 está perdido. Además, las previsiones de crecimiento de la Unión Europea también empeoran. Europa se está convirtiendo en una sociedad aburguesada. En estos momentos, la UE, queramos o no, es una sociedad decadente.

P. En 2014, las previsiones apuntan a una mejora.

R. En 2014 se habla de que dejaremos de caer. Pero tendremos seis millones de parados y esto es inasumible. Nadie puede asegurar que la crisis no durará 20 años. El problema que tenemos los europeos y los españoles es que nos creemos que somos algo. A China o Estados Unidos no les va tan mal.

P. ¿Y qué se puede hacer para evitar ese escenario?

R. Gestionar de forma eficiente, enredar menos y favorecer los negocios. Y esperar que nuestros gestores comunitarios favorezcan la liquidez. Y, aunque ello llegue, habrá que seguir con la reducción del déficit.

P. ¿Las necesidades de liquidez de la Administración justifican la aprobación de la amnistía fiscal?

R. Hay gente que no pagaba y que va a pagar. España no ha abusado de la amnistía fiscal, el PSOE_aprobó dos y el PP ha puesto en marcha otra en un momento en que hemos llegado al agotamiento de un modelo económico. No hay que rasgarse las vestiduras. Además, la experiencia nos dice que cuando hay una amnistía fiscal se refuerza la lucha contra el fraude para justificarla.

P. ¿Qué opina de la nueva ley antifraude?

R. No era necesario aprobarla el día 30 de octubre y que entrara en vigor el 31. No creo que fuera necesaria la inversión del sujeto pasivo en el IVA ni el límite de los 2.500 euros en los pagos en efectivo. Se han pasado de frenada, pero es que la sociedad española pide sangre.

P. ¿Cree que Cataluña sufre un "expolio fiscal"?

R. No me gustan estos términos. Por sentido común, las zonas ricas contribuyen más a la sostenibilidad. Otro tema es que el sistema de financiación no lo entiende nadie y por lo tanto no sirve. Y luego está la cuestión político-sentimenal que nos supera a todos.

P. ¿Cuál es la opinión de las empresas catalanas ante la vía soberanista abierta por Artur Mas?

R. El sector empresarial catalán está haciendo un papel correcto. A las grandes empresas no les gusta hacer inversiones con incertidumbre y lo han dicho por activa y por pasiva. También es verdad que la clase empresarial ha aprendido a apartarse de la clase política.

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