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El coste de una nota de solvencia oscila entre 3.000 y 10.000 euros

Axesor da el salto y crea una firma de rating 'made in Spain'

El objetivo serán empresas no financieras de mediana capitalización

Más de cinco años de trabajo están a punto de dar sus frutos. La firma especializada en suministrar información comercial Axesor ha decidido dar el salto y ha solicitado al supervisor europeo de mercados financieros (ESMA) su homologación como agencia europea de rating crediticio. No se trata de enmendar la plana a las célebres tres hermanas, (Standard & Poor's; Moody's y Fitch), sino precisamente de hacer negocio allí donde ellas no llegan. "Nuestro objetivo de análisis son las 74 empresas del mercado continuo que no están en el Ibex y que no son financieras, ni de seguros", explica en un encuentro con CincoDías el director general de Axesor, Santiago Martín. La previsión es que esta agencia de rating made in Spain empiece a funcionar en julio o septiembre.

"Existe una oportunidad y una necesidad de que estas empresas tengan visibilidad, porque cuando un inversor no conoce algo, directamente no invierte", subraya el ejecutivo de Axesor, que insiste en que la asignación de ratings, que serán no solicitados, al estilo de lo que hacen las grandes con los ratings soberanos, permitirá a las compañías medianas emitir deuda en mercados extranjeros. De hecho, la idea tiene mucho que ver con el movimiento que está teniendo lugar en Alemania, donde 36 pequeñas y medianas empresas pudieron emitir a finales del año pasado 2.100 millones de euros con ratings elaborados por agencias crediticias locales.

El modelo de Axesor supone una vuelta al negocio tradicional de las firmas de calificación. Henry V. Poor comenzó a escribir unas gacetillas económicas a finales del siglo XIX en las que informaba a los inversores del grado de solvencia de entidades en las que estaban interesados. Pero esa filosofía empezó a cambiar con oleada liberalizadora de los pasados años ochenta, cuando las agencias empezaron a diseñar productos a medida de los intereses de los clientes que querían emitir. Axesor propone la vuelta al modelo investor pay: el que paga no va a ser el emisor, sino el inversor y el coste será de entre 3.000 y 10.000 euros.

"Tiene sentido pagar por un rating cuando estás dispuesto a realizar una inversión de 100.000 euros, por ejemplo. Aunque nuestro objetivo es clientes que invertirán cuantías muy por encima, estamos hablando de compañías de seguros, inversores institucionales, fondos, banca privada...", detalla Martín.

A futuro, Axesor planea extender su actividad a las compañías de seguros y financieras; para evaluar luego administraciones públicas y alcanzar el rating soberano como último paso.

El proceso de elaboración del rating

De acuerdo con el director general de Axesor, un analista tarda una semana en elaborar el rating de una compañía. La agencia contará con cuatro personas dedicadas al desarrollo de calificaciones y su seguimiento posterior. "Es decir, serán menos de 20 compañías por analista, lo cual, para este tipo de negocio es un ratio bastante bueno", asegura Martín. El proceso para emitir la nota se hace de la siguiente manera: se aplica un modelo específico a la empresa que se va a calificar, el analista elabora una nota, esta es supervisada por el jefe de analistas y finalmente por un comité de rating, formado por cuatro personas y de las que dos, por requisitos regulatorios, son externos. En el caso de Axesor se trata de los prestigiosos economistas José Carlos Díez y Santiago Carbó. Este comité se reúne una vez al mes.

A las empresas se les aplica un modelo estadístico que les asigna una probabilidad de suspensión de pagos. Axesor utilizará 10 escalones (de la triple A hasta la D), en lugar de los 20, que además cuentan con estadios intermedios, que utilizan normalmente las grandes agencias. "Pensamos que eso más que suficiente para diferenciar los distintos de niveles de riesgo.

Los cuatro peldaños del grado de inversión, que concluyen en BBB, anticipan una probabilidad de impago mínima, que va del 0,04% hasta el 0,23%. Los primeros grados especulativos, la doble B y la B, tampoco implican demasiadas posibilidades de default (0,38% y 0,73%). Ni siquiera los escalones de triple C y doble C, encierran unas expectativas muy significativas (del 1,7% y el 4,54% respectivamente). Solo la C y la D, los dos últimos peldaños, indican ya porcentajes de relevancia: 12,67% y 29,09% de riesgo de impago.

Más control a la hora de valorar la deuda pública

La decisión de la agencia Standard & Poor's de rebajar de forma sorpresiva el jueves pasado el rating soberano de España a BBB+ ha vuelto a poner a las grandes agencias de calificación en el punto de mira. "En lo que se refiere a las calificaciones de deuda soberana, sería bueno que hubiera un calendario de publicación al estilo del que tienen las empresas para publicar sus resultados", admite Santiago Martín.El directivo de Axesor no cree que detrás de estos anuncios haya un interés particular por desestabilizar Gobiernos y mercados. "No hay una intencionalidad, es más un tema de prepotencia y falta de sensibilidad", valora. En cualquier caso, Martín rechaza la idea de crear agencias públicas y defiende la actuación de las grandes agencias de rating que, asegura, "han cometido errores, pero no más que otras entidades públicas".

Los criterios

Los ratios necesarios para hacer un rating-Rentabilidad económica.-Rendimiento financiero.-Ratio de fondos propios respecto al total de la deuda.-Ratio de efectivo y otros activos respecto al total de deuda.-Porcentaje de deuda financiera neta sobre el beneficio.-Circulante susceptible de realización respecto al pasivo corriente.

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