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Draghi se resiste a concretar el alcance de su intervención

Rajoy pedirá el rescate si le asegura el BCE una prima máxima de 200 puntos

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, exigió ayer que el BCE concrete el alcance de su anunciada intervención para rebajar las primas de riesgo. Rajoy advirtió que mientras no disponga de ese dato no solicitará ayuda a la zona euro, lo que abre un período de incertidumbre que amenaza la estabilidad del mercado español pero también la del italiano y la del francés.

La tensión entre Madrid y la zona euro, en particular Alemania, crece por momentos como consecuencia de las negociaciones de un posible rescate de la deuda española. Varias capitales, sobre todo París y Roma, son partidarias de poner en marcha cuanto antes esa intervención para enfriar de manera definitiva la prima de riesgo española y evitar un rebrote de la crisis que podría perjudicarles. En el mismo sentido se han expresado organismos internacionales como el FMI o la OCDE.

Pero el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, advirtió ayer que no cursará la petición mientras el Banco Central Europeo no concrete el alcance de la intervención que llevaría a cabo como parte de ese segundo rescate parcial de la economía española (tras el primero de la banca, aprobado en julio).

"El problema no son las condiciones [que debería cumplir España]", aseguró Rajoy durante una entrevista en la emisora de radio COPE, "sino cuánto va a bajar la prima de riesgo (...) porque si se va a quedar en el mismo nivel que ahora, pues no tiene mucho sentido [presentar la petición]".

El presidente del BCE, Mario Draghi, se niega a fijar un objetivo para su intervención; entre otras cosas, para no dar pistas a posibles ataques especulativos. Pero Fráncfort parece admitir, al menos, que el nivel actual de la prima de riesgo española (422 puntos al cierre de ayer) no se corresponde con la solvencia del país. Y que una parte (entre 100 y 200 puntos) se debe a las dudas del mercado sobre la zona euro y podría eliminarse, por tanto, con una intervención del emisor en el mercado secundario.

Mucho más dura resulta la posición de la canciller alemana Angela Merkel. Berlín considera que España debe rebajar por sí misma sus costes de financiación, a base de ajustes y reformas. Pero esa vía puede tardar años en verse reflejada en la prima de riesgo y la zona euro ansía ya la estabilidad.

Rajoy se mostró ayer dispuesto a asumir el coste político de solicitar el rescate para contribuir a esa estabilización. "Es una vía abierta que no renuncio a utilizar". Pero detalló sus exigencias. "Si esto sirve para que la prima se quede en 400 [puntos básicos] pues no es lo mismo que si baja a 200 puntos". Y en una señal de que el calendario juega de momento a favor de España, Rajoy recordó que "tenemos prácticamente cubiertas las necesidades de financiación para este año". Y en 2013 quien tiene cita con las urnas no es él, sino Merkel.

El Gobierno intensifica la presión sobre Bruselas

Las discrepancias entre Madrid y Berlín sobre el rescate de la deuda española repercuten cada vez más en la agenda comunitaria._Y el Gobierno de Mariano Rajoy parece dispuesto a utilizar todas las bazas diplomáticas a su alcance para influir en la negociación. El pasado mes de junio, Rajoy bloqueó, junto a su homólogo italiano, Mario Monti, la aprobación del llamado Pacto de Crecimiento de la UE para arrancarle a la canciller alemana, Angela Merkel, un compromiso sobre la unión bancaria y la intervención del BCE en los mercados de deuda. En octubre, Madrid y Roma volvieron a frenar una iniciativa alemana, el impuesto sobre transacciones financieras o tasa Tobin, aunque con menos resultados evidentes.Y el pasado lunes llegó el tercer plantón de España, al bloquear el nombramiento del luxemburgués Yves Mersch como miembro del Comité Ejecutivo del BCE. Fuentes españolas niegan cualquier relación con el rescate de la deuda española. Pero admiten que el actual gobernador del Banco de Luxemburgo es un candidato_"alemán", tanto por su alineamiento con las tesis más duras del Bundesbank como porque su nombramiento se ha hecho con el beneplácito de Berlín en detrimento de un candidato español. Madrid aceptó en julio a regañadientes su nombramiento. Pero lo ha frenado ahora, aprovechando que también se ha opuesto el Parlamento Europeo por la falta de mujeres en el Comité Ejecutivo.

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