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Rajoy busca mejorar las condiciones del rescate bancario

El Gobierno no tira la toalla. La batalla por decidir cuándo se anunciaría la necesidad de un rescate comunitario para la banca española la ganó Bruselas, que obligó a La Moncloa a acelerar su calendario y hacer la petición la pasada semana. La guerra, sin embargo, no ha terminado. El Ejecutivo aún aspira a mejorar las condiciones de la intervención y, ante todo, no se resigna a la imposición de Berlín de que la ayuda se conceda al Estado, en lugar de que sea inyectada directamente a las entidades que lo requieran. Para esta contienda, el presidente del Gobierno, Mariano, Rajoy aprovechará las ventajas que le confiere el escenario de la reunión del G-20, en el que el poder de Alemania se diluye. Su propuesta puede ser debatida como estrategia para los problemas de la eurozona en general, en lugar de tratar sobre España en particular, y contará con algunos aliados de peso.

"Vivimos momentos de dificultad para la zona euro en el corto, pero también en el medio y largo plazo", sentenció el viernes la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría para adelantar que las propuestas que el Gobierno llevará el lunes a la cumbre del G-20 en Los Cabos (México), incluirá promover una "mayor unión bancaria, con regulación, supervisión y otras actuaciones como Fondos de Garantía de Depósitos comunes, o la recapitalización directa de entidades en momentos de dificultad", ilustró.

Esta última cuestión ha sido objeto de fuertes debates en las últimas semanas. Rajoy trató de abrir esta vía, que le habría evitado la solicitud del rescate, pues lo harían las entidades que lo necesitaran, cargaría los intereses del crédito a la banca y reduciría el estigma de intervención que recae sobre España y su prima de riesgo. Francia, bajo la flamante presidencia de François Hollande, se ha convertido en un firme defensor de este modelo. El nuevo polo de poder en el que busca erigirse París, frente a Berlín, también ha acercado posturas con Italia, la siguiente ficha de dominó en la línea de acoso y derribo de los mercados. Tras la reunión mantenida el jueves por Hollande y el primer ministro italiano, Mario Monti, este se mostró de acuerdo con la línea del argumentario galo en la necesidad de "actuar a nivel financiero para fortalecer la situación de los países frente a los mercados".

El Gobierno insistirá ante el G-20 en que las ayudas de la UE se inyecten directamente a las entidades

El Gobierno español, por su parte, tratará de acelerar el trabajo realizado por Roland Berger y Oliver Wyman, las dos evaluadoras independientes que están sometiendo los balances de la banca a un test de estrés. El resultado dirimirá cuál es el agujero real de la banca española, que según las últimas estimaciones rondaría entre los 60.000 y los 70.000 millones de euros. Una cifra que sería ampliamente superada por los 100.000 millones que el Eurogrupo está dispuesto a inyectar a España si así lo necesita. En cualquier caso, la intención de Rajoy es presentar un plan global ante el G-20 que disipe las dudas que rodean al sector, lo que requeriría adelantar las conclusiones del examen, previstas para el próximo jueves 21.

La cita de este lunes fue preparada por los socios comunitarios el pasado viernes, cuando Rajoy participó en una videoconferencia con François Hollande, Mario Monti, la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, David Cameron; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy.

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