España puja en la obra más grande
El desarrollo de las constructoras y concesionarias españolas es un fenómeno que no tiene límites. En poco más de dos décadas, un granado grupo de compañías ha subido a lo más alto de un ranking internacional, donde se codean de tú a tú con las gigantes del sector. Y no solo lo hacen con plena competitividad desde el punto de vista del presupuesto, sino también, y eso es lo verdaderamente importante, desde la capacidad tecnológica e innovadora. Esa es la razón por la que no podían faltar en las fases más importantes de la que, en términos económicos, se considera hoy la mayor obra del mundo, el metro de Riad. Entre los cuatro grupos finalistas que pujan en el concurso están FCC, que encabeza uno de los consorcios en el que también figura la ingeniería Typsa, y OHL, que va ligada al canadiense Bombardier. La presencia se completa con otra ingeniería española, la vasca Idom, que forma parte del consorcio que pilota la sueca Strabag. El cuarto en la puja será el gigante galo Vinci. Las obras, valoradas en 10.000 millones de euros, forman parte de la extraordinaria inversión que los países del área, con Arabia Saudí a la cabeza, están haciendo en infraestructuras. Y allí, España ya ha tenido la posibilidad de mostrar la fortaleza de sus empresas con un acertado empuje en el que no ha faltado ni la Zarzuela.
