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Reclama a Monti "prudencia"

El Ejecutivo rechaza que España vaya a ser intervenida

El Ejecutivo rechaza que España vaya a ser intervenida
El Ejecutivo rechaza que España vaya a ser intervenidaPABLO MONGE

Rajoy quiso ayer alejar las incertidumbres que planean sobre la actuación del Gobierno y, en general, sobre la capacidad de recuperación de la economía española. El presidente convocó a sus 185 diputados en el Congreso para decirles que su Gabinete va "por el camino correcto" y que la "senda reformista" va a continuar. "El Gobierno tiene las ideas muy claras, sabe perfectamente lo que hay que hacer y actúa con arreglo a un plan. Tenemos un rumbo fijo y tenemos cuatro años por delante", manifestó. Y les animó a "no distraerse con cosas menores".

Se trata probablemente de la semana más complicada en los tres meses que lleva Rajoy en La Moncloa, tras haber anunciado el lunes un nuevo ajuste de 10.000 millones en educación y sanidad, ni una semana después de presentar los Presupuestos en el Congreso. Ayer el presidente se defendió incluso de las manifestaciones del primer ministro italiano, Mario Monti, que culpabilizó a la situación económica de España de la presión sobre la deuda italiana. "Nosotros no vamos contra nadie. No hablamos de otros países. Tenemos nuestros problemas y trabajamos para solucionarlos, pero también para ayudar a la zona euro y esperamos que los demás hagan lo mismo, que asuman sus responsabilidades y que sean prudentes en sus afirmaciones", dijo Rajoy.

No obstante, los Gobiernos de Alemania y Francia mostraron ayer su respaldo a las reformas puestas en marcha por España para hacer frente a los problemas de su economía y a las presiones de los mercados y consideraron "exagerados" los temores que existen en torno a la economía española.

El presidente aseguró que en los tres primeros meses de Gobierno se ha dedicado "a una tarea de desescombro" de todos los "lastres" que impedían la recuperación y reducido la confianza de los inversores: el déficit público "insostenible", la falta de crédito, las "carencias competitivas" de la economía española y "la falta de voluntad política" del anterior Gobierno.

Sin citar expresamente la posibilidad de una intervención de la economía española, Rajoy negó que España esté en condiciones ahora o en el futuro de necesitar un rescate por parte de la UE. Como escudo, el presidente esgrimió que las prioridades del Ejecutivo son el control del déficit público para rebajar la partida de 29.000 millones de gasto financiero del Estado, el saneamiento del sistema financiero para que fluya el crédito y un amplio paquete de reformas.

Se esperaba con interés que Rajoy pudiera aportar detalles del recorte anunciado por importe de 10.000 millones en la educación y la sanidad, pero ni siquiera se refirió a este asunto. El Gobierno insiste en que no se va a desentender de las dificultades de comunidades y ayuntamientos, pero les va a exigir máxima disciplina presupuestaria. Este recorte adicional anunciado el lunes afectará sobre todo a las comunidades, ya que son las que gestionan estas competencias. Rajoy sí anunció ayer que tanto la reforma del sistema sanitario como las medidas de racionalización del gasto educativo se aprobarán este mes de abril.

El presidente enumeró los principales capítulos de la agenda reformista para los próximos meses, en la que incluyó por primera vez la reforma del mercado del alquiler y medidas para sacar al mercado las viviendas ahora propiedad de las promotoras.

Por su parte, la ministra de Sanidad, Ana Mato, afirmó ayer en el Congreso que ve factible aplicar este mismo año un sistema de "copago" de recetas en función de la renta de los pacientes, ya que es posible cruzar los datos de Hacienda, Seguridad Social y Sanidad. La decisión final es del Consejo Interterritorial de Salud, que se reunirá el 18 de abril.

Ley de Estabilidad, al pleno

PP y PSOE escenificarán hoy la ruptura del pacto que les llevó a reformar el artículo 135 de la Constitución a toda prisa el verano pasado. Entonces se acordó que el déficit estructural global máximo para el conjunto de las administraciones sería del 0,4% desde 2020.El Grupo Popular ha forzado hoy la celebración de un pleno extraordinario para votar el proyecto de Ley de Estabilidad Presupuestaria, que recoge un déficit máximo del 0% a partir de 2020. El PSOE considera "insólito" este cambio. "No podemos desdecirnos y mirar para otro lado", manifestó ayer el diputado Txiqui Benegas. La portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, confirmó que su grupo votará en contra de la ley muy a su pesar. También criticó que el Gobierno haya querido utilizar la redacción final del proyecto de ley para recuperar credibilidad internacional y ser "más papista que el Papa". El PSOE ha presentado 15 enmiendas, todas rechazadas.

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